Llega uno de los momentos más aterradores de nuestro tiempo...el fin de mes. Por suerte este ha sido cortito y casualmente este fin de semana, a la espera de los numerosos acontecimientos cienmatográficos que tendrán lugar durante los próximos días (Exhumed movies, SyFy, presentación de Nocturna con proyeccción de El Resplandor...) hay un montón de cosas terroríficas para hacer...pero mucho más divertidas. Así que hoy tocan ¡planes de miedo para el fin de semana!
Para empezar este fin de semana se estrena La mujer de negro. El ángel de la muerte (así, sin el 2, aunque se trata de una secuela). Con un cartel muy inquietante y ya sin la presencia de Daniel Radcliffe promete una atmósfera inquietante y muchos sustos...y la próxima semana tendréis la crítica por estos lares.
También en el marco del terror tendrá lugar esta noche y sólo esta en el cine Artistic Metropol (Cigarreras 6) una de sus Scifiworld Fright Nights (http://artisticmetropol.es/web/scifiworld-fright-nights-wax-zarpazos/) con la proyección de dos películas de Víctor Matellano, de las que ya hemos hablado aquí en su Monigotorium: Wax (http://monigotorium.blogspot.com.es/2014/06/nocturneando-v.html) y Zarpazos (http://monigotorium.blogspot.com.es/2014/07/la-sombra-del-terror-mas-escalofriante.html. ). Curiosa cinta sobre un periodista que se enfrenta a sus propios miedos en el incomparable marco del Museo de Cera de Barcelona la primera y agudo reportaje sobre el cine de terror español más clásico la segunda son una cita ineludible con el género.
Y por si apetece más quedarse en casita recientemente han aparecido unas buenas publicaciones para disfrutar del terror entre las cuatro paredes propias.
La primera el curioso Diario de los asesinos, recopilación bellamente ilustrada de una serie de periódicos aparecidos en el siglo XIX con mucho humor negro y verguënza más bien poca cuya autoría se supone (nunca fue demostrada) de diversas plumas conocidas bajo seudónimo. Un delicioso caramelo envenenado. Más información en http://www.lafelguera.net/web/Diario-de-los-Asesinos-Organo,236.html
También ha aparecido una nueva aventura de Dylan Dog, el detective de las pesadillas, pero en un formato un poco más lujoso de lo que nos tienen acostumbrados por estos lares. Mater morbi, como su nombre indica, nos cuenta como nuestro héroe se enfrenta a su peor enemigo hasta el momento: la enfermedad, en un drama sobrenatural muy inquietante. Para fans y no fans, con la calidad a la que nos tiene acostumbrados. Más en http://www.ecccomics.com/comic/dylan-dog-mater-morbi-edicion-especial-1387.aspx
Y por último algo qeu se puede comprar más cerca de casa. Este mes la revista Cinemanía presenta un delicioso reportaje sobre (según ellos) las mejores 100 películas de terror. Echo unas cuantas de menos como El gabinete del Doctor Caligari, The descent y la japonesa La maldición y con otro puñado no estoy de acuerdo, pero supongo que a la mayoría les pasará lo mismo (cuenten, cuenten...del total he visto 84...malditas lagunas) pero se lee con agrado y además dedica espacios especiales a La parada de los monstruos y El Resplandor, así como una lista de las 10 peores, del bien documentado José Viruete...ahí es nada.
Y seguramente quedan muchas cosas, pero por desgracia no las conocemos todas...más (pseudo)críticas y alguna sorpresa más la próxima semana. Permanezcan atentos a este canal.
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viernes, 27 de febrero de 2015
jueves, 26 de febrero de 2015
A TIRO LIMPIO
Cuando Clint Eastwood se paseaba por el polvoriento Far West de Almería allá por el siglo pasado nadie sospechaba que bajo aquel poncho mugriento se ocultaba el talento de un cineasta con garra capaz de deleitarnos con películas tan maravillosas como Sin perdón, Mystic river o Million dollar baby, todas ellas cintas acreedoras de merecidas buenas críticas y múltiples premios. Cuando asmó las orejas sus última obra, con media docena de nominaciones a los oscars bajo el brazo (de las que se llevaría el correpondiente a la mejor mezcla de sonido) podíamos temernos los mejor...o lo peor, tras sus patinazos más recientes (como la ambiciosa J. Edgar). Ayer salimos de dudas y por eso hoy hablamos de El francotirador.
Cinta biográfica sobre el marine Chris Kyle se abre con una escena impactante: una pareja de soldados apostado en la azotea de un edificio vigila la calle por donde avanzan sus compañeros para descubrir que una mujer y un niño pequeño se acercan armados con una granada, tras lo que uno de ellos apunta y...dispara. No llegaremos a ver el desenlace hasta minutos después, cuando nos haya presentado a nuestro protagonista, un cowboy de rodeo, tirador desde muy niño, que se enroló en los marines y más tarde luchó en Irak, donde causó tantas bajas como francotirador que se ganó el apelativo de "la leyenda", hasta que decicdió volver a EE.UU. y dedicarse a su familia y a auudar a otros veteranos. Si bien Clint Eastwood nos ha demostrado que puede crear un buen western y una buena cinta bélica esta película se presenta pronto como un curioso híbrido, con un protagonista texano que empieza siendo vaquero y que más tarde, como no puede dedicarse a cazar bisontes o indios marcha a Irak por "estar cabreado" (literalmente...también nos regalará otras perlas como que dispara mejor a "algo que respira"), dando lugar a una parte central del film que no se presenta muy lejana de la supervivencia en la frontera ante un enemigo hostil que apenas conoceremos a diferencia de otras películas del género (el malo por excelencia de la cinta, otro tirador de élite, no tiene frase alguna y es tan malo que hasta juguetea con los proyectiles...no me atendré a los aspectos reales de la historia en que se basa la película pero detalles como este o el uso del logo del personaje de marvel El castgador -Punisher- en uniformes y vehículos del ejército americano infantilizan notablemente la película-). Así nos encontramos con una ristra de personajes parcos en profundidad psicológica, con ligeros atisbos como la infancia de un protagonista con un padre que le educa con dureza (relevante el discurso sobre lobos, ovejas y perros pastores...es difícil salir del símil rural), pero que no deja de ser un macho alfa de esos de mano larga, simpleza de miras (por mucho que intente mostrarnos en un par de escenas sus dudas al disparar) y con pocos remordimientos (como se ve en la entrevista con el psicólogo) , así como una partenaire femenina que no aporta todo el conflicto derivado de una guerra terrible que hace que apenas vea a un marido (que la noche que se conocen le sujeta el pelo mientras ella vomita...me resulta un romanticismo un tanto extraño), que parece sólo volver para dejarla embarazda (eso sí, llora como una Magdalena porque no sabemos si es por casualidad o por gafe la mayoría de las veces que estan hablando comienza un tiroteo de los gordos o similar), mientras que el resto quedan reducidos a meros comparsas que en en su mayoría se limitan a alabar la labor del protagonista. Incluso escenas de pretendida tensión se revelan inconsistentes como aquella en que Kyle sube a la azotea para encontrarse a un furioso perro encadenado (¿por qué no le dispara primero? si el enemigo ya conoce su posición..) en un metraje que en sus primeros instantes (la escena de la mujer y el niño) prometía mucho más. Y sólo en los últimos momentos de la película se introducirá con más fuerza el problema real de la vuelta al frente tras una bella escena, lo mejor de la película y casi deudora del cine mudo (se trata además de un film en el que priman más los efectos de sonido que una mermada banda sonora) en que todo el batallón desaparece en una tormenta de arena mintras los evacuan, mostrando los arranques de violencia (ojo nunca contra seres humanos...americanos se sobreentiende, una vez visto el resto del metraje), su primera reticencia al volver a casa (pasa primero por el bar) y sobre todo el revelador plano (no excesivamente original pero sí bien resuelto) en que encontramos al protagonista ante el televisor viendo lo que presumimos es una película de guerra, para descubrir que el sonido sólo está en su cabeza ya que el aparato ni siquiera está encendido. Pero son momentos que parcecen casi introducidos con calzdor a última hora, en una historia que parece arrastrarse a trompicones, pasando con gran rapidez del rodeo al típico entrenamiento con duro instructor, para pasar casi de puntillas por los dramas familiares de Kyle paralelos a la guerra (persomajes que aparecen y desaparcen o que de repente están muertos y sólo lo sabemos por algún diálogo), y que si bien asoma un pequeño destello (como la brutal tortura del niño de la familia que le ha delatado por parte de "El carnicero") del drama de la población civil, nos da sólo el punto de vista del "héroe" , con una visión plana y "patriótica" del conflicto que no favorece a una cinta que, en manos de Eastwood, al menos el que descubrimos en Cartas desde Iwo Jima, habría dado mucho más de sí. Y ese final de los títulos de crédito con imágenes de archivo reales y que convierten la cinta en toda una elegía le hace flaco favor.
Para patriotas americanos enfervorecidos y completistas en materia de cine bélico, una cinta más bien planilla que prometía mucho más.
Cinta biográfica sobre el marine Chris Kyle se abre con una escena impactante: una pareja de soldados apostado en la azotea de un edificio vigila la calle por donde avanzan sus compañeros para descubrir que una mujer y un niño pequeño se acercan armados con una granada, tras lo que uno de ellos apunta y...dispara. No llegaremos a ver el desenlace hasta minutos después, cuando nos haya presentado a nuestro protagonista, un cowboy de rodeo, tirador desde muy niño, que se enroló en los marines y más tarde luchó en Irak, donde causó tantas bajas como francotirador que se ganó el apelativo de "la leyenda", hasta que decicdió volver a EE.UU. y dedicarse a su familia y a auudar a otros veteranos. Si bien Clint Eastwood nos ha demostrado que puede crear un buen western y una buena cinta bélica esta película se presenta pronto como un curioso híbrido, con un protagonista texano que empieza siendo vaquero y que más tarde, como no puede dedicarse a cazar bisontes o indios marcha a Irak por "estar cabreado" (literalmente...también nos regalará otras perlas como que dispara mejor a "algo que respira"), dando lugar a una parte central del film que no se presenta muy lejana de la supervivencia en la frontera ante un enemigo hostil que apenas conoceremos a diferencia de otras películas del género (el malo por excelencia de la cinta, otro tirador de élite, no tiene frase alguna y es tan malo que hasta juguetea con los proyectiles...no me atendré a los aspectos reales de la historia en que se basa la película pero detalles como este o el uso del logo del personaje de marvel El castgador -Punisher- en uniformes y vehículos del ejército americano infantilizan notablemente la película-). Así nos encontramos con una ristra de personajes parcos en profundidad psicológica, con ligeros atisbos como la infancia de un protagonista con un padre que le educa con dureza (relevante el discurso sobre lobos, ovejas y perros pastores...es difícil salir del símil rural), pero que no deja de ser un macho alfa de esos de mano larga, simpleza de miras (por mucho que intente mostrarnos en un par de escenas sus dudas al disparar) y con pocos remordimientos (como se ve en la entrevista con el psicólogo) , así como una partenaire femenina que no aporta todo el conflicto derivado de una guerra terrible que hace que apenas vea a un marido (que la noche que se conocen le sujeta el pelo mientras ella vomita...me resulta un romanticismo un tanto extraño), que parece sólo volver para dejarla embarazda (eso sí, llora como una Magdalena porque no sabemos si es por casualidad o por gafe la mayoría de las veces que estan hablando comienza un tiroteo de los gordos o similar), mientras que el resto quedan reducidos a meros comparsas que en en su mayoría se limitan a alabar la labor del protagonista. Incluso escenas de pretendida tensión se revelan inconsistentes como aquella en que Kyle sube a la azotea para encontrarse a un furioso perro encadenado (¿por qué no le dispara primero? si el enemigo ya conoce su posición..) en un metraje que en sus primeros instantes (la escena de la mujer y el niño) prometía mucho más. Y sólo en los últimos momentos de la película se introducirá con más fuerza el problema real de la vuelta al frente tras una bella escena, lo mejor de la película y casi deudora del cine mudo (se trata además de un film en el que priman más los efectos de sonido que una mermada banda sonora) en que todo el batallón desaparece en una tormenta de arena mintras los evacuan, mostrando los arranques de violencia (ojo nunca contra seres humanos...americanos se sobreentiende, una vez visto el resto del metraje), su primera reticencia al volver a casa (pasa primero por el bar) y sobre todo el revelador plano (no excesivamente original pero sí bien resuelto) en que encontramos al protagonista ante el televisor viendo lo que presumimos es una película de guerra, para descubrir que el sonido sólo está en su cabeza ya que el aparato ni siquiera está encendido. Pero son momentos que parcecen casi introducidos con calzdor a última hora, en una historia que parece arrastrarse a trompicones, pasando con gran rapidez del rodeo al típico entrenamiento con duro instructor, para pasar casi de puntillas por los dramas familiares de Kyle paralelos a la guerra (persomajes que aparecen y desaparcen o que de repente están muertos y sólo lo sabemos por algún diálogo), y que si bien asoma un pequeño destello (como la brutal tortura del niño de la familia que le ha delatado por parte de "El carnicero") del drama de la población civil, nos da sólo el punto de vista del "héroe" , con una visión plana y "patriótica" del conflicto que no favorece a una cinta que, en manos de Eastwood, al menos el que descubrimos en Cartas desde Iwo Jima, habría dado mucho más de sí. Y ese final de los títulos de crédito con imágenes de archivo reales y que convierten la cinta en toda una elegía le hace flaco favor.
