Translate

martes, 26 de diciembre de 2017

DÍA EN EL MUSEO

Dos niños. Dos búsquedas de unas raíces que les resultan esquivas. Un enamorado de las estrellas del cielo y otra de las estrellas del firmamento hollywoodense. Una niña sorda de nacimiento y otro por capricho de los dioses. Dos historias paralelas...algo que en comienzo no parece muy original pero a lo que El museo de las maravillas pretende dar una dimensión distinta, con un cuidadísimo envoltorio que ya se ha convertido en marca de la casa de su director, Todd Haynes, como lo que recordarán los que hayan visto su última cinta, Carol.
 El museo de las maravillas no puede evitar un fuerte aroma de película infantil, de film iniciático, con las andanzas de sus jóvenes protagonistas en un inquietante paralelismo que la dotan de un fuerte carácter de fábula para antes de irse a la cama, con un toque de magia fruto de las casualidades que le da un punto de irrealidad que comulga con su personal estilo visual.
Unos bien encauzados actores infantiles, a los que se suma la presencia de la más veterana Julianne Moore, que nos regala el capricho de poder verla en el papel de estrella del cine mudo, consiguen dar verosimilitud a una historia que en el fondo tiene mucho de fantástico, casi podríamos decir de realismo mágico.
Pero si bien el reparto consigue meternos con facilidad en la historia es su estilo visual lo que consigue conquistarnos, desde una fotografía que juega eficazmente con el calor y el frío a una dirección artística que consigue transportarnos a dos universos tan distinto como los años finales de los años 30, puro cine mudo, a los más mundanos 70, con el remate en ese magnífico relato que funde, por fin, las historias de sus dos pequeños protagonistas a través de elaboradas miniaturas, y que podría constituir una minipelícula en sí misma. Una auténtica rareza que mueve el corazoncito del espectador más curtido y que consigue realmente sorprendernos.
Más volcada en su aspecto que en su más floja vertiente argumental El museo de las maravillas es una de esas historias que entra por los ojos (algo que puede resultar irónico teniendo en cuenta el valor de la sordera en el argumento) dejándonos imágenes imborrables y un aroma de cine clásico que nos hipnotizan, aunque sea solo un poco, durante sus casi dos horas de duración.


 El museo de las maravillas llega a las pantallas españolas el 5 de enero de 2018.

No hay comentarios:

Publicar un comentario