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miércoles, 3 de octubre de 2018

LA NOCHE DE LOS SIMBIONTES VIVIENTES

¿Creías que Peter Parker era un pringao? Espera a conocer a Eddie Brock. Un viejo conocido que pasa de tenerlo todo a perderlo por una mala decisión que acabará metiendo bajo su piel al un ser de otro planeta, Venom, un monstruo de asombrosos poderes...y puede que algo más.

 Ahora que el universo Marvel ha sido diezmado por Thanos el spiderverso todavía tiene mucho que decir. Olvidada la aparición de nuestro antihéroe en a última entrega de Spiderman filmada por Raimi aquí asistimos a un reboot en toda regla que ignora al héroe en cuyas páginas nació (de hecho esa arañita del pecho a la que estamos acostumbrados aquí brilla por su ausencia) para ceder el protagonismo total a Venom
Sí, encontramos algún punto común con sus anterior aparición cinematográfica (su protagonista, aquí también periodista, y alguna de sus debilidades) pero la cinta encuentra su propio lenguaje para el bautismo en sociedad del que parece estar llamado a establecer una nueva franquicia.
Venom tiene un arranque realmente oscuro, volviendo al origen alienígena del personaje, que le sienta bien a un personaje que, quitando esa etapa en el cómic en la que fue encarnado por Flash Thompson, nunca ha sido un héroe al uso, casi podemos decir sin trabas un villano. Eso sí, un carismático villano de diferentes rostros con la suficiente entidad para conseguir serie propia (y como acabamos de comprobar película). Es esta parte oscura, que fue la que más se publcitó en las primeras muestras de la cinta, lo mejor de la película. Su director, Ruben Flesicher, un viejo conocido del género fantástico (ahí está la muy recomendable Bienvenidos a Zombieland), demuestra como puede encajar bien un lenguaje casi próximo al cine de terror (ergo zombie), casi lidiando con la ciencia ficción más inquietante, en una cinta comercial y que se ajusta a un personaje con una dieta rica en proteínas pero poco recomendable y capaz de hacer cosas que otros héroes jamás harían, aunque sea para salvar el planeta.
Sin embargo, como ha demostrado eficazmente el último cine de superhéroes, parece que el género no puede renunciar a la comedia. Si bien hay momentos muy divertidos (esas conversaciones mentales de Brock y Venom, o el cameo imprescindible de Stan Lee), pero en ocasiones estos llegan a chirriar, haciéndonos pensar que quizás pudieran.
No se puede negar que Venom es una película entretenida, con buenas persecuciones (Algo a lo que se presta estupendamente su ambientación en San Francisco), momentos sorprendentes (algún huésped inesperado) y un reparto bien elegido (magnífica la labor de un Hardy que ya pisó el universo superheroico vía Batman y que evita como puede el efecto Gollum...eso sí, difícil es verlo en un papel en el que se le vea la cara todo el rato) pero no llega al resultado redondo que parecía prometer...eso sí, revela un fondo potente para deleitarnos con nuevas entregas y quizás con una chispita más de oscuridad...y es que no todo es Thor Ragnarok.
Venom llega a las pantallas españolas el 5 de octubre.

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