Para patriotas americanos enfervorecidos y completistas en materia de cine bélico, una cinta más bien planilla que prometía mucho más.
miércoles, 25 de febrero de 2015
ENCUNETROS EN LA BIZARRA FASE
A los extraterrestres no les gustamos. Tras ese pequeño respiro que fueron Encuentros en la tercera fase y E.T. los alienígenas con mal café volvieron y, ocn la honrosa excepción de las cintas de acción (ahí está Los guardianes de la galaxia) nos siguen haciendo la puñeta en cintas como las recientes Almost human o la olvidable Extraterrestrial. Y todavía más recientes...por eso hoy hablamos de La señal (no ocnfundir con otras de igual nombre...).
La cinta nos cuenta la historia de Nic, un metódico joven aquejado por una enfermedad degenerativa que le obliga a llevar muletas, que con un amigo acompañan a su novia en una mudanza, pero todo se torcerá cuando, tras rastrear una misteriosa señal a una casa aparentemene abandonada donde parece ocultarse un pirata informático con el que han colaborado anteriormente y que durante el traslado empieza a dar nuevas señales de vida, son abducidos y posteriormente despiertan en unas instalaciones donde serán analizado por un grupo de científicos que afirman están contaminados por un ente extraterrestre...y las sorpresas no han hecho más que empezar. La señal es uia curiosa cinta de ciencia ficción a la que se gusta cambiar de género, partiendo de una road movie en la que conocemos mejor el carácter y las motivaciones de los personajes (a veces con muy poco conmo con los planos de las manos de Nic) para mutar rápidamente en una película de terror tipo found footage (la parte de la casa abandonada) y, tras un desarrollo propio del cine clásico de abduciones (vaca y referencias al área 51 incluída y hombres...diríamos que de blanco por los monos que llevan...no haremos chistes con el papel de Laurence Fishburne) con un puntito Prison break alcanzar unos tintes épicos en su tramo final que incluso nos haría plantearnos si, con otro punto de vista y publicidad a manta, podría haberse convertido en una franqueicia al estilo de Los juegos del hambre o El corredor del laberinto. Si bien en un primer momento nos da la ligera impresión de que asistimos a una película ya empezada esto se revela pronto como una breve pausa para empatizar con los personajes (la enfermedad de Nic, la fidelidad de su amigo que se revelará relevante para el desenlace, las dificultades de la pareja...) y ponernos rápidamente en harina en una cinta que toma muchos elementos clásicos del género rodeados de un halo misterioso que mantiene el interés en todo momento, con escenas tan inquietantes como la de la alarma tras el experimento cuya causa desconocemos pero que deja las paredes con unos aterradores arañazos, y que sabe combinar con momentos más dramáticos (los flashbacks del parque de atracciones), con un ritmo que, si bien es relativamente pausado no permite que la película decaiga, aunque hay algún elemento que parece chirriar con el conjunto en un primer momento para posteriormente revelarse menos absurdo de lo que parece (la advertencia ante el plan de huida...para casi inmediatamente partir a la caza y captura de los fugitivos, la actitud de los habitantes de los alrededores de la base, entre los que no podemos dejar de destacar a la ancianita que oye a los ángeles con sus empastes...a Mulder le habria encantado). La señal es una película con un desarrollo original de esas que dan un buen puñado de sorpresas (y no solo en el desenlace) y nos deja con más interrogantes que con las que entramos, pero bien hilada y con unos personajes de voluntad fuerte que no dejan de despertar la simpatía en el espectador, rodada con eficacia y capaz de crear imágenes hermosas incluso en los momentos más dramáticos (los científicos en medio del gas rojo, las explosiones a cámara lenta...), dejando un buen sabor de boca en un subgénero que normalmente tira más hacia el terror (La cuarta fase), si bien algún momento terrorífico hallamos en esta, pero que aquí queda más cerca de la ciencia ficción más clásica e incluso del cine romántico, con un puntito muy original.
Para los fans de la ciencia ficción y aquellos que se atrevan con una cinta de alienígenas diferente.
La cinta nos cuenta la historia de Nic, un metódico joven aquejado por una enfermedad degenerativa que le obliga a llevar muletas, que con un amigo acompañan a su novia en una mudanza, pero todo se torcerá cuando, tras rastrear una misteriosa señal a una casa aparentemene abandonada donde parece ocultarse un pirata informático con el que han colaborado anteriormente y que durante el traslado empieza a dar nuevas señales de vida, son abducidos y posteriormente despiertan en unas instalaciones donde serán analizado por un grupo de científicos que afirman están contaminados por un ente extraterrestre...y las sorpresas no han hecho más que empezar. La señal es uia curiosa cinta de ciencia ficción a la que se gusta cambiar de género, partiendo de una road movie en la que conocemos mejor el carácter y las motivaciones de los personajes (a veces con muy poco conmo con los planos de las manos de Nic) para mutar rápidamente en una película de terror tipo found footage (la parte de la casa abandonada) y, tras un desarrollo propio del cine clásico de abduciones (vaca y referencias al área 51 incluída y hombres...diríamos que de blanco por los monos que llevan...no haremos chistes con el papel de Laurence Fishburne) con un puntito Prison break alcanzar unos tintes épicos en su tramo final que incluso nos haría plantearnos si, con otro punto de vista y publicidad a manta, podría haberse convertido en una franqueicia al estilo de Los juegos del hambre o El corredor del laberinto. Si bien en un primer momento nos da la ligera impresión de que asistimos a una película ya empezada esto se revela pronto como una breve pausa para empatizar con los personajes (la enfermedad de Nic, la fidelidad de su amigo que se revelará relevante para el desenlace, las dificultades de la pareja...) y ponernos rápidamente en harina en una cinta que toma muchos elementos clásicos del género rodeados de un halo misterioso que mantiene el interés en todo momento, con escenas tan inquietantes como la de la alarma tras el experimento cuya causa desconocemos pero que deja las paredes con unos aterradores arañazos, y que sabe combinar con momentos más dramáticos (los flashbacks del parque de atracciones), con un ritmo que, si bien es relativamente pausado no permite que la película decaiga, aunque hay algún elemento que parece chirriar con el conjunto en un primer momento para posteriormente revelarse menos absurdo de lo que parece (la advertencia ante el plan de huida...para casi inmediatamente partir a la caza y captura de los fugitivos, la actitud de los habitantes de los alrededores de la base, entre los que no podemos dejar de destacar a la ancianita que oye a los ángeles con sus empastes...a Mulder le habria encantado). La señal es una película con un desarrollo original de esas que dan un buen puñado de sorpresas (y no solo en el desenlace) y nos deja con más interrogantes que con las que entramos, pero bien hilada y con unos personajes de voluntad fuerte que no dejan de despertar la simpatía en el espectador, rodada con eficacia y capaz de crear imágenes hermosas incluso en los momentos más dramáticos (los científicos en medio del gas rojo, las explosiones a cámara lenta...), dejando un buen sabor de boca en un subgénero que normalmente tira más hacia el terror (La cuarta fase), si bien algún momento terrorífico hallamos en esta, pero que aquí queda más cerca de la ciencia ficción más clásica e incluso del cine romántico, con un puntito muy original.
Para los fans de la ciencia ficción y aquellos que se atrevan con una cinta de alienígenas diferente.
martes, 24 de febrero de 2015
CRÍMENES CON PRIMATE
El libro nos obsesionó. Corman y Price nos malacostumbraron a una visión diferente. Y más tarde llegaron los Simpsons y lo remataron en forma de poema. Los relatos de Poe nunca nos han sido muy ajenos, y cuando pensábamos que lo habíamos visto casi todo quedaba algo por ver, algo que, al menos en España, no se había estrenado jamás. Se trata de la ínédita en nuestros cines Murders in the Rue Morgue (1971), una cinta que, irónicamente, fue rodada en España pero jamás llegó a ver la luz en nuestros cines hasta que el pasado sábado, en que tal error se subsanó con la proyección en el cine Artistic Metropol (Cigarreras 6) y en una de sus SFW Fright nights, con la presencia de su diseñador de producción Jose Luis Galicia y el director y escritor Víctor Matellano, que hizo una breve introducción. Todo un lujo.
La cinta parte de algo que nos resulta muy familiar, un feroz primate enjaulado que tras un breve forcejeo se libra de su prisión y se abalanza sobre una joven que está siendo torturada por un misterioso hombre, pero nada es lo que parece, y lo que estamos observando, y que sólo sabremos tras abandonar la cuarta pared para esuchar el grito de una aterrada espectadora, es una obra de corte grandguignolesco y es lo más cerca que estaremos del relato original de Poe. A pesar de su título estos asesinatos tienen poco, por no decir nada con el original de Poe. Olviden a Dupin y el clásico crimen (casi) irresoluble de habitación cerrada, pues nada de eso se encuentra aquí, con una serie de asesinatos que parecen pivotar en torno a uno de los miembros de la compañía cuya esposa sufre unas extrañas pesadillas, con un investigador que aquí es Vidocq (pero por favor, olviden la posterios película homónima) y un asesino que tiene mucho más de humano que de animal por mucho que en un primer momento tome prestado un disfraz de gorila. Y es que nos encontramos de un film más cercano, y como veremos con más claridad a medida que avanza su metraje al Fantasma de la ópera, con un personaje marcado por heridas físicas y espirituales que le convierten en un criminal (y que aquí no carece ni de máscara ni de teatro, acentuando el simil) que al universo de Poe. Producción con ese exquisito arojma añejo, con un cuidado diseño de producción y vestuario que ayudan a sumergirnos rápidamente en una trama que si bien en un primer momento parece muy clara (asesinatos interconectados fruto de un terrible suceso del pasado que se nos revela poco a poco) a posteriori nos daremos cuenta que juega con elementos que casi podríamos tildar de flashforward (o de premoniciones), dotándola de un toque francamente original. Se trata de una película que cuenta con imágenes muy poderosas, sabiendo jugar con elementos propios del teatro (la imagen recurrente del cuerpo que cae y cuya identidad sólo conoceremos al final) o la feria (el asesinato en el tiovivo) y que la dotan de un particular encanto, si bien hay otros que a nivel argumental, aun estando perfectamente encuadrados en estos mundos, se vuelven escesivamnte fantásticos (la explicación de como uno de los personajes es dado por muerto) aun remitiendo a otros clásicos (el empleo del ácido, visto en El fantasma de la ópera de la Universal, o, en su vertiente más extrema, en House of Haunted Hill) y que nos apartan ligeramente de una trama que, en su sordidez tiene más de policiaca que de sobrenatural, si bien investigan más las víctimas potenciales que los propios representantes del orden y las desosegantes imágenes de las recurrentes pesadillas pueden en un primer momento indicar otra cosa. Una película clásica en formas, con momentos y escenarios de gran belleza, que sin duda atraerá a los devotos del espíritu de la casa Hammer con una Rue Morgue que se aleja de la que habríamos prefigurado en un pricipio, pero que visto el resultado deurante el visionado tampoco echamos de menos.
Para amantes del fantástico más clásico, un policiaco con toques de terror que no decepciona.
La cinta parte de algo que nos resulta muy familiar, un feroz primate enjaulado que tras un breve forcejeo se libra de su prisión y se abalanza sobre una joven que está siendo torturada por un misterioso hombre, pero nada es lo que parece, y lo que estamos observando, y que sólo sabremos tras abandonar la cuarta pared para esuchar el grito de una aterrada espectadora, es una obra de corte grandguignolesco y es lo más cerca que estaremos del relato original de Poe. A pesar de su título estos asesinatos tienen poco, por no decir nada con el original de Poe. Olviden a Dupin y el clásico crimen (casi) irresoluble de habitación cerrada, pues nada de eso se encuentra aquí, con una serie de asesinatos que parecen pivotar en torno a uno de los miembros de la compañía cuya esposa sufre unas extrañas pesadillas, con un investigador que aquí es Vidocq (pero por favor, olviden la posterios película homónima) y un asesino que tiene mucho más de humano que de animal por mucho que en un primer momento tome prestado un disfraz de gorila. Y es que nos encontramos de un film más cercano, y como veremos con más claridad a medida que avanza su metraje al Fantasma de la ópera, con un personaje marcado por heridas físicas y espirituales que le convierten en un criminal (y que aquí no carece ni de máscara ni de teatro, acentuando el simil) que al universo de Poe. Producción con ese exquisito arojma añejo, con un cuidado diseño de producción y vestuario que ayudan a sumergirnos rápidamente en una trama que si bien en un primer momento parece muy clara (asesinatos interconectados fruto de un terrible suceso del pasado que se nos revela poco a poco) a posteriori nos daremos cuenta que juega con elementos que casi podríamos tildar de flashforward (o de premoniciones), dotándola de un toque francamente original. Se trata de una película que cuenta con imágenes muy poderosas, sabiendo jugar con elementos propios del teatro (la imagen recurrente del cuerpo que cae y cuya identidad sólo conoceremos al final) o la feria (el asesinato en el tiovivo) y que la dotan de un particular encanto, si bien hay otros que a nivel argumental, aun estando perfectamente encuadrados en estos mundos, se vuelven escesivamnte fantásticos (la explicación de como uno de los personajes es dado por muerto) aun remitiendo a otros clásicos (el empleo del ácido, visto en El fantasma de la ópera de la Universal, o, en su vertiente más extrema, en House of Haunted Hill) y que nos apartan ligeramente de una trama que, en su sordidez tiene más de policiaca que de sobrenatural, si bien investigan más las víctimas potenciales que los propios representantes del orden y las desosegantes imágenes de las recurrentes pesadillas pueden en un primer momento indicar otra cosa. Una película clásica en formas, con momentos y escenarios de gran belleza, que sin duda atraerá a los devotos del espíritu de la casa Hammer con una Rue Morgue que se aleja de la que habríamos prefigurado en un pricipio, pero que visto el resultado deurante el visionado tampoco echamos de menos.
Para amantes del fantástico más clásico, un policiaco con toques de terror que no decepciona.
lunes, 23 de febrero de 2015
OSQUEANDO
Anoche fue una noche aciaga para Batman. Tanto Michael Keaton, el hombre murciélago timburtoniano, como Everithing is awesome, la canción de La LEGO película, en cuya trama y número musical en la gala, tenía importante peso, se fueron de vacío en la ceremonia de los Óscars a cuya retransmisión en los Callao City Lights (Cines Callao de toda de la vida para los amigos) pudimos ver la pasada madrugada (tras más de dos horas de cola, pero con refresco y palomitas por cuenta de la casa, lo cual se agradece sobremanera). Tampoco tuvieron muchas suerte otros superhéroes de la casa rival, Marvel, cuando las correspondientes entregas del Capitán América y Los guardianes de la Galaxia se vieron relegadas en las categorías en las que estaban nominadas...pero por supuesto esto no fue todo en una noche en que Birdman y El gran hotel Budapest, con el permiso de Whiplasth, se quedaron con todo lo gordo. Ahí vamos.
Planteada en un inicio como una lucha sin cuartel entre Birdman y Boyhood, que en su momento había sido la gran triunfadora de los Globos de Oro, la gala empezó con lo mejorcito de la noche, un número potagonizado por el anfitrión, Neil Patrick Harris, al que se siumarían Anna Kendrick , repitiendo su rol (y traje) en la también nominada en varias categorías Into the woods, y un más roquero Jack Black que acabó casi recibiendo un zapatazo, en el que cantó, bailó, jugó en un precioso efecto con sombras familiares y se coló gracias a la magia del croma en películas como Ghost, La guerra de las galaxias o Los Vengadores, y todo acompañado por un cuerpo de baile en el que no faltaron ni stormtroopers (como diría uno de los tristemente fallecidos el pasado año "No hemos reparado en gastos"). Sólo volvería a brillar, y no tanto, en un breve gag en el que el actor de Mil maneras de morder el polvo se vió inmerso en el mismo problema que el protagonista de Birdman (con un toquecillo de Whiplash) y que le llevó a aparecer en el escenario sin esmoquin amén de otras prendas...yo la verdad me quedé esperando algo similar relativo a otras de las facvoritas por parte del señor Harris, pero sólo hubo espacio para algún chascarrillo más (me quedo con el relativo al vestuario de una de las ganadoras, rico em pompones, o la alusón a los extras que rellenan los huecos de la sala) y un presuntamente gran final mágico que quedó algo más descafeinado de lo esperado.
¿Y en medio qué? Premios y más premios, con unos discursos reivindicativos bastante acertados y un momentillo de locura en el caso de los galardonados por el mejor guión adaptado y mejor actor ( un Eddie Redmayne eufórico hasta extremos estratosféricos y al que en vez de darle por llorar le dió por reir)....así como un momnto pelín chocante cuando el triplemente premiado Alejandro González Iñárritu habló de sus "calzoncillos de la suerte".Y hubo para todos, o al menos para casi todos con las excepciones de la muy recomendable Foxcatcher o la magnífica Mr. Turner (que se fue de vacío en las que eran todas categorías técnicas ante El gran hotel Budapest que literalmente arrasó en este campo), hasta Interstellar, una de las grandes olvidadas, se llevó la pedrea en forma de Mejores efectos especiales (de Perdida mejor no hablo, que su olvido parcial me duele, pero habría sido curioso si hubiese ganado en una de las pocas nominaciones que arañó, perdonen el medio spoiler, ver en el escenaro juntos al presentador y a Rosamund Pyke, después de lo que le hace en esta cinta...). Y un pleno en categorías de animación para la Disney, que aun siendo apabullante a nivel formal, triunfó como película de animación en unas nominaciones que habían olvidaddo descaradamente la maravillosa la LEGO película, que se tuvo que conformar con un número musical en el que se regalaron estatuillas de bloques a otros que tampoco llegarían a llevárselo.
Y por supuesto todo aderezado con momentos clásicos como el minireportaje de los premios honoríficos, ahora Premios Gobernador (una pena su destierro en las últimas galas y más un año como este en que se lo han llevado entre otros Maureen O'Hara o el maestro Miyazaki), el recuerdo de los fallecidos este año o las interpretaciones de las nominadas a la Mejor canción, entre la que destacó, incluso antes de alzarse con el premio, un Glory de Selma, que era puro musical, y de los caros. Por supuesto no podemos olvidar la brillante interpretación de Lady Gaga de algunos fragmentos de Sonrisas y lágrimas, homenajeada en su 50 aniversario (que se dice pronto)...claro que una se pregunta ¿Tienes a Lady Gaga, y una película con monjas y nazis, y sale esto?...quedó precioso pero algo falla aquí, nos han dado el cambiazo.
En resumen una gala correcta, con premios muy repartidos, y que difícilmente quedará para el recuerdo como muchas otras. Además dejó para el olvido los que habrían sido los premios más merecidos de la noche, el de maquillaje para el maquillador de Uma Thurman y el de efectos especiales para el cirujano de Renée Zellweger...y es que los Oscars, con su glamour y oropel saca lo peor de nosotros mismos...¡mañana volvemos con las pseudocríticas de siempre!...permanezcan atentos a este canal.
Planteada en un inicio como una lucha sin cuartel entre Birdman y Boyhood, que en su momento había sido la gran triunfadora de los Globos de Oro, la gala empezó con lo mejorcito de la noche, un número potagonizado por el anfitrión, Neil Patrick Harris, al que se siumarían Anna Kendrick , repitiendo su rol (y traje) en la también nominada en varias categorías Into the woods, y un más roquero Jack Black que acabó casi recibiendo un zapatazo, en el que cantó, bailó, jugó en un precioso efecto con sombras familiares y se coló gracias a la magia del croma en películas como Ghost, La guerra de las galaxias o Los Vengadores, y todo acompañado por un cuerpo de baile en el que no faltaron ni stormtroopers (como diría uno de los tristemente fallecidos el pasado año "No hemos reparado en gastos"). Sólo volvería a brillar, y no tanto, en un breve gag en el que el actor de Mil maneras de morder el polvo se vió inmerso en el mismo problema que el protagonista de Birdman (con un toquecillo de Whiplash) y que le llevó a aparecer en el escenario sin esmoquin amén de otras prendas...yo la verdad me quedé esperando algo similar relativo a otras de las facvoritas por parte del señor Harris, pero sólo hubo espacio para algún chascarrillo más (me quedo con el relativo al vestuario de una de las ganadoras, rico em pompones, o la alusón a los extras que rellenan los huecos de la sala) y un presuntamente gran final mágico que quedó algo más descafeinado de lo esperado.
¿Y en medio qué? Premios y más premios, con unos discursos reivindicativos bastante acertados y un momentillo de locura en el caso de los galardonados por el mejor guión adaptado y mejor actor ( un Eddie Redmayne eufórico hasta extremos estratosféricos y al que en vez de darle por llorar le dió por reir)....así como un momnto pelín chocante cuando el triplemente premiado Alejandro González Iñárritu habló de sus "calzoncillos de la suerte".Y hubo para todos, o al menos para casi todos con las excepciones de la muy recomendable Foxcatcher o la magnífica Mr. Turner (que se fue de vacío en las que eran todas categorías técnicas ante El gran hotel Budapest que literalmente arrasó en este campo), hasta Interstellar, una de las grandes olvidadas, se llevó la pedrea en forma de Mejores efectos especiales (de Perdida mejor no hablo, que su olvido parcial me duele, pero habría sido curioso si hubiese ganado en una de las pocas nominaciones que arañó, perdonen el medio spoiler, ver en el escenaro juntos al presentador y a Rosamund Pyke, después de lo que le hace en esta cinta...). Y un pleno en categorías de animación para la Disney, que aun siendo apabullante a nivel formal, triunfó como película de animación en unas nominaciones que habían olvidaddo descaradamente la maravillosa la LEGO película, que se tuvo que conformar con un número musical en el que se regalaron estatuillas de bloques a otros que tampoco llegarían a llevárselo.
Y por supuesto todo aderezado con momentos clásicos como el minireportaje de los premios honoríficos, ahora Premios Gobernador (una pena su destierro en las últimas galas y más un año como este en que se lo han llevado entre otros Maureen O'Hara o el maestro Miyazaki), el recuerdo de los fallecidos este año o las interpretaciones de las nominadas a la Mejor canción, entre la que destacó, incluso antes de alzarse con el premio, un Glory de Selma, que era puro musical, y de los caros. Por supuesto no podemos olvidar la brillante interpretación de Lady Gaga de algunos fragmentos de Sonrisas y lágrimas, homenajeada en su 50 aniversario (que se dice pronto)...claro que una se pregunta ¿Tienes a Lady Gaga, y una película con monjas y nazis, y sale esto?...quedó precioso pero algo falla aquí, nos han dado el cambiazo.
En resumen una gala correcta, con premios muy repartidos, y que difícilmente quedará para el recuerdo como muchas otras. Además dejó para el olvido los que habrían sido los premios más merecidos de la noche, el de maquillaje para el maquillador de Uma Thurman y el de efectos especiales para el cirujano de Renée Zellweger...y es que los Oscars, con su glamour y oropel saca lo peor de nosotros mismos...¡mañana volvemos con las pseudocríticas de siempre!...permanezcan atentos a este canal.
viernes, 20 de febrero de 2015
CAPRICORNIOS DEL ESTE
La cabra ha llegado para pasar todo un añito con nosotros...como seguro habréis oído ya (aunque sólo sea porque el telediario suele rellenar sus últimos minutos con este tipo de noticias) desde esta misma semana nos hayamos inmersos en un año caprino. Haciendo un poco de historia (no tengáis miedo, no abarcaremos más de un párrafo) el horóscopo chino parte de un calendario lunar y se compone de 12 signos, que según la leyenda se corresponden o bien (se ve que hay más de una versión) con los doce animales que respondieron a la llamada de Buda, o bien a los que acudieron a una invitación a un banquete o a una carrera convocados por el Emperador de Jade. Y de ellos el único que repite aquí y en nuestro zodíaco (aunque en algún sitio lo hevisto sistituido por la oveja) es la cabra, por aquí Capricornio..
