Translate

lunes, 10 de febrero de 2020

CENTAUROS DE LA ESTEPA

Si en una película cualquiera un agente de policía protesta porque precisamente se enfrentan a un caso peliagudo justo antes de su jubilación a nadie le extraña...salvo si esto ocurre en plena Mongolia. Este es solo uno de los matices que hacen de esta película una propuesta atípica a El huevo del dinosaurio, ganadora de la Espiga de oro del Festival de Valladolid.
Puro mcguffin, desde su título, en realidad referencia al apodo de una de sus protagonistas, a su punto de partida, el hallazgo del cadáver de una joven desnuda en medio de la estepa, la película es una auténtica mezcla de géneros, coqueteando con el thriller y algún guiño que nos puede remitir al western, flanqueando el drama y, finalmente, tornándose afín al espíritu del documental antropológico.
Rodada con un cuidado extraordinario que sabe sacar el mejor partido de los entornos naturales, con unos embriagadores atardeceres y unas hipnóticas escenas nocturnas, la cinta consigue que la cámara se vista de falso subjetivismo, acercándonos poco a poco a los personajes que la pueblan (de hecho en su primera hora apenas sí podemos atisbar los rostros de los protagonistas de cerca) y esquivando las escenas más truculentas en momentos puntuales, para regalarnos una mirada personal que tiene su mejor aliado en el exotismo del terreno en que se mueve.
Pero en medio de este festín visual nos encontramos una historia de personajes que, aunque podrían resultar tan llamativos como interesantes (como muestra la dinosaurio del título, una mujer independiente aferrada con uñas y dientes a su propia voluntad), resulta vacía y quedaría reducida a la mínima parte de su esencia de desarrollarse en terrenos menos exóticos que las apabullantes estepas de Mongolia, aun conservando el mismo guión palabra por palabra y escena por escena.
El huevo del dinosaurio es una película que sigue su propio ritmo. Surrealista en ocasiones (el baile del agente encargado de vigilar el cuerpo durante su solitaria vigilancia), tremendamente chocante en otras (la confirmación del resultado del test de embarazo) es una cinta que se mueve entre historias sin parecer querer decantarse por ninguna, aparcando personajes por el camino y retomando otros aunque sin llegar a definirlos a su propio albedrío, haciendo de ella una película tan interesante a nivel formal como vacua a nivel narrativo.
Con más de un elemento notable para crear una gran película El huevo del dinosaurio queda sin embargo como una cinta ambiciosa, complaciente en el poder de su imagen y la sorpresa que puede generar en el espectador occidental, pero fallida a la hora de contar una historia en la que parecen esquivarnos introducción y desenlace para vagar en un desarrollo que en más de una ocasión puede descolocarnos. Un huevo exige paciencia y cuidado para abrirse. En este caso parece habrá que esperar para descubrir qué ser sale de este.

El huevo del dinosaurio llega a las pantallas españolas el 14 de febrero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario