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jueves, 28 de diciembre de 2017

365 DIAS DE CINE

Y a lo tonto ha pasado otro añito y el cine como siempre ha dado mucho de sí, con un puñado  de cintas que han sorprendido para bien... o para mal, pero entre las que han destacado como siempre las diez del año de Monigotorium:
  1. Shin Godzilla: ¿monstruos clásicos japoneses y crítica social? Todo es posible en esta cinta de arranque clásico en la que los auténticos villanos son los políticos...
  2. Frantz: delicado drama de época con más demonios de los que se adivinan en sus primeros momentos, una original fábula sobre el valor del recuerdo con una original factura y unos personajes que consiguen ser inolvidables.
  3. Lady Mcbeth: oscuridad y muerte son las acompañantes de esta siniestra dama, una antiheroina con carácter de esas que no se olvidan. Un drama de época que consigue helarnos la sangre y sorprendernos hasta su mismo final en un conjunto malsano que consigue hipnotizarnos.
  4. Le llamaban Jeeg Robot: dejad de lado ligas justicieras, mujeres maravillosas y vengadores varios...la película de superhéroes viene de Italia, con guiños al universo Mazinger y uno de los
  5. En este rincón del mundo: por mucho que le pese a la muy recomendable Your name la película de animación nipona del año, con una drama histórico de esos que dejan huella.
  6. Madre!: O la amas o la odias...la película sorpresa de este año de la que no se puede decir nada a riesgo de destripar algo que no se debe (no se fíen del tráiler). Apabullante y atrevida, una experiencia fílmica de primer orden 
  7. 78/52: la escena de la ducha de Psicosis revisada al milímetro por profesionales de todos los ámbitos. Para fans y no fans del mago del suspense que desean enfrentarse a ese minuto que cambió el modo de entender el cine.
  8. ¡Lumière! Comienza la aventura: amor al cine con mayúsculas. No hay más que decir
  9. Ghost story: si bien la idea de esconder al último ganador del Óscar bajo una sábana no parece muy buena idea en principio la película, si logra que no abandonemos durante su monótona primera hora de metraje, nos regala una de las fábulas fantásticas más originales del año. Una cinta para ver y debatir.
  10. Batman la Lego pelicula sin estar al nivel de la maravillosa La Lego película un auténtico caramelo para los fans de el caballero oscuro, que se mira en el espejo y le devuelve un distorsionado y fragmentado reflejo que pasa por todas sus encarnaciones fílmicas para contarnos una historia más compleja de lo que parece a primera vista. Diálogos de antología y un sentido de humor a prueba de bomba para una de las cintas de animación del año.
Pero la cartelera ha dado mucho de sí, con auténticos placeres culpables como Thor:Ragnarok, una cinta que no se toma en serio a sí misma con buen hacer y momentos auténticamente deliciosos para los amantes de la casa de Stan Lee, que se permite su habitual cameo (así como recupera a un actor tan reivindicable dentro del fantástico como Jeff Goldblum) y pequeñas joyas a descubrir como las impactantes The evil within o El sacrificio de un ciervo sagrado (la última del director de Canino...ahorrénse la rima los fans de cierta muestra de cine fantástico).
Un año largo en el que lamentablemente por razones ajenas a nuestra voluntad no hemos podido "criticar" tanto como quisiéramos pero que como siempre hemos disfrutado y a la espera de más...un nuevo año está a la vuelta de la esquina, ¡y con mucho más cine!.