Para aquellos que viváis en Madrid o paséis por aquí os recordamos que este fin de semana tendrá lugar una feria tradicional con diversas muestras de la cultura y gastronomía chinas en la Plaza de España, pero también tendrán lugar diversos festejos en Valencia y Barcelona. Pero como es nuestra costumbre Monigotorium no sería Monigotorium sin el cine, así que a pesar de ser un animal no excesivamente popular cinematográficamente hablando (¿Por qué no será el año del tiburón? Se ve que por allí el bicho es merecedor de una sopa pero no de un año...) les recomendamos un programa triple dedicado, sí, sí a la cabra de rigor...sabemos que hay otras como la búlgara Cuerno de cabra o la comedia estadounidense Cabras y que aparecen unas cuantas en los dramones bíblicos de rigor (Los diez mandamientos) pero les dejamos con estas tres, más familiares (después de todo es año nuevo) y/o accesibles:
Y con esto les dejamos...rccuerden que el color rojo amén de ser bonito es el color de la buena suerte...ahí es nada. ¡Feliz año de la cabra de madera a todos! (no me pregunten por qué pero es así). La semana que viene volvemos con Foxcatcher, los óscars y mucho más.
Para aquellos que viváis en Madrid o paséis por aquí os recordamos que este fin de semana tendrá lugar una feria tradicional con diversas muestras de la cultura y gastronomía chinas en la Plaza de España, pero también tendrán lugar diversos festejos en Valencia y Barcelona. Pero como es nuestra costumbre Monigotorium no sería Monigotorium sin el cine, así que a pesar de ser un animal no excesivamente popular cinematográficamente hablando (¿Por qué no será el año del tiburón? Se ve que por allí el bicho es merecedor de una sopa pero no de un año...) les recomendamos un programa triple dedicado, sí, sí a la cabra de rigor...sabemos que hay otras como la búlgara Cuerno de cabra o la comedia estadounidense Cabras y que aparecen unas cuantas en los dramones bíblicos de rigor (Los diez mandamientos) pero les dejamos con estas tres, más familiares (después de todo es año nuevo) y/o accesibles:
- El día de la bestia. grandísima comedia satánica protagonizada por el tristemente desaparecido Álex Angulo, una historia en la que sin embargo la cabra es el villano (con y sin efectos especiales, ahí la verán haciendo su numerito encaramada a una escalera) en su vertiente de identificación con el Anticristo. Para ver si todavía no la han visto. Im-pres-cin-di-ble.
- El jorobado de Notre Dame: la versión más edulcorada del clásico de Víctor Hugo pero con momentos magistrales y una Catecdral de París que, a pesar de su majestuosidad, rara vez ha lucido mejor, nos trae una cabra, en forma de mascota de Esmeralda y bajo el nombre de Djali...de esos animalitos graciosos a los que nos ha acostumbrado Disney.
- Los hombres que miraban fijamente a las cabras: hasta en el cartel salen, y eso que argumentalmente no tenían tanto peso, película con un Clooney precafetero con punto de partida magistral que sin embargo pierde fuelle a medida que avanza su metraje...una pena, pero aún así goza de algún momento de antología.
Y con esto les dejamos...rccuerden que el color rojo amén de ser bonito es el color de la buena suerte...ahí es nada. ¡Feliz año de la cabra de madera a todos! (no me pregunten por qué pero es así). La semana que viene volvemos con Foxcatcher, los óscars y mucho más.
jueves, 19 de febrero de 2015
HASTA EL PANDEMONIUM Y MÁS ALLÁ
Hoy, cuando todavía no hace un año de su nacimiento Monigotorium se hace mayor, porque hoy he tenido la suerte de ser una de los pocos afortunados en poder acudir a mi primer pase de prensa (gracias mil), el de la cinta española Desde el infierno, película de terror con fuerte carga dramática que tendrá su primer pase en soiedad el próximo sábado 21 y de la que podéis saber más en facebook (https://www.facebook.com/DesdeElInfierno.Pelicula), twitter ( https://twitter.com/Luis_Endera) y por supuesto en su flamante blog (http://desdeelinfiernopelicula.blogspot.com.es/). Pero si queréis saber un poco más hoy os ponemos los dientes largos hablando de Desde el infierno (ojo, no confundir con la adaptación de From Hell de hace unos añitos).
Partiendo de un terreno que conocemos bien, la pérdida de un hombre de su esposa e hija en un inesperado accidente la cinta nos acompaña en su búsqueda de conocer a una hija que, debido a su dedicación laboral, estima no ha llegado a conocer del todo...pero por supuesto no todo es lo que parece y nuestro héroe descubrirá una faceta mucho más oscura de la niña que llora, y que no parece ajena al dramático hecho que abre la película. Nos encontramos ante un film que sabe hacer uso de varios tópicos del cine de terror en general y del cinte saránico en particular más habituales, como la presencia de psicólogos (una presencia necesaria a la que sin embargo habría que poner algún pero), parapsicólogos y sacerdotes, el uso de elementos sobrenaturales como las extrañas emisiones de la radio (que en algún momento nos hizo pensar en Amityville) y conexiones con un terrorífico pasado que apenas llegamos a atisbar (alguna referencia bíblica que nos hace pensar en la muy recomendable Lord of tears), y que sabe altenar con episodios de fuerte carga dramática más mundana como las conversaciones del protagonista con su padre (un Xavier Deltell en un rol muy alejado de a los que nos tiene acostumbrados y que es casi lo mejor de la película) y que sabe encuadrar en unos hermosos parajes naturales que presentan un fuerte contraste con la opresiva casa en la que se desarrolla el grueso de la acción. Nos encontramos ante una película con fuerte impronta clásica, que más gana cuando menos explícita es (la escena de padre e hija en el coche que apenas atisbamos) y que presenta una historia que francamente, cuando más empieza a agarrarnos (partes como la historia secundaria del sacerdote, que nos deja con ganas de más) se acaba de manera abrupta para desgacia nuestra. Sí, se pueden apreciar ciertas carencias y algún elemento que chirría en un argumento de desarrollo lógico (los diálogos de la psiquiatra, la presencia durante la llamada telefónica a esta,..), y alguna arista sin pulir ( los efectos en el rostro de la presencia maléfica...) propios de lo que ha sido un test screening de una película de bajo presupuesto, pero se agradece el que todavía en este país se intente hacer un cine de terror de género, aún contando con menos medios que las grandes (ahí tienen la última de Rec, mucha publicidad y mucha pasta pero que creo que todavía está achicando agua), pero con una historia interesante, una buena interpretación protagonista y alguna sorpresa en forma de secundario (busquen a cierto director de cine) que la convierten en una película digna en tener en cuenta y que revela el cariño por hacer cine.
Para esos amantes del cine satánico español (Ah, la endemoniada) y las historias clásicas de miedo, cine hecho con más espíritu que dinero.
Partiendo de un terreno que conocemos bien, la pérdida de un hombre de su esposa e hija en un inesperado accidente la cinta nos acompaña en su búsqueda de conocer a una hija que, debido a su dedicación laboral, estima no ha llegado a conocer del todo...pero por supuesto no todo es lo que parece y nuestro héroe descubrirá una faceta mucho más oscura de la niña que llora, y que no parece ajena al dramático hecho que abre la película. Nos encontramos ante un film que sabe hacer uso de varios tópicos del cine de terror en general y del cinte saránico en particular más habituales, como la presencia de psicólogos (una presencia necesaria a la que sin embargo habría que poner algún pero), parapsicólogos y sacerdotes, el uso de elementos sobrenaturales como las extrañas emisiones de la radio (que en algún momento nos hizo pensar en Amityville) y conexiones con un terrorífico pasado que apenas llegamos a atisbar (alguna referencia bíblica que nos hace pensar en la muy recomendable Lord of tears), y que sabe altenar con episodios de fuerte carga dramática más mundana como las conversaciones del protagonista con su padre (un Xavier Deltell en un rol muy alejado de a los que nos tiene acostumbrados y que es casi lo mejor de la película) y que sabe encuadrar en unos hermosos parajes naturales que presentan un fuerte contraste con la opresiva casa en la que se desarrolla el grueso de la acción. Nos encontramos ante una película con fuerte impronta clásica, que más gana cuando menos explícita es (la escena de padre e hija en el coche que apenas atisbamos) y que presenta una historia que francamente, cuando más empieza a agarrarnos (partes como la historia secundaria del sacerdote, que nos deja con ganas de más) se acaba de manera abrupta para desgacia nuestra. Sí, se pueden apreciar ciertas carencias y algún elemento que chirría en un argumento de desarrollo lógico (los diálogos de la psiquiatra, la presencia durante la llamada telefónica a esta,..), y alguna arista sin pulir ( los efectos en el rostro de la presencia maléfica...) propios de lo que ha sido un test screening de una película de bajo presupuesto, pero se agradece el que todavía en este país se intente hacer un cine de terror de género, aún contando con menos medios que las grandes (ahí tienen la última de Rec, mucha publicidad y mucha pasta pero que creo que todavía está achicando agua), pero con una historia interesante, una buena interpretación protagonista y alguna sorpresa en forma de secundario (busquen a cierto director de cine) que la convierten en una película digna en tener en cuenta y que revela el cariño por hacer cine.
Para esos amantes del cine satánico español (Ah, la endemoniada) y las historias clásicas de miedo, cine hecho con más espíritu que dinero.
miércoles, 18 de febrero de 2015
DE INCÓGNITO
Con el miércoles de ceniza se acaban los carnavales, al menos por estos lares...una auténtica pena. Disfraces y máscaras siempre han sido inseparables del cine en general y del fantástico y particular y por eso hoy le decimos adiós, agitando un pañuelito imaginario con una de nuestras queridas listas...hoy ¡Cine de máscaras!
- La máscara ¡Si es que lo lleva hasta en el título!...la historia de este apocado empleado de banca con perrito prePancho que encuentra una máscara que hace realidad todo lo que le pase por la cabeza afianzó la carrera de Jim Carrey y lanzó la de Cameron Díaz, con dispares resultados en la actualidad (creo que ella anda pendiente de los razzies, y él la última que hizo buena, la secuela de Kick-Ass, renegó de ella...)
- V de vendetta. Con su origen en el cómic homónimo se convirtió en la máscara mediática por excelencia, pasando de costar casi 20 € a tener falsificaciones en cualquier todo a euro decente...sólo eso la sitúa en un lugar de honor
- Onibaba. La aportación del cine japonés, un clásico del terror sobre una pareja de mujeres solas en el Japón medieval que se dedican al robo y asesinato hasta que encuentran una extraña máscara de demonio...con un final de antología. Imprescindible
- Le llaman Bodhi. Imaginativa traducción de Point break...¿alguien ha olvidado a la banda de los ex-presidentes?
- Eyes wide shut. Por supuesto la obra póstuma de Kubrick no podía faltar por aquí. "Fidelio" abría la puerta a un chocante mundo onírico que casi era lo mejorcito del film, y que no podía menos que recordarnos a otras máscaras, las de el baile de El resplandor.
- ¡Superhéroes!. Ya no se trata de una película, sino de un subgénero entero. Cualquiera de esta panda que se precie tiene la suya y no me vengan con eso de que Superman no...siguiendo el espíritu más trasnochado tarintiniano la suya son las gafas que usa cuando es Clark Kent, por supuesto.
- Mil máscaras ya sea contra la momia azteca o contra un feo cabezón azteca este luchador mejicano cuyas aventuras hemos podido disfrutar en la pasada CutreCon(http://monigotorium.blogspot.com.es/2015/02/cutreconeando-ii.html , http://monigotorium.blogspot.com.es/2015/02/cutreco0neando-iii.html ) es el rey de los modelitos en esta categoría y merece un puesto de honor.
- Psicópatas varios: igual que en el caso de los superhéroes no podemos optar por uno sólo...pocas excepciones hay (Freddy Krueger sería la honrosa excepción, pero es que su cara es un poema), con casos tan particulares como el ghostface de Scream, cuya máscara permanece y el que va cambiando es el asesisno que se oculta tras ella...y sin repetirse.
- La máscara de la muerte roja: un clásico Corman Price, en la línea a la que nos tienen acostumbrados...
