Adaptación de la sueca "Un hombre llamado Ove" la película nos presenta la vida del inquilino de una urbanización de esos a los que es preferible evitar. Controlador, maniático y perfeccionista, capaz de llegar en su cruzada a la palabra hiriente con facilidad Otto, viudo reciente y suicida frustrado, se ajusta con facilidad a la definición de viejo amargado. Sin embargo la llegada a la vecindad de una nueva familia con dos niñas pequeñas, así como de un gato callejero, va a cambiar.
Cinta que a pesar de sus pinceladas de humor negro puede describirse fácilmente como 'feel good movie' "El peor vecino del mundo" es una de esas obras que, a pesar de algún giro inesperado, sorprende poco, con una trama que recuerda poderosamente en más de un aspecto a otras sobre cascarrabias redimidos como la oscarizada "Mejor imposible". Sin embargo el carisma de su protagonista, un estupendo Tom Hanks en la linea a la que nos ha malacostumbrado, y la simpatía que generan sus secundarios, aún rozando en su mayoría la caricatura del tópico (en especial la recién llegada familia, de madre latina y cuyas hijas juegan con muñecos de lucha libre. Su bilingüismo invita además a ver la película en V.O.S) consiguen subir varios enteros el interés por una película en el fondo convencional y de desenlace previsible, pero con alguna buena pincelada de estilo que destaca en el uso de las elipsis.
"El peor vecino del mundo" consigue hacernos reír e incluso emocionar, con sus recursos de manual (la actitud de las niñas, la presencia de la mascota y más de algún deus ex machina) pero sin duda la impresión que causa habría sido muy distinta con otro reparto al frente. Es sencillamente una película de esas que consigue hacernos disfrutar, pero generando menor impacto a largo plazo del pretendido, perdiéndose entre toda esa pléyade de malos vecinos, de Scrooges en ciernes que solo necesitan un nuevo camino, dejándonos una historia con más miel que amargor.
"El peor vecino del mundo" llega a los cines el 28 de diciembre.