martes, 26 de diciembre de 2017

DÍA EN EL MUSEO

Dos niños. Dos búsquedas de unas raíces que les resultan esquivas. Un enamorado de las estrellas del cielo y otra de las estrellas del firmamento hollywoodense. Una niña sorda de nacimiento y otro por capricho de los dioses. Dos historias paralelas...algo que en comienzo no parece muy original pero a lo que El museo de las maravillas pretende dar una dimensión distinta, con un cuidadísimo envoltorio que ya se ha convertido en marca de la casa de su director, Todd Haynes, como lo que recordarán los que hayan visto su última cinta, Carol.
 El museo de las maravillas no puede evitar un fuerte aroma de película infantil, de film iniciático, con las andanzas de sus jóvenes protagonistas en un inquietante paralelismo que la dotan de un fuerte carácter de fábula para antes de irse a la cama, con un toque de magia fruto de las casualidades que le da un punto de irrealidad que comulga con su personal estilo visual.
Unos bien encauzados actores infantiles, a los que se suma la presencia de la más veterana Julianne Moore, que nos regala el capricho de poder verla en el papel de estrella del cine mudo, consiguen dar verosimilitud a una historia que en el fondo tiene mucho de fantástico, casi podríamos decir de realismo mágico.
Pero si bien el reparto consigue meternos con facilidad en la historia es su estilo visual lo que consigue conquistarnos, desde una fotografía que juega eficazmente con el calor y el frío a una dirección artística que consigue transportarnos a dos universos tan distinto como los años finales de los años 30, puro cine mudo, a los más mundanos 70, con el remate en ese magnífico relato que funde, por fin, las historias de sus dos pequeños protagonistas a través de elaboradas miniaturas, y que podría constituir una minipelícula en sí misma. Una auténtica rareza que mueve el corazoncito del espectador más curtido y que consigue realmente sorprendernos.
Más volcada en su aspecto que en su más floja vertiente argumental El museo de las maravillas es una de esas historias que entra por los ojos (algo que puede resultar irónico teniendo en cuenta el valor de la sordera en el argumento) dejándonos imágenes imborrables y un aroma de cine clásico que nos hipnotizan, aunque sea solo un poco, durante sus casi dos horas de duración.


 El museo de las maravillas llega a las pantallas españolas el 5 de enero de 2018.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

SIN ANDRÉ

 Ante las últimas tendencias cinematográficas he de confesar que me empieza a resultar extraño cuando una cinta presenta sus títulos de crédito al principio de la misma...un elemento que parece haber quedado relegado al campo de las series, y muchas veces con grandes resultados. Pero toda regla tiene su excepción y está, mira por donde, resulta ser La cena.
 Nos encontramos ante una presentación en toda regla de la película que, además de usar un buen número de fotogramas identificables de la misma sienta perfectamente el tono de esta polémica historia, mostrando una atmósfera inquietante acompañada de una banda sonora ligeramente crispante que consigue crear en el espectador un malestar que le va a acompañar durante toda la proyección.
La cena es una cinta de cuidada estética. Falsamente luminosa gracias a una casi sensual gama cálida parece moverse en un entorno irreal, casi onírico, en el que van a concentrarse todos los males que han atormentado durante años a una familia bien avenida que se enfrenta a un acto terrible cometido por su generación más joven, haciendo que un clan que parece tenerlo todo pero que también puede perderlo todo por un acto de auténtica estupidez y maldad.
Quizás sea esta atmósfera el mejor aliño de los platos de esta cena, del aperitivo al digestivo, que fragmentan episódicamente un relato malsano puesto en paralelo con un conflicto fraticida como es la Guerra Civil Americana, ya que otros elementos como unos símiles nada sutiles no logran sino dar al conjunto cierto aspecto forzado, a cuyo beneficio no contribuye un ritmo excesivamente dilatado que mina más la paciencia que acentúa la en empatía del espectador.
Un ambiente extraño, irritante, en el que sus personajes parecen capaces de saltar por la más mínima frase y que nos remite a otras angustiosas reuniones como la de la muy recomendable The invitation, pero que no llega a arrastrarnos en la caída de sus protagonistas, en una película notablemente ambiciosa pero que a pesar de los consistente de sus ingredientes, como un agradecido reparto, no consigue dejarnos la sensación de saciados.
 La cena llega a las pantallas españolas el 22 de diciembre