- Fac/Off la máscara se hace carne a través de la cirujía estética más radical para alegría de los fans de Nicolas Cage...muchos tiros y palomas, como nos tiene acostumbrados el señor Woo, en una cinta con un toque trasnochado pero muy entretenida
martes, 17 de febrero de 2015
ARMADA COLORÁ
Frente a la popularidad de fútbol, baloncesto y tenis el hockey sobre hielo suele quedar en un discreto segundo plano para el grueso de los aficionados al deporte,,,y en cuestión cinematográfica nos son más conocidos el inefable Jason de Viernes 13 o el Casey Jones de Las tortugas ninja (las antiguas, no las del año pasado, ojo) con sus máscaras de portero que los mismos jugadores, que a pesar de ello han tenido su rinconcito en numerosas cintas de esas de superación personal y otros etcéteras...sin embargo acaba de llegar a nuestras careleras que pone a este deporte rey, al menos en Rusia, en su sitio...¡y encima es un documental Hoy hablamos de Red army.
En una U.R.S.S de posguerra en la que la vida era muy difícil, muchos niños soñaban con jugar en la selección de hockey sobre hielo, un deporte en el que, como otros campos deportivas, primaba un afán de excelencia que sólo se alcanzaba con brutales entrenamientos en los que incluso se usaban medios ajenos al deporte mismo (ajedrez, ballet...). La cinta nos cuenta como un puñado de estos niños lograron convertirse en el mejor equipo posible, el campeón con mayúsculas, ascendiendo para luego hundirse poco a poco en paralelo a una U.R.S.S. que poco a poco entraba en decadencia hasta su caída, en una crisis paralela entre un país y el deporte que simboliza lo mejor del mismo . Filmar un documental sobre un equipo de hockey, ruso para más señas, seguramente entra en una de esas hipotéticas listas de marcianadas (y este año ya llevamos unas cuantas y eso que acaba de empezar) que dificilmente rondaría la cabeza de ningún cineasta sensato, pero el buen ritmo y la eficaz selección de material de archivo (carente de recreaciones y con pocos montajes adicionales, y los que se salen de esta norma, como el hilado a través de carteles deportivos de la época que cobran vida son sencillamente brillantes) hacen que rápidamente capte nuestro interés una película en la que por supuesto prima el factor humano. Este docimental parte de los testimonios de varios de los jugadores, así como de sus familias y personas que trabajaron con ellos (como un exagente de la KGB cuya nieta, ajena a la importancia del testimonio de una época más oscura, nos saca fácilmente de un grave testimonio y nos deja alguno de los mejores momentos de la película) que van desgranando como el deporte poco a poco convirtió sus vidas en un sueño hecho realidad (llevándoles para empezar a países muy distintos del de su origen en una época en la que casi nadie ponía un pie fuera) para poco a poco convertirse en un infierno con su propio Satanás, un entrenador (de los pocos que, como bien cuentan al final, declinó su intervención) que llega hasta a agredirles físicamente y prohibirles a dejar el entrenamiento aunque sus padres se estén muriendo (literalmente), convirtiendo a un grupo de brillantes jóvenes atletas en un puñado de viejos prematuros que han perdido el interés por el deporte que les robó el corazón desde su más tierna infancia, y que empezarán a plantearse que su propio futuro sólo es posible fuera del engranaje que lo ha convertido en máquinas del deporte, en otros países para los que, sin embargo, ya no son medallistas estrella sino extranjeros potencialmente peligrosos, y cuyo antiguo rol tendrán que vover a ganarse. Red army es una película clásica, aun siendo un documental, con heroes, villano, momentos de superación personal o redención (particularmente significativo el tour de la copa Stanley por Moscú), y que sabe llevarnos del dramatismo (los testimonios sobre la reacción del estado ante la intención de algunos de jugar en EE.UU y Canadá) a la comedia, a veces con un humor muy negro (el partido entre osos), lo que logra con un ritmo rico en cambios de plano (plano general para el agente del KGB y su nieta. o el paso de primer a plano medio para revelar todas las medallas de un militar), contando con un papel menos relevante del que en otros documentales nos tienen acostumbrados del narrador, que principalemte nos conduce a los acontecimientos históricos paralelos (La guerra de Afganistán...chocante resulta ahora el discurso de Carter ante los ancontecimientos actuales), elementos que, al igual que la banda sonora hacen que esta película sobre un tema que inicialmente pueda parecer aburrido, sea tremendamente dinámica, y nos deje con ganas de más, con varios episodios en los que se habría agradecido una mayor profundidad (y cortando mucho en el último arco, ya cercanos a nuestros días, en que se dora un poquito la situación política). Y todo con un final, que sin destripar mucho, demuestra como muchas veces se pueden superar las fronteras, humanas y geográficas, y que culmina en lo que en otros géneros tildaríamos de final feliz.En definitiva una de esas pequeñas rarezas que nos muestran la otra cara de la historia...y eso siempre es de agradecer.
Para fans de los documentales con miga...éste la tiene para dar y tomar.
En una U.R.S.S de posguerra en la que la vida era muy difícil, muchos niños soñaban con jugar en la selección de hockey sobre hielo, un deporte en el que, como otros campos deportivas, primaba un afán de excelencia que sólo se alcanzaba con brutales entrenamientos en los que incluso se usaban medios ajenos al deporte mismo (ajedrez, ballet...). La cinta nos cuenta como un puñado de estos niños lograron convertirse en el mejor equipo posible, el campeón con mayúsculas, ascendiendo para luego hundirse poco a poco en paralelo a una U.R.S.S. que poco a poco entraba en decadencia hasta su caída, en una crisis paralela entre un país y el deporte que simboliza lo mejor del mismo . Filmar un documental sobre un equipo de hockey, ruso para más señas, seguramente entra en una de esas hipotéticas listas de marcianadas (y este año ya llevamos unas cuantas y eso que acaba de empezar) que dificilmente rondaría la cabeza de ningún cineasta sensato, pero el buen ritmo y la eficaz selección de material de archivo (carente de recreaciones y con pocos montajes adicionales, y los que se salen de esta norma, como el hilado a través de carteles deportivos de la época que cobran vida son sencillamente brillantes) hacen que rápidamente capte nuestro interés una película en la que por supuesto prima el factor humano. Este docimental parte de los testimonios de varios de los jugadores, así como de sus familias y personas que trabajaron con ellos (como un exagente de la KGB cuya nieta, ajena a la importancia del testimonio de una época más oscura, nos saca fácilmente de un grave testimonio y nos deja alguno de los mejores momentos de la película) que van desgranando como el deporte poco a poco convirtió sus vidas en un sueño hecho realidad (llevándoles para empezar a países muy distintos del de su origen en una época en la que casi nadie ponía un pie fuera) para poco a poco convertirse en un infierno con su propio Satanás, un entrenador (de los pocos que, como bien cuentan al final, declinó su intervención) que llega hasta a agredirles físicamente y prohibirles a dejar el entrenamiento aunque sus padres se estén muriendo (literalmente), convirtiendo a un grupo de brillantes jóvenes atletas en un puñado de viejos prematuros que han perdido el interés por el deporte que les robó el corazón desde su más tierna infancia, y que empezarán a plantearse que su propio futuro sólo es posible fuera del engranaje que lo ha convertido en máquinas del deporte, en otros países para los que, sin embargo, ya no son medallistas estrella sino extranjeros potencialmente peligrosos, y cuyo antiguo rol tendrán que vover a ganarse. Red army es una película clásica, aun siendo un documental, con heroes, villano, momentos de superación personal o redención (particularmente significativo el tour de la copa Stanley por Moscú), y que sabe llevarnos del dramatismo (los testimonios sobre la reacción del estado ante la intención de algunos de jugar en EE.UU y Canadá) a la comedia, a veces con un humor muy negro (el partido entre osos), lo que logra con un ritmo rico en cambios de plano (plano general para el agente del KGB y su nieta. o el paso de primer a plano medio para revelar todas las medallas de un militar), contando con un papel menos relevante del que en otros documentales nos tienen acostumbrados del narrador, que principalemte nos conduce a los acontecimientos históricos paralelos (La guerra de Afganistán...chocante resulta ahora el discurso de Carter ante los ancontecimientos actuales), elementos que, al igual que la banda sonora hacen que esta película sobre un tema que inicialmente pueda parecer aburrido, sea tremendamente dinámica, y nos deje con ganas de más, con varios episodios en los que se habría agradecido una mayor profundidad (y cortando mucho en el último arco, ya cercanos a nuestros días, en que se dora un poquito la situación política). Y todo con un final, que sin destripar mucho, demuestra como muchas veces se pueden superar las fronteras, humanas y geográficas, y que culmina en lo que en otros géneros tildaríamos de final feliz.En definitiva una de esas pequeñas rarezas que nos muestran la otra cara de la historia...y eso siempre es de agradecer.
Para fans de los documentales con miga...éste la tiene para dar y tomar.
lunes, 16 de febrero de 2015
FINDE ORIENTAL
Llegó poco a poco...primero eran tres días, luego dos, primero había dos tipos de entrada, luego ciento y la madre...pero el Japan Weekend ha llegado a Madrid para quedarse, y ya se ha convertido en una cinta ineludible junto al Expomanga y Expocómic de rigor, y la última vez ha sido el pasado fin de semana en el Pabellon de cristal de la Casa de Campo. El exterior como siempre, al menos el sábado, en forma de una cola que se antojaba infinita para comprar entrada que daba paso a una segunda cola para entrar...y con toda una caterva dispuesta a dar y recibir abrazos gratis...pero la verdad que este año la cosa fue un pelín más ligerita que de costumbre.
¿La novedad? Además de las entradas antcrisis con dvd en ristre este año con el papelillo correspondiente regalaban una piruleta, obsequio que se agradecía (era como un acto reflejo, todos los de la cola con el palillo sobresaliendo de la boca) pero la verdad dejaba bastante descolocado al personal.
Ya dentro, en la primera planta, una sección dedicada a los videojuegos, con numerosos artículos retro (y a Xbox 360 y PS3, tras el relevo generacional, parece que empiezan a notárseles los años...ay), con arcades, cartuchos míticos (mucho para probar y comprar) y Mario y Link como reyes casi oficiosos de la fiesta. Y en la otra mitad multitud de puestos artesanales, con mucho material con temática manga (por supuesto) pero también minions, Juego de tronos, Breaking bad y mucho más: en forma de camistas, complementes, pegatinas y sobre todo amigurumis, que poco a poco se adueñaban de el grueso de los puestos, como si de un bacilo desconocido se tratase.
.Pero el meollo estaba en la planta baja con muestras de artes marciales, concursos y mucho más. En la parte central se podían admirar las figuritas amiibo de nintendo así como probar el juego Super Smash Bros, así como ver una pequeña muestra (de esas con las que se le suele caer a uno la baba) de figuras Play Arts, la mayoría de protagonistas de videojuegos (Metal Gear, Final Fantasy, Assassin's Creed) o cómics DC. Y en la parte central un pequeño rinconcito para el cine, con venta de películas y una parte dedicada al inminente estreno Caballeros del Zodíaco: La leyenda de santuario (algo que hace unos años me habría vuelto loca) que al parecer se estrenará este 6 de marzo. Aunque si algo destacaba era el escenario casi al lado de la salida con su concurso de canciones, en el que se pudo oir casi a capella (ya que la voz se oía mucho más que la música) numerosas composiciones en japonés e incluso, para mi sorpresa, la ganadora del óscar por la película Frozen.
¿La novedad? Además de las entradas antcrisis con dvd en ristre este año con el papelillo correspondiente regalaban una piruleta, obsequio que se agradecía (era como un acto reflejo, todos los de la cola con el palillo sobresaliendo de la boca) pero la verdad dejaba bastante descolocado al personal.
Ya dentro, en la primera planta, una sección dedicada a los videojuegos, con numerosos artículos retro (y a Xbox 360 y PS3, tras el relevo generacional, parece que empiezan a notárseles los años...ay), con arcades, cartuchos míticos (mucho para probar y comprar) y Mario y Link como reyes casi oficiosos de la fiesta. Y en la otra mitad multitud de puestos artesanales, con mucho material con temática manga (por supuesto) pero también minions, Juego de tronos, Breaking bad y mucho más: en forma de camistas, complementes, pegatinas y sobre todo amigurumis, que poco a poco se adueñaban de el grueso de los puestos, como si de un bacilo desconocido se tratase.
