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lunes, 16 de marzo de 2015

MOVIMIENTO ELÉCTRICO

El cine siempre ha sido pura magia (aunque con según que título podamos llegar a replantearlo), una de las maneras más sencillas y hermosas de soñar. Y como todas las cosas maravillosas más de uno quiere un trocito del pastel. En un año en el que hemos podido disfrutar de pequeñas maravillas documentales como Red army o el mockumentary Lo que hacemos en las sombras parece que asistimos a un buen año para el género, esta vez con la historia de dos enamorados del séptimo arte con más ingenio que cabeza. Hoy hablamos de Electric Boogaloo:la loca historia de Cannon films.
Con una traducción del título que más bien parece remitirnos a al gún clásico menor de Mel Brooks (El original era Electric Boogaloo. The wild, untold story of Cannon Films) nos lleva de la mano de dos cineastas (decir ptoductores se quedaría muy corto), Menahem Golam y Yoram Globus, que consiguieron arrasar, pero también pegársela de mala manera, en su camino desde su Israel natal hasta el mismo Hollywood, en el que, con sus curiosas decisiones, revolucionaraon el cine de acción, mutaron el mercado de sueldos de las estrellas, trabajaron con grandes como Tobe Hooper o Sylvester Stallone y terminaron de hundir alguna franquicia de éxito con su productora, Cannon Films, cuya aparición de su logo al principio de una película hacía retorcerse incómodo en su asiento a más de un cinéfilo.

Electric Boogaloo, cuyo título viene de un personaje de uno de sus mayores éxitos, Breakin' (ambientada en el mundillo del breakdance y en el que aparecía, pásmense, un jovencísimo Jean-Claude Van Damme) nos cuenta la historia de este imparable dúo desde sus orígenes a través de los testimonios de los numerosos artistas que trabajaron con ellos, algunos apenas conocidos y otros de la talla de Hooper o el expájaro espino Richard Chamberlain (otros como Chuck Norris prestan su testimonio en foema de imágenes de archivo), plagados de buen humor y sinceridad hasta sus últimas consecuencias (impagable la historia del guionista cuyas lágrimas de desesperación ante una película parecida remotamente a su guión fueron confundidas por uno de los productores por una muestra de emoción,, o la de la entrevista de casting con un orangután y su agente), haciendo de esta película, que si bien adopta muchos elementos del documental clásico (entrevistas sin interlocitor visible o audible con un sobrio fondo oscuro intercaladas con fotos y fragmentos de películas), un dechado de ritmo ligero e ironía, sin caer nunca en una crítica hiriente en exceso (sí, se llegan a decir cosas muy gordas, pero el tono que mantiene es casi más propio de una charla entre amigos que otra cosa) ni en el drama, mientras deshoja poco a poco la labor de dos obsesionados por el cine (impagable la parte sobre su rodaje con Zeffirelli, que los tenía en muy alta estima) que supieron hacer de la búsqueda del éxito comercial su particular marca y que podían hacer una película sobre cualquier cosa, con gran rapidez, pero siempre sin escatimar en elementos erótico-festivos o acción desmadrada, y este documental revela un buen puñado de incógnitas, si bien la crítica de los títulos presentados siempre pivota más hacia abajo que hacía arriba (