lunes, 18 de diciembre de 2017

EL JUEGO DE LA SELVA

Cuando falleció el malogrado Robin Williams entre El club de los poetas muertos, su Óscar y sus dotes como humorista y doblador un título que siempre acababa saliendo a la palestra era Jumanji , una cinta de aventuras y fantasía que logró calar en más de un espectador...era cuestión de tiempo, en realidad de décadas que llegará esta secuela estricta, aunque podríamos hablar casi de reboot.
El nuevo enfoque del mortal juego está trazado con inteligencia: el tablero ha mirado en videojuego de cartucho, logrando así el tinte añejo de su original, y en vez de introducir los peligros de la selva en el mundo real ha optado por sumergir a sus protagonistas adolescentes en una aventura heredera de sagas videojugables como Uncharted o Far cry, con todo el exotismo que ello merece.
Comedia de acción en esencia la película logra su mejor baza en un buen sentido del ritmo y unos personajes con química, aunque sin renunciar a tópicos del humor del tipo " voy a enseñarte a comportarte como una chica sexy" (cuya primera versión creo data del Pleistoceno), que no lastran un conjunto que, a pesar de no ser el culmen de la originalidad, si revela funcionar como una maquinaria bien engrasada y que nos deja momentos tan inolvidables como ese apasionado beso entre dos de sus protagonistas más inexperto que cinematográfico.
Este nuevo Jumanji es, al igual que su predecesora, un eficaz entretenimiento. Una cinta más que oportuna para ser estrenada en estas fechas navideñas, con escenas de acción vertiginosa, un buen puñado de chascarrillos y unos personajes que aprenden algo sobre los demás y sobre sí mismos al final de su odisea, con un viaje fantástico que nos remite, salvando la distancia a algún clásico juvenil como La historia interminable. Intrascendente y divertida, con una gotita de moralina e incluso un pequeño guiño a la original, Jumanji nos regala un rato de buen entrenamiento que no desmerece de su predecesora ni decepcionará a las nuevas generaciones que no descubrieron el fenómeno en su primer estreno. Cine de palomitas y una gran opción para disfrutar en familia, ni mucho más...ni mucho menos


El nuevo lavado de cara de Jumanji llega a las pantallas españolas el 22 de diciembre.

viernes, 15 de diciembre de 2017

LA RUEDA DE LA FORTUNA

Decía Ned Flanders en una de las frases doradas de los Simpson que le gustaban las películas de Woody Allen...salvo el tipejin que siempre sale. Hace años que Allen no es el omnipresente neurótico de sus primeras y muy recordadas cintas pero películas como la inminente Wonder wheel demuestran que su esencia permanece ahí.
 No faltan en la última producción de Allen elementos comunes como la psicología, la música de jazz o esos espartanos títulos de crédito a los que nos ha acostumbrado durante décadas, puestos en esta ocasión al servicio de una historia ambientada en el parque de atracciones de Coney island en los años 50, un microcosmos en el que los fenómenos de feria han mirado en monstruos más mundanos generando una historia de amor a dos bandas sobre la que parece planear desde los primeros minutos de proyección un hado trágico.
Brillante, luminosa visualmente gracias a una deliciosa fotografía que saca lo mejor de un entorno en ocasiones marginal la película tiene ya en su arranque muy claro su carácter de pieza casi teatral, gracias a un narrador que se permite romper la cuarta pared con frecuencia, con una historia de personajes, con sus amores, deseos e infidelidades, de esas que lo mismo pueden desencadenar la más chusca de las comedias que el más sangrante de los dramas, pero en la que todo, o casi todo parece quedar en las manos de Ginny, la antihéroe una encarnada por Kate Winslet.
Frágil, marcada por un pasado que la atormenta y continuamente debatiéndose entre su lealtad y su deseo Winslet es sin duda el motor de la película, dotando a su personaje de una intensidad que hace palidecer al resto de los personajes ( el único que le va un poco al compás el encarnado por Belushi) y que nos regala uno de los mejores personajes femeninos de un director- guionista que siempre ha sabido sacar lo mejor de sus actrices, con unos ribetes a lo Baby Jane en su tramo final que llegan a ser escalofriantes.
Wonder wheel nos devuelve parte del mejor Woody Allen aún estando lejos de sus producciones más emblemáticas, con una cinta cuidada hasta su más mínimo detalle que se va calentando a medida avanza su trama, una historia que a pesar de parecer haber nacido de los tópicos del teatro más clásico consigue introducirnos con más intensidad poco a poco con un final que nos golpea con ganas de más y más de un interrogante.