.Pero el meollo estaba en la planta baja con muestras de artes marciales, concursos y mucho más. En la parte central se podían admirar las figuritas amiibo de nintendo así como probar el juego Super Smash Bros, así como ver una pequeña muestra (de esas con las que se le suele caer a uno la baba) de figuras Play Arts, la mayoría de protagonistas de videojuegos (Metal Gear, Final Fantasy, Assassin's Creed) o cómics DC. Y en la parte central un pequeño rinconcito para el cine, con venta de películas y una parte dedicada al inminente estreno Caballeros del Zodíaco: La leyenda de santuario (algo que hace unos años me habría vuelto loca) que al parecer se estrenará este 6 de marzo. Aunque si algo destacaba era el escenario casi al lado de la salida con su concurso de canciones, en el que se pudo oir casi a capella (ya que la voz se oía mucho más que la música) numerosas composiciones en japonés e incluso, para mi sorpresa, la ganadora del óscar por la película Frozen.
Y es que si algo se ha podido notar en las tendencias de este año es el éxito de Frozen, que sin ser japonesa y siguiendo la estela de otros fenómenos audiovisuales como Hora de Aventuras, ha logrado su propio rinconcito en el imaginario colectivo, pudiendo verse numerosas chicas disfrazadas de las princesas protagonistas (vale reina y princesa, no hace falta ponerse picajosos) amén de numerosos items a la venta dedicados a la misma...por lo demás lo de siempre, Bleach y Naruto, cada vez menos, alguien de Death Note como siempre (llegó a verse una chic disfrazada directamente de diario), algún superhéroe un tanto despistado (un Batman de calculo al menos 2 metros..¡!), mucha peluca de color y alguna rareza como un tío con coleta y un cartel violeta en el que podía leerse Fo****os (pero sin censura, claro). Y es que además era Carnaval y todo se va sumando...
Y volvimos a casa con un pequeño lote de chorradillas (un dancing Groot entre otros), sin ningún tebeo ( y es que se ven pocos) y ganas de más, la próxima toca Expomanga, creo...Monigotorium estará allí...
viernes, 13 de febrero de 2015
VALENTINEANDO
Viernes 13...una fecha mítica para supersticiosos anglosajones y fans del fantástico, claro que la cosa se acentúa cuando ese 13 pertenece a febrero, pues como la insondable lógica matemática nos ha demostrado en numerosas ocasiones le seguirá un 14, y si Jason no ha ido a por ustedes esta noche mañana les espera el día de los enamorados. Como probablemente estén más que hartos de las proverbiales sombras del Señor Gray (con el trailer hasta en la sopa: se gime mucho, se ve poco y la mitad parece calcada de la parte de la avioneta de El secreto de Thomas Crown, entretenida cinta más que reivindicable) en Monigotorium les echamos un capote y hoy lo dedicamos a planes alternativos para San Valentín.
Si siguen con ganas de cine no podemos dejar de recomendar la cinta romática de la temporada: Tusk, un necrofílico canto de amor a un ser de otra especie (un pinípedo superdesarrollado en concreto) con mad doctor incluído y numerosos momentos wtf de la que ya hablamos esta semana (http://monigotorium.blogspot.com.es/2015/02/la-morsa-que-habito.html)...sí, sabemos que rara no es la palabra (más bien extraterrestre) y que no será del gusto de todos los paladares pero también que en la sala estarán más que tranquilos y podrán optar por actividades paralelas. De nada.
Pero si el día se presenta con mal tiempo o no apetece salir de casa es un gran momento para disfrutar, si no lo han hecho ya, de una cinta que acaba de aparecer en DVD y Blu-Ray y que es una de las más bizarras historias de amor de el año pasado, Perdida. Auténtica golosina de la que no nos cansamos de hablar (http://monigotorium.blogspot.com.es/2014/10/sigue-buscando.html) goza además de una edición exclusiva de la Fnac (no, nos pagan por esto) que viene acompañada por un cuento de La asombrosa Amy, un regalazo por si todavía no tienen nada preparado para mañana. Y eso sólo si no están de un romántico subido y les da por la deliciosa versión de La matanza de Texas. 40 aniversario.
Y para planes más exteriores, amén de bellos atardeceres y huidas al monte recordar que aquí en Madrid se celebran varios actos de Carnaval, incluído el desfile que comienza a las 19:30 en el Parque del Retiro (más información en http://www.carnavalmadrid.com/), así como la Japan Weekend de rigor (http://www.japanweekend.com/madrid/) porque ¿que hay más romántico que pasar un buen rato a la intemperie achuchadito?...y es que las colas suelen ser de aupa. Y si luego apetece cena y no hay excesivo presupuesto esta semana hay una conocida franquicia de sandwichs (no daremos el nombre porque seguro que ya la tienen todos en la cabeza y no, tampoco nos pagan) con ofertas especiales esta semana y galletas con forma de corazón...también bollos con forma de corazón en otra famosa franquicia de rosquillas cuyo nombre tampoco será aquí desvelado...pero que seguro ya suponen.
Y con esto les dejamos, les deseamos un Feliz San Valentín a aquellos que tengan pareja o al menos una tienda de esas que dan pingües beneficios en estas fechas, y al resto una buena juerga que saque los demonios solitarios que todos llevamos dentro...a todos los que sobreviváis a Jason y a los cariñitos románticos os esperamos el lunes. Permanezcan atentos a este canal.
Si siguen con ganas de cine no podemos dejar de recomendar la cinta romática de la temporada: Tusk, un necrofílico canto de amor a un ser de otra especie (un pinípedo superdesarrollado en concreto) con mad doctor incluído y numerosos momentos wtf de la que ya hablamos esta semana (http://monigotorium.blogspot.com.es/2015/02/la-morsa-que-habito.html)...sí, sabemos que rara no es la palabra (más bien extraterrestre) y que no será del gusto de todos los paladares pero también que en la sala estarán más que tranquilos y podrán optar por actividades paralelas. De nada.
Pero si el día se presenta con mal tiempo o no apetece salir de casa es un gran momento para disfrutar, si no lo han hecho ya, de una cinta que acaba de aparecer en DVD y Blu-Ray y que es una de las más bizarras historias de amor de el año pasado, Perdida. Auténtica golosina de la que no nos cansamos de hablar (http://monigotorium.blogspot.com.es/2014/10/sigue-buscando.html) goza además de una edición exclusiva de la Fnac (no, nos pagan por esto) que viene acompañada por un cuento de La asombrosa Amy, un regalazo por si todavía no tienen nada preparado para mañana. Y eso sólo si no están de un romántico subido y les da por la deliciosa versión de La matanza de Texas. 40 aniversario.
Y para planes más exteriores, amén de bellos atardeceres y huidas al monte recordar que aquí en Madrid se celebran varios actos de Carnaval, incluído el desfile que comienza a las 19:30 en el Parque del Retiro (más información en http://www.carnavalmadrid.com/), así como la Japan Weekend de rigor (http://www.japanweekend.com/madrid/) porque ¿que hay más romántico que pasar un buen rato a la intemperie achuchadito?...y es que las colas suelen ser de aupa. Y si luego apetece cena y no hay excesivo presupuesto esta semana hay una conocida franquicia de sandwichs (no daremos el nombre porque seguro que ya la tienen todos en la cabeza y no, tampoco nos pagan) con ofertas especiales esta semana y galletas con forma de corazón...también bollos con forma de corazón en otra famosa franquicia de rosquillas cuyo nombre tampoco será aquí desvelado...pero que seguro ya suponen.
Y con esto les dejamos, les deseamos un Feliz San Valentín a aquellos que tengan pareja o al menos una tienda de esas que dan pingües beneficios en estas fechas, y al resto una buena juerga que saque los demonios solitarios que todos llevamos dentro...a todos los que sobreviváis a Jason y a los cariñitos románticos os esperamos el lunes. Permanezcan atentos a este canal.
jueves, 12 de febrero de 2015
MISILES Y LÁGRIMAS
¿Alguien recuerda Pineapple Express (aquí bautizada con gran imaginación como Superfumados)? Tal vez les suene parte de su reparto y equipo, unos tales Seth Rogen, James Franco y Evan Goldberg, entre otros, que por estos lares pasó con más pena que gloria (nominada a un globo de oro que por supuesto no se llevó)...sin embargo ahora nos planteamos que hubiera pasado si a alguien le hubiera dado por prohibirla o boicotearla, porque es exactamente lo que ha pasado con la última obra de este grupo de cineastas que seguramente ya les sonará, al menos si ven la tele de vez en cuando...hoy hablamos de The interview.
Tras un comienzo de antología, en el que una candorosa niña entona una dulce canción cuyos subtítulos dejan espacio para pocos equívocos, la película nos cuenta la historia de una pareja de exitosos periodistas sensacionalistas, presentador y coordinador, denostados por sus más serios compañeros de profesión pero amados por un público entre el que se encuentra, según sus declaracioes, el mismísimo Kim Jong-Um, la excusa perfecta para pedirle una entrevista exclusiva y demostrar que pueden ser periodistas de prestigio...solo que la cosa se complicará cuando la C.I.A. se presente para solicitar una trabajito estra: el asesinato del entrevistado. Quitando las controversias que ha suscitado la misma, y a la que, franqueando la barrera de la mayor o menor calidad, nunca ha sido ajena la comedia con tintes políticos en general (la muy recuperable Operación Canadá, de un Moore preColumbine o La cortina de humo) y sobre dictaduras en particular (entre la que encontramos obras tan variopintas como Ser o no ser, El gran dictadot, Ninotchka, La vida es bella o Team América), la cinta se mueve entre distintos niveles, hacindo mofa tanto de unos regímenes dictatoriales personificados en el de Corea del Norte (siendo el meollo las incongruencias de un culto al líder extremo con ribetes escatológicos elevados al máximo, en este caso la ausencia de ojete, así como lo oyen) como de un periodismo frívolo que tiene en los famosos de toda índole su campo de batalla (lo que nos deja alguno de los momentos más divertidos de la película como la entrevista a un Eminem que explica los malentendidos que generan sus letras), pero siempre manteniéndose en niveles más propios de una comedia de veinteañeros (al menos los personajes, bastante más talluditos, se comportan como tales, como vemos en el primer día en el palacio de Kim Jong-Um en el que juegan al baloncesto y se ponen hasta arriba de margaritas, o en las referencia a Katy Perry...elecciones musicales y un metraje rico en cámaras lentas y otros recursos de videoclip no dejan lugar a dudas), sin arañar en profundidad en el conflicto real (que sólo reconocerá abiertamente uno de los personajes tras descubrir...un montón de frutas falsas, y es el momento de mayor dramatismo de la cinta), que sólo conoceremos por referencias y que nunca se hace realmente tangible en el metraje. Nos queda así una comedia con algún momento memorable como la imitación de Gollum o el chiste Stallone-Stalin, pero que carece del buen toque de amargor de las buenas cintas del género, a la que no le cuesta infantilizar a sus personajes, tanto héroes como villanos, que realmente, como si de un Disney se tratase sólo quieren que los quieran (literalmente...vease la escena del perrito) y que si bien parece en un primer momento haber hecho de su bandera lo políticamente incorrecto este adopta un cariz amable, con chistes fáciles de sexo y droga (la ocultación del pequeño misil que transporta el veneno...en ese oscuro recoveco que todos tienen en mente) y no deja caer ese hachazo que ha hecho grande la comedia política, dando en ocasiones la impresión de que casi estmos viendo un cóctel de varias películas, moviéndose con rápidez entre tonos heterogenos como vemos en gags de calado tan distinto como el de los niños guitarristas, el de la entrevista a Rob Lowe.o un enfrentamiento final digno de un James Bond trasnochado...y con incluso un par de fallos de guión (como por qué no dejan de grabar las cámaras del estudio en un momento concreto de la entrevista o el nivel de inglés del pueblo norcoreano, idiona en el quese realizará el programa, esencial para conseguir el objetivo del nuevo plan de los periodistas). The interview es una obra menos incisiva de lo que parece en un primer momento, si bien en algunas partes es muy divertida, pero que por lo menos finalmente ha llegado a la pantalla grande, quitánodnos la espinita de una prohibición exagerada y, como todas las censuras absurda, y que sólo ha conseguido encumbrarla a una categoría de icono de la libertad de expresión que no merecería en un principio.
Lo prohibido elevado a curiosidad fílmica...Team América, con Kim Jong-Il, versión marioneta, tenía más mal café y era mucho más divertida, un buen momento para recuperarla.
