Ambientada en 1909 la película arranca con ecos al Drácula literario con la presentación de un maestro que llega a un pequeño pueblo gallego para ocuparse de la escuela. Poniendo la razón como bandera y defendiendo la cultura Miguel se va a encontrar con cosas que no comprende y con un lugar que no solo parece ser frontera entre España y Portugal sino entre Dos mundos. "Cuerpo abierto" se convierte así en una atípica pelicula sobre espíritus y posesiones en la que la clave es, tomando como clave a un personaje que se enfrenta a algo que no conoce (y que realmente no desea conocer), la atmósfera.
Sacando el mejor partido de los escenarios naturales y la fauna, forjando una paleta de grises en el que el blanco, asociado aquí a la muerte, se torna más siniestro, el clima opresivo que va afectando poderosamente a sus personajes es lo que realmente da sal a una película que promete más de lo que da. Su interesante premisa no llega a dar el do de pecho, a pesar de algún giro inesperado y más de una gran línea de diálogo, pero el acudir a terrenos comunes (razón frente a superstición) y su irregular ritmo no beneficia a una trama de cierto toque clásico.
Siempre se agradecen propuestas como esta, con su fuerte aroma a folk horror galaico, pero queda más como una propuesta curiosa para amantes del género que para aquel que esté buscando una cinta de terror al uso. Sin embargo el potencial sigue allí.
" Cuerpo abierto" llega a los cines el 9 de diciembre
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