Wonder wheel llega a las pantallas españolas el 22 de diciembre

martes, 12 de diciembre de 2017

MI FAMILIA Y ALGUNOS ANIMALES

No hace mucho una de las sorpresas cinematográgicas del año fue el estreno de la muy recomendable Carmina o revienta, el particular y divertido acercamiento de Paco León a las idiosincrasias de su familia bajo el inigualable prisma de su progenitora. Con un espíritu similar llega Muchos hijos, un mono y un castillo de Santiago Salmerón, su particular carta de amor a una madre, Julia, que soñaba con una vida de cuento y, en cierto modo, lo consiguió cumpliendo los míticos tres deseos: tener muchos hijos (nada menos que seis), un mono (quizás más fiero de lo que esperaba) y un castillo que se acabó convirtiendo en un caótico museo dedicado a sus más de ochenta años de vida.
 La trama de este documental, rodado durante más de una década casi como si de un Boyhood patrio se tratase, parte de un bizarro macguffin: la búsqueda de las vértebras de la abuela y sobrina de Julia, tarea que parece imposible ante la cantidad de objetos febrilmente atesorados por esta, incapaz de deshacerse de unos recuerdos que la convierten en una nueva adalid de la filosofía vintage, y como muestra el botón, tal y como mencionan sus hijos, de ser la única persona que sigue usando casetes en pleno 2014.
Y a partir de ahí un auténtico aluvión de reflexiones sobre la vida, el mundo y todo lo demás bañado por un sentido del humor inquebrantable, tanto en las alegrías que hay muchas (y alguna en medio de comidas que casi parecen un reflejo cañí de las de El padrino) como en las penas (las consecuencias de la crisis), sin perder nunca de vista la muerte, un destino inevitable (y en ocasiones para su protagonista casi deseable) pero bajo una visión tan surrealista como divertida, con escenas tan inolvidables como la del ensayo del funeral.
Muchos hijos, un mono y un castillo es una cinta simpática, vitalista, para la que ha nacido una involuntaria estrella, Julia, que ha creado su propio Xanadú. en el que no faltan los animales, por supuesto no tan exóticos como los de la masión Kane, ni los tesoros, aunque su valor sea más cuestionables. Una mujer que consigue rápidamente establecer un nexo empático con el espectador a pesar de las distancias de edad, credo político o religión, y que consigue ser polémica sin proponérselo, .pero suscitando siempre la sonrisa o directamente la carcajada de un espectador que se ríe con ella mientras asiste atónito al más difícil todavía.
Con un trasfondo inconfundiblemente cómico y profundamente surrealista este original documental consigue atraparnos de principio a fin. Con la frescura de la primera persona bajo la lente de la cámara en mano, aunque su autor se permite alguna metáfora hermosa pero poco sutil (el canto del ci...del pavo real, o la mención a la clásica ¿Qué fue de Baby Jane?) esta cinta sin alardes (pero con una bien seleccionada banda sonora) nos trae ecos de la mejor comedia patria, dejándonos un buen sabor de boca con ganas de saborearlo un poquito más y una sonrisa que durará bastante después de haber dejado la sala de cine.
 Muchos hijos, un mono y un castillo, un documental que se nos puede antojar irreal como la vida misma, llega a las pantallas españolas el 15 de diciembre.

jueves, 7 de diciembre de 2017

REBUZNOS DE NAVIDAD

 Aunque pocas festividades tan enfocadas a los niños como las Navidades pero el cine de animación no ha hecho particular explotación de el en el terreno del largo. El corto y las series de dibujos animados con los especiales correspondientes son otro cantar, pero en el campo del largometraje ha parecido quedar condenado a adaptaciones de Cuento de Navidad y derivados   Sin embargo Se armó el belén tira por otros derroteros, el del cine religioso, que nos ha dado cintas tan recomendables como El príncipe de Egipto.
Pero a diferencia de esta la película evita la carga del cine musical (apenas encontraremos animalitos cantarines con la salvedad del solo de la yegua del pesebre, aunque sí alguno bailarín, aunque a un nivel de vergüenza ajena. Eso sí la banda sonora con algún villancico incluído es inevitable) para contar la historia de la natividad bajo el prisma de una heterogénea manada encabezada por el borriquillo Bo y acompañado por casi cualquier animal imaginable, de la paloma a la oveja pasando por los previsibles camellos o incluso los diminutos jerbos del desierto (con los que precisamente se abre la película), animales parlantes pero cuyo lenguaje no es comprensible por los seres humanos, combinando así por una parte su odisea con la de los protagonistas bíblicos y generando una road movie cuyo desenlace ya conocemos.
La película tiene clarísima su orientación infantil, ayudada por un humor blanco que no renuncia a los tópicos locales (entre los camellos podemos escuchar acentos gallego y cubano) ni a los gags visuales, a pesar de algún elemento más oscuro como la del soldado que pretende dar caza a la sagrada familia ayudado por sus dos perros rastreadores (que responden al habitual dúo cómico tonto-listo) que en algunos momentos puede ser aterrador para los niños más pequeños, pero con un lenguaje que resultará ameno para aquellos padres que quieran acercan a sus hijos al episodio religioso (aun con más de una comprensible morcilla...pero no falta ni Herodes, si bien la matanza de los inocentes queda reducida a una amenaza casi de pasada).
Con un diseño de personajes agradable, aunque la animación quede lejos de los hitos a los que nos han acostumbrado Pixar y compañía, la película goza de un doblaje de lujo al servicio de una historia de esas que saben reconciliar a todos sus personajes (al final todos los animales son buenos... el tipo humano es otro asunto) con una historia de como pueden cambiar los sueños para finalmente cumplirse y que no desentona con el tono dado a la historia bíblica que trata (aunque el peso del protagonismo se lo llevan por supuesto los animales), dando a los niños una particular road movie con mucho humor y su pequeña dosis de acción y persecuciones, consiguiendo regalarles más de una hora de entretenimiento con un aire inconfundiblemente navideño.

Un regalo navideño adelantado para los más pequeños de la casa Se armó el belén llega a los cines españoles el 15 de diciembre