Tras un comienzo de antología, en el que una candorosa niña entona una dulce canción cuyos subtítulos dejan espacio para pocos equívocos, la película nos cuenta la historia de una pareja de exitosos periodistas sensacionalistas, presentador y coordinador, denostados por sus más serios compañeros de profesión pero amados por un público entre el que se encuentra, según sus declaracioes, el mismísimo Kim Jong-Um, la excusa perfecta para pedirle una entrevista exclusiva y demostrar que pueden ser periodistas de prestigio...solo que la cosa se complicará cuando la C.I.A. se presente para solicitar una trabajito estra: el asesinato del entrevistado. Quitando las controversias que ha suscitado la misma, y a la que, franqueando la barrera de la mayor o menor calidad, nunca ha sido ajena la comedia con tintes políticos en general (la muy recuperable Operación Canadá, de un Moore preColumbine o La cortina de humo) y sobre dictaduras en particular (entre la que encontramos obras tan variopintas como Ser o no ser, El gran dictadot, Ninotchka, La vida es bella o Team América), la cinta se mueve entre distintos niveles, hacindo mofa tanto de unos regímenes dictatoriales personificados en el de Corea del Norte (siendo el meollo las incongruencias de un culto al líder extremo con ribetes escatológicos elevados al máximo, en este caso la ausencia de ojete, así como lo oyen) como de un periodismo frívolo que tiene en los famosos de toda índole su campo de batalla (lo que nos deja alguno de los momentos más divertidos de la película como la entrevista a un Eminem que explica los malentendidos que generan sus letras), pero siempre manteniéndose en niveles más propios de una comedia de veinteañeros (al menos los personajes, bastante más talluditos, se comportan como tales, como vemos en el primer día en el palacio de Kim Jong-Um en el que juegan al baloncesto y se ponen hasta arriba de margaritas, o en las referencia a Katy Perry...elecciones musicales y un metraje rico en cámaras lentas y otros recursos de videoclip no dejan lugar a dudas), sin arañar en profundidad en el conflicto real (que sólo reconocerá abiertamente uno de los personajes tras descubrir...un montón de frutas falsas, y es el momento de mayor dramatismo de la cinta), que sólo conoceremos por referencias y que nunca se hace realmente tangible en el metraje. Nos queda así una comedia con algún momento memorable como la imitación de Gollum o el chiste Stallone-Stalin, pero que carece del buen toque de amargor de las buenas cintas del género, a la que no le cuesta infantilizar a sus personajes, tanto héroes como villanos, que realmente, como si de un Disney se tratase sólo quieren que los quieran (literalmente...vease la escena del perrito) y que si bien parece en un primer momento haber hecho de su bandera lo políticamente incorrecto este adopta un cariz amable, con chistes fáciles de sexo y droga (la ocultación del pequeño misil que transporta el veneno...en ese oscuro recoveco que todos tienen en mente) y no deja caer ese hachazo que ha hecho grande la comedia política, dando en ocasiones la impresión de que casi estmos viendo un cóctel de varias películas, moviéndose con rápidez entre tonos heterogenos como vemos en gags de calado tan distinto como el de los niños guitarristas, el de la entrevista a Rob Lowe.o un enfrentamiento final digno de un James Bond trasnochado...y con incluso un par de fallos de guión (como por qué no dejan de grabar las cámaras del estudio en un momento concreto de la entrevista o el nivel de inglés del pueblo norcoreano, idiona en el quese realizará el programa, esencial para conseguir el objetivo del nuevo plan de los periodistas). The interview es una obra menos incisiva de lo que parece en un primer momento, si bien en algunas partes es muy divertida, pero que por lo menos finalmente ha llegado a la pantalla grande, quitánodnos la espinita de una prohibición exagerada y, como todas las censuras absurda, y que sólo ha conseguido encumbrarla a una categoría de icono de la libertad de expresión que no merecería en un principio.
Lo prohibido elevado a curiosidad fílmica...Team América, con Kim Jong-Il, versión marioneta, tenía más mal café y era mucho más divertida, un buen momento para recuperarla.
miércoles, 11 de febrero de 2015
POR LA PUERTA DEL FONDO
Hace unos añitos ya apareció una breve tendencia, casi mejor hablamos de colección, que fusionaba grandes títulos de la literatura del XIX y personajes clásicos del terror y la ciencia ficción. Con Orgullo y prejuicio y zombies como buque insignia nos llegaron también otros títulos como Sentido y sensibilidad y monstruos marinos o Androide Karenina (todos publicados en castellano). Durante un breve lapso pareció que la adaptación fílmica de la primera (inminente al parecer ahora mismo) iba a ser la primera gran película de zombies de época moderna, ya que a pesar de sus orígenes en la plantación los muertos vivientes de joyas como Yo anduve con un zombie se alejan mucho de los devoradores de carne postromerianos. Sí, a los vampiros siempre les han sentado bien la levita y el miriñaque pero el asunto zombie es otro cantar...y de los pocos ejemplares de zombies de época (un género a explotar, queremos una ambientada en el siglo XIV: black plague vs. zombies) nos encontramos con Exit humanity.
Ambientada en Tennessee tras la Guerra Civil Americana la película nos cuenta la historia de un antiguo combatiente de la misma que ha visto como durante ésta algunos muertos volvían a la vida para alimentarse de los vivos, y que posteriormente se han cebado en su propio familia. Intentando sobrevivir primero y encontrar un digno lugar de descanso para las cenizas de su hijo después conocerá a otros supervivientes y los orígenes de la plaga que asola su país, para descubrir finalmente que los muertos no son la única amenaza para el género humano. Si bien nos encontramos con una película fácilmente encuadrable en el género fantástico, con zombies casi desde el primer fotograma, se trata de una cinta con un fuerte componente melodramático, relevante tanto en la caracterización de los personajes (más de uno preso de una fuerte melancolía amén de un sentido de culpabilidad latente) como en la resolución de sus propios conflictos, que aun contando con las mutilaciones y matanzas a las que nos tienen acostumbrados, estos no son estridentes, gore ni excesivamente coreografiados y carecen de los chascarrillos que tanto se han popularizado en cualquier estallido zombie (en algún momento hasta pordríiamos hablar de cierto carácter amateur), primando más elementos que no nos cuesta identificar con el drama de época, como el importante uso del diario (que si en algún momento es relevante en otros frena notablemente la acción) o el empleo de "costinillas" que fragmentan el metraje en capítulos (muy cuidadas y con unos hermosos dibujos), e incluso con el western más clásico (ese duelo final). Exit humanity es una película ambiciosa, formalmente cuidada, aunque por desgracia se nota la falta de medios. La ambientación, rica en parajes naturales (unos siniestros bosques de aspecto mortecino que aumentan el dramatismo de la situación de los protagonistas) y la sombría fotografía contribuyen notablemente al tono de la película, esmerada al presentar unos desolados EE.UU: de posguerra y contribuyendo a confirmar la sensación de que en vez de ver una película de terror asistimos a un drama humano (como revela su poético título) en la línea en la que nos han acostumbrado series y películas como The walking dead, aunque sin el fulgor hollywoodense, en los que la plaga zombie es una mera excusa para presentar los conflictos de un grupo humano al límite, y que no puede evitar hacernos pensar que fácilmente podríamos sustituir nuestros amados zombies por una tribu india (las motivaciones del protagonista al principio de la cinta no estarían muy lejos de las de los de Centauros en el desierto). Sí, asistimos a una película de planteamiento original pero que adolece de unas pautas de otros géneros excsivamente marcadas, como un ritmo excesivamente pausado y frenado constantemente por larguísimos soliloquios en forma de escritura de diario, que no la favorecen en absoluto. Una lástima para una película con una premisa que daba para mucho más.
Una curiosidad que sabrán apreciar los fans del cine histórico clásico, lástima que no suelen ser los mismos que los de las películas de zombies.
Ambientada en Tennessee tras la Guerra Civil Americana la película nos cuenta la historia de un antiguo combatiente de la misma que ha visto como durante ésta algunos muertos volvían a la vida para alimentarse de los vivos, y que posteriormente se han cebado en su propio familia. Intentando sobrevivir primero y encontrar un digno lugar de descanso para las cenizas de su hijo después conocerá a otros supervivientes y los orígenes de la plaga que asola su país, para descubrir finalmente que los muertos no son la única amenaza para el género humano. Si bien nos encontramos con una película fácilmente encuadrable en el género fantástico, con zombies casi desde el primer fotograma, se trata de una cinta con un fuerte componente melodramático, relevante tanto en la caracterización de los personajes (más de uno preso de una fuerte melancolía amén de un sentido de culpabilidad latente) como en la resolución de sus propios conflictos, que aun contando con las mutilaciones y matanzas a las que nos tienen acostumbrados, estos no son estridentes, gore ni excesivamente coreografiados y carecen de los chascarrillos que tanto se han popularizado en cualquier estallido zombie (en algún momento hasta pordríiamos hablar de cierto carácter amateur), primando más elementos que no nos cuesta identificar con el drama de época, como el importante uso del diario (que si en algún momento es relevante en otros frena notablemente la acción) o el empleo de "costinillas" que fragmentan el metraje en capítulos (muy cuidadas y con unos hermosos dibujos), e incluso con el western más clásico (ese duelo final). Exit humanity es una película ambiciosa, formalmente cuidada, aunque por desgracia se nota la falta de medios. La ambientación, rica en parajes naturales (unos siniestros bosques de aspecto mortecino que aumentan el dramatismo de la situación de los protagonistas) y la sombría fotografía contribuyen notablemente al tono de la película, esmerada al presentar unos desolados EE.UU: de posguerra y contribuyendo a confirmar la sensación de que en vez de ver una película de terror asistimos a un drama humano (como revela su poético título) en la línea en la que nos han acostumbrado series y películas como The walking dead, aunque sin el fulgor hollywoodense, en los que la plaga zombie es una mera excusa para presentar los conflictos de un grupo humano al límite, y que no puede evitar hacernos pensar que fácilmente podríamos sustituir nuestros amados zombies por una tribu india (las motivaciones del protagonista al principio de la cinta no estarían muy lejos de las de los de Centauros en el desierto). Sí, asistimos a una película de planteamiento original pero que adolece de unas pautas de otros géneros excsivamente marcadas, como un ritmo excesivamente pausado y frenado constantemente por larguísimos soliloquios en forma de escritura de diario, que no la favorecen en absoluto. Una lástima para una película con una premisa que daba para mucho más.
Una curiosidad que sabrán apreciar los fans del cine histórico clásico, lástima que no suelen ser los mismos que los de las películas de zombies.
martes, 10 de febrero de 2015
LA MORSA QUE HABITO
Ah, la morsa...pinípedo gigantesco, azote de moluscos, alter ego de Homer Simpson en alguna lejano especial de Halloween, cantada por los Beatles y Carroll...pues bien, nuestra amiga la morsa ha encontrado su lugar en el séptimo arte (tras alguna adaptación de Alicia) a través de la última película de Kevien Smith (¿pero no decía que se había retirado?)...hoy hablamos de Tusk.
