Te paras a pensar en aquellos tiempos en los que los fantasmas no salían del televisor, los psicópatas no te llamaban al móvil y los espíritus no necesitaban de videoconferencias para manifestarse en este plano y, francamente, te sientes vieja como el mundo. Entre la amalgama de películas de terror para las que las nuevas tecnologías son clave "Paranormal activity" es una de esas sagas que marcó tendencia y, como buena franquicia que se precie, vuelve cuando menos se la espera. Así, como la inquisición española.
"Paranormal activity. Next of Kin" es la última incorporación con una historia que abandona esa suerte de videodiarios alternados con material de cámaras de vigilancia a los que nos han acostumbrado las anteriores entregas por el terreno del falso documental, aunque ya no con la base de " El proyecto de la bruja de Blair", sino la versión 2.0 de la misma que pudimos ver en 2016, con sus tomas aéreas y una cámara lenta que parece figurar aquí más para presumir de juguete caro que para sacarle auténtico partido.
Esta nueva actividad paranormal, a pesar de arrancar de un punto de partida similar a " La visita" (ese conocer a miembros de la familia que da pie para filmar un documental) no es sino un nuevo acercamiento a ese género que se ha popularizado tanto en los últimos años que es el folk horror, aunque sin meter el exceso el dedo en el contraste entre un grupo de urbanitas cargados de tecnología y ese pueblo de corte amish en el que se introducen y que podría dar mucho juego. Ese miedo a lo desconocido que da un punto inquietante al asunto (aunque sin pasarse) pero que parece no bastar y que hace que esta película abuse de la que ya es una seña de identidad de estás cintas: el susto tonto, y mejor si va acompañado de efectos de sonido estridentes que no tienen sentido alguno a nivel intradiegético. Vamos, que podríamos simplemente oír la película sin ver metraje alguno y sabríamos perfectamente donde van encajados los sustos, así es la magia del cine.
Una película que a pesar del "realismo" que debería conllevar suc carácter de falso documental deja ver continuamente sus mecanismos, con luces irreales que nos hacen preguntarnos si asistimos a una secuela de " Color out of space" y planos injustificados. Pero también estamos ante una película sin pretensiones, que enlaza a su manera con sus precedentes (aunque si somos sinceros la etiqueta "Paranormal activity" supone más un reclamo publicitario que una continuidad pura y dura), de una brevedad que se agradece y con un final que se ve venir pero que, a poco que uno se meta en la película, es un auténtico tren de la bruja.
Ni la mejor ni la peor de la franquicia " Paranormal activity: next of Kin" renuncia levemente a su formato habitual (aunque no del todo. Ahí está la cámara de visión nocturna, y los intertitulos con fechas para rematar) para arrimarse a subgéneros afines y probar a dar un nuevo vuelco a una saga que disfruta con los cambios de escenarios. Flojita para los amantes del terror extremo, pero que puede no decepcione tanto a los seguidores de la franquicia y a aquellos que, simplemente, tienen ganas de una tarde de sobresaltos y palomitas.
" Paranormal activity: next of kin" puede disfrutarse ya en plataformas digitales.
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