lunes, 4 de diciembre de 2017

TRES MADRES POR DESIGUAL

Casualmente a fecha de escribir estas lineas llega una película de la que hablábamos no hace mucho, Dos padres por desigual, en la que sus protagonistas, viejos conocidos ya, se enfrentaban a las fechas navideñas con la impagable presencia de sus padres, versiones dislocadas y grandilocuentes de sí mismos. Como el mundo está lleno de casualidades está presta a llegar una nueva comedia navideña también con viejas conocidas, en esta ocasión Mila Kunis y su cohorte de amigas de colegio (y no porque hayan ido juntas al mismo sino a causa de sus respectivos retoños) acompañadas por sus madres (entre las que, sorpresa, se encuentra Susan Sarandon) : Dos madres por...perdón, El desmadre (Malas madres 2).
Humor gamberro por los cuatro costados la cinta juega con cierto erotismo políticamente incorrecto que en realidad no pasa de un par de palabras malsonantes y algún bailecito sexy, que en un primer momento nos aleja de entrada del cine navideño enfocado a toda la familia, para contarnos lo que en otra vertiente podría haber desembocado en una tragedia: el conflicto entre unas hijas, ya madres, y sus propias madres, con las que establecen todas las posibles vertientes de relación (completamente dependiente a nivel emocional, completamente independiente y directamente de uñas, la que como supondrán es la que más juego da) y que repecurtirá en unas navidades que al principio se prometen más que felices.
Con un buen sentido del ritmo aunque siguiendo un hilo que ya conocemos de sobra (familia que se reune en anómalas circustancias, premonición del drama, discusión gorda y final...me temo que todos sabemos por donde campa el final...pero finjan que se sorprenden) la película sabe mantener el nivel de gags, del físico al diálogo, aunque no todos sean igualmente afortunados (y alguno se repita en demasía como los de la escena de la depilación...o les de por abusar de los montajes a cámara lenta, algo que en la primera parte ya era casi marca de la casa), pero consiguen que el espectador pase un rato tan insustancial como divertido, de la sonrisa a la carcajada a poco que este conecte con estas madres poco ejemplares pero capaz de hacer cualquier cosa por su prole...hasta volverles completamente locos.
Película para para pasar una divertida tarde de preNavidad, mejor sin niños o con niños más creciditos, con palomitas y ganas de cachondeo. No es precisamente una comedia clásica de esas que dejan al espectador comentándola durante días pero consigue perfectamente lo que se propone, divertirnos con ese humor alocado que durante años ha sido patrimonio de la comedia chusca de universitarios y preguntándonos como un tema tan tocado y retorcido sigue todavía dando tanto de sí.

El desmadre (malas madres 2) llega (a tiempo para la Navidad) a las pantallas españolas el 8 de diciembre

viernes, 1 de diciembre de 2017

EL TRIÁNGULO DE LAS ALTURAS

Guión, fotografía, vestuario...hay películas que parecen fruto de otra época, algo que puede ser elogioso, aunque no necesariamente. Este es el caso de El vacío (The void), mutable cinta de terror que podría haber sido filmada a comienzos de los 90, tanto en espíritu como en forma, e incluso por algún pequeño detalle (las Polaroid, la ausencia de móviles...).
 Horror cósmico con un toquecito lovecraftiano la película tiene un trasfondo interesante, pero oscila continuamente entre subgéneros, pareciendo arrancar del terreno de los home invaders para pasar al terror hospitalario, con sectas y a posteriori interdimensional, coqueteando con el cine con bicho e incluso acercándose, con un maquillaje más excesivo y bizarro al campo de la amenaza zombie.
Pero aunque lo pretende con ahínco sus personajes, herederos de unos cuantos tópicos (el policía que se enfrenta a la noche de su vida acabando su turno, la enfermera novata, el desconocido peligroso que oculta más de lo que parece...hasta la cándida embarazada) no logran alcanzar ese nivel de empatía que logra introducirnos plenamente en una trama que se nos antoja endeble, a pesar de estar bien hilada, dejando mucho en el tintero y dando bandazos a la hora de presentar un sentido del horror demasiado grandielocuente y quedando muy lejos de aquello que pretende, rozando el rídículo especialmente en sus escenas cumbre (el sacrificio final).
El vacío tiene cierta voluntad de estilo ( las elipsis) pero carece del alma de aquellas cintas de terror de los 90 que no parece perder nunca de vista, dejándonos la sensación de asistir casi a una versión trasnochada y terrena de Horizonte final ( una película más que recomendable) y con la sensación de que quizás en otras manos, y con un mejor sentifo del ritmo (y eso que en realidad la película es bastante breve) podríamos haber asistido al nacimiento de una saga de culto.
Terror con su ración de gore y unas cuantas criaturas de acompañamiento poco deseable The void llega a los cines el 8 de diciembre.