Con un comienzo en plena línea del priuer Smith, la cinta nos presenta una pareja de amigos con un podcast sobre vídeos bizarros que parece haber encontrado su última joya mediática en el de un chico émulo de samurai con dramáticos resultados...tal maravilla arrastra a uno de ellos más allá de la frontera, a Canadá, para entrecvistarlo, lo que no le será posible por razones que no comentaremos aquí. Convencido de que todavía puede amortizar el viaje la casualidad llevará a nuestro héroe, Wallace, a una apartada casa habitada por un viejo marino retirado confinado en una silla de ruedas, ávido de contar sorprendentes historias, pero nada es lo que parece, y lo que parecía ser el germen del podcast de sus sueños pronto se convertirá en una pesadilla: el transformarle en una morsa humana. Solo un momento de descuido por parte de su captor abrirá una puerta de esperanza en forma de su novia y su compañero de podcast que, temiéndose lo peor, iniciarán con pistas mínimas su propia cruzada para rescatarle. La película que si bien ha querido adoptar la etiqueta de comedia de terror en realidad se mueve entre riscos difíciles de escalar, pasando del terror más duro a la comedia más bufa. Si bien hay momentos de humor realmente trasnochado como la presentación de los personajes, toda la intervención de esa versión malsana de Poirot (vale...es belga) detective Guy Laiponte (un irreconocible Johnny Depp) o la llegada a la casa de los horrores, estos se alternan como momentos realmente terroríficos gracias tanto a la excelente interpretación del villano de turno, Michael Parks (escalofriante su mirada a través del ojo de buey), al menos hasta que empieza a desbarrar de mala manera (ese duelo final), como a la ambientación de la guarida de Howartd Howe, tenebrosa y llena de recuerdos naúticos. Hablamos de una película con un buen puñado de ideas originales, como el bien hilado comienzo, deudor de esos mad doctors que nos ha dado joyitas como El ciempiés humano, y no tan lejos de obras de autor como La piel que habito (ahora me cambian a Elena Anaya por una morsa), algunas que casan muy bien con su vertiente terrorífica (algunas partes del relato de lapointe, la creación de los colmillos a partir de las tibias de la vícitma, la escena en que Wallace se hunde en la piscina con un macabro descubrimiento...), amén de alguna bella sorpresa (la recuperación del tipo que se comió al niño de El sexto sentido ) pero que sin embargo no sabe encauzar a buen término, con transiciones demasiado forzadas entre unos géneros que ha demostrado saber manejar por separado (a la muy reivindicable Red State me remito), de modo que no llega a mojarse con ninguna y a las que no favorece en absoluto algún fallo de guión (¿por qué llama a su novia, en otro país, en vez de a la policía, si el tiempo juega en su contra? es una buena manera de introducirlos en la película pero resta mucha lógica interna) y alguna opción estilística excesivamente grotesca (ese traje de morsa que si bien tiene algún elemento memorable como los movimientos del cuello o el rostro en el lomo casi parece digno de La hora chanante "Hola. Me llamo Wallace y soy una morsa...¡Morsa!"), convirtiéndola en una cinta muy irregular, a lo que contribuye un ritmo que se ve interrumpido constantemente por unos flashbacks que a veces no vienen a cuento (el primer encuentro entre detective y asesino) o unos monólogos casi teatrales que nos sacan todavía más del tono de la película (la triste historia de la novia del protagonista). Eso sí, la cosa queda un pelín más clara al final de los títulos de crédito, que recomendamos ver enteros, tras un desenlace que casi es una revisión todavía más bizarra de Freaks, y en el que podemos escuchar al propio Smith, partiéndose la caja al hablar del pseudodramático final de su obra. De esas películas difíciles para el público más habituado a historias convencionales, les gustará o no, pero no dejarán de hablar de ella al menos un par de horas.
Una auténtica rareza, para los amantes del cine con segundas como Canino (ahorrense la rima...yo estaba allí cuando se inventó).
Con un comienzo en plena línea del priuer Smith, la cinta nos presenta una pareja de amigos con un podcast sobre vídeos bizarros que parece haber encontrado su última joya mediática en el de un chico émulo de samurai con dramáticos resultados...tal maravilla arrastra a uno de ellos más allá de la frontera, a Canadá, para entrecvistarlo, lo que no le será posible por razones que no comentaremos aquí. Convencido de que todavía puede amortizar el viaje la casualidad llevará a nuestro héroe, Wallace, a una apartada casa habitada por un viejo marino retirado confinado en una silla de ruedas, ávido de contar sorprendentes historias, pero nada es lo que parece, y lo que parecía ser el germen del podcast de sus sueños pronto se convertirá en una pesadilla: el transformarle en una morsa humana. Solo un momento de descuido por parte de su captor abrirá una puerta de esperanza en forma de su novia y su compañero de podcast que, temiéndose lo peor, iniciarán con pistas mínimas su propia cruzada para rescatarle. La película que si bien ha querido adoptar la etiqueta de comedia de terror en realidad se mueve entre riscos difíciles de escalar, pasando del terror más duro a la comedia más bufa. Si bien hay momentos de humor realmente trasnochado como la presentación de los personajes, toda la intervención de esa versión malsana de Poirot (vale...es belga) detective Guy Laiponte (un irreconocible Johnny Depp) o la llegada a la casa de los horrores, estos se alternan como momentos realmente terroríficos gracias tanto a la excelente interpretación del villano de turno, Michael Parks (escalofriante su mirada a través del ojo de buey), al menos hasta que empieza a desbarrar de mala manera (ese duelo final), como a la ambientación de la guarida de Howartd Howe, tenebrosa y llena de recuerdos naúticos. Hablamos de una película con un buen puñado de ideas originales, como el bien hilado comienzo, deudor de esos mad doctors que nos ha dado joyitas como El ciempiés humano, y no tan lejos de obras de autor como La piel que habito (ahora me cambian a Elena Anaya por una morsa), algunas que casan muy bien con su vertiente terrorífica (algunas partes del relato de lapointe, la creación de los colmillos a partir de las tibias de la vícitma, la escena en que Wallace se hunde en la piscina con un macabro descubrimiento...), amén de alguna bella sorpresa (la recuperación del tipo que se comió al niño de El sexto sentido ) pero que sin embargo no sabe encauzar a buen término, con transiciones demasiado forzadas entre unos géneros que ha demostrado saber manejar por separado (a la muy reivindicable Red State me remito), de modo que no llega a mojarse con ninguna y a las que no favorece en absoluto algún fallo de guión (¿por qué llama a su novia, en otro país, en vez de a la policía, si el tiempo juega en su contra? es una buena manera de introducirlos en la película pero resta mucha lógica interna) y alguna opción estilística excesivamente grotesca (ese traje de morsa que si bien tiene algún elemento memorable como los movimientos del cuello o el rostro en el lomo casi parece digno de La hora chanante "Hola. Me llamo Wallace y soy una morsa...¡Morsa!"), convirtiéndola en una cinta muy irregular, a lo que contribuye un ritmo que se ve interrumpido constantemente por unos flashbacks que a veces no vienen a cuento (el primer encuentro entre detective y asesino) o unos monólogos casi teatrales que nos sacan todavía más del tono de la película (la triste historia de la novia del protagonista). Eso sí, la cosa queda un pelín más clara al final de los títulos de crédito, que recomendamos ver enteros, tras un desenlace que casi es una revisión todavía más bizarra de Freaks, y en el que podemos escuchar al propio Smith, partiéndose la caja al hablar del pseudodramático final de su obra. De esas películas difíciles para el público más habituado a historias convencionales, les gustará o no, pero no dejarán de hablar de ella al menos un par de horas.
Una auténtica rareza, para los amantes del cine con segundas como Canino (ahorrense la rima...yo estaba allí cuando se inventó).
lunes, 9 de febrero de 2015
GOYEANDO
Cuando uno tiene grandes esperanzas y estas no se cumplen, total o parcialmente el corazón se encoje y el alma se retrae en melancólico abatimiento...cuando uno espera poco o nada y justo eso es lo que recibe...en fin...no sé si el "que más da" es un estado natural del espíritu humano. Supongo que más de uno ya sospecha (si no os habéis metido desde Facebook o Twitter, ojo) que hoy hablamos de la ceremonia de los Goya 2015.
Tras un escueto desfile por la alfombra fucsia que también pudo verse en la cadena que la emite la ceremonia de los 29 premios Goya empezó puntual...bajaron las luces, comenzó un clip de fragmentos de películas más o manos clásicas del cine español (muy bien montado, especialmente el encadenado del principio, pero que no pudimos ver en su totalidad porque no dejaban de enfocar el escenario) y de repente estaba allí Ana Belén. ¿Ana Belén? sí, conocemos su trayectoria como actriz pero aquello no acababa de pintar bien del todo, y cuando nos quisimos dar cuenta allí se alzaba una legión de actores y actrices entonando con solemne ademán Resistiré, del Dúo dinámico (los cantantes, no Batman y Robin), casi como si de un arreglo a lo Moulin rouge se tratase (¿recuerdan lo que hicieron en dicha película con The show must go on de Queen, que casi se volvió una balada elegiaca? Pues eso). Nos habían prometido humor con el cómico de moda, pero aquello empezaba con tintes de funeral...al menos Dani Rovira intentó quitarle hierro al asunto con una suerte de chascarrillos previsibles entre los que destacó su muestra de como se podía hacer un discurso completo de agradecimiento en apenas un minuto, claro que tras ganar él mismo el galardón al mejor actor revelación hizo realidad ese dicho que si no recuerdo mal es "Consejos vendo y para mí no tengo" y se explayó a gusto. Sin duda fue su gran momento, con gags pocos memorables (aunque me quedo con el de los orcos, perdón, arcas del estado...) y bizarros resúmenes de posibles colaboraciones entre directores famosos ( con lo que se ahorraron rodar números más complejos como las sinopsis de coña de las nominadas de otros años...y ¿por qué repetir el chiste de movierecord? ¿costaba mucho inventarse otra cosa?) entre los que hasta se incluyó una pequeña selección de chistes muy, muy breves de esos que hasta conocen los más viejos del lugar (faltó el del perro Mistetas pero creo que el enunciado era largo en extremo). Una noche poco afortunada para un cómico que fuera de las garras de los Goya da para mucho más..
El resto de la noche, que al parecer se alargó 45 minutos más de lo previsto, estuvo llena de discursitos y premios. Hubo lágrimas, reivindicaciones (el IVA trending topic), besos ( mucho manos que ese año que se besaban todos los que daban un premio ¿Lo recuerdan? Yo por desgracia sí), claqué (y a pesar del repiqueteo de los zapatos casi a la par se oía crecer la hierba), números musicales (incluído uno de Álex O'Dogherty, al que sin duda recordarán por su magna contribución al cine español encarnando a un esbirro en Pancho, el perro millonario, al que por cierto echamos de menos en el patio de butacas, en el que ya estuvo un año con esmoquin y tó) y apariciones especiales.
Entre ellas, y como es ineludible, la del presidente de la Academia que se empeñó en su discurso en, según él, hacer una elipsis pero en realidad, y como nos tiene acostumbrados en otras entregas, no omitió nada...casi habríamos agradecido un flashforward, ya que la cosa empezaba a estirarse un pelín.
Por supuesto lo más memorable de la noche el premio honorífico para Antonio Banderas, del que no dejaban de repetir es el más joven que recibe tal premio (aunque el modo en que se colocó las gafas, Peñafiel style, no ayudaba mucho). Un momento emotivo en el que no faltó Almodóvar (su puyazo para el Señor Ministro de Cultura, casi lo más destacable de la gala) y un clip de su trayectoria fílmica, en el que echamos de menos sus éxitos más recientes, como su papel de doblador de el gato con botas en la versión original de la saga Shrek o su último gran papel como pirata en la recientemente estrenada película de Bob Esponja. Los niños son el futuro.
Pocos incisos más aparte de los premios, en forma de homenaje a los fallecidos este año y adelanto de producciones de próxio estreno, entre la que no podemos dejar de destacar la presencia de Vampiras (Vampyres), la revisión de Las hijas de Drácula de Víctor Matellano, cuyo estreno ya esperamos.
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¿Y que nos queda? Los premios, por supuesto. Hubo para todos, aunque mi favorita sólo se llevó, uno que ya estaba casi cantado, el de mejor película iberoamericana. Estoy hablando por supuesto de Relatos salvajes, esa cinta que nos ha robado el corazón. Muy merecidos el aluvión conseguido por la fantástica La isla mínima, pero como cuento la otra es mi debilidad. Técnicos para El niño, de interpretación para Magical girl y el superéxito 8 apellidos vascos que arrasó en estas categorías (se llevó los 3 de interpretación a los que estaba nominada), cantados para documental y animación (Paco de Lucía y Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo que además se llevó el de guión adaptado) y una propina en forma de maquillaje y peluquería para la muy reivindicable Musarañas (más información sobre éstas y alguna más en http://monigotorium.blogspot.com.es/2015/01/mejor-me-acerco-al-prado.html). Y en medio planos del respetable entre los que se encontraba un Alomodóvar con gafas de sol... claro que no sabemos si el pobre padece algún problema ocular que le obligue a llevarlas o realmente se estaba durmiendo, como gran parte de los espectadores televisivos, mejor no urgamos.
¿En conclusión?...nos quedamos como al principio, sin muchas sorpresas (Se llega a llevar el premio gordo Loreak, con sólo dos nominaciones y nos quedamos a cuadros), como casi siempre, y una gala más bien sosa (del mono-diálogo sobre temas andaluces mejor ni hablo, que me pilla de cerca), vaya. A esperar un añito más a ver si el cine español nos trae alguna agradable sorpresa. Y los óscars (nominación para Relatos salvajes incluída ) a la vuelta de la esquina. Ahí es ná. Mañana una de Sitges para resarciros...permanezcan atentos a este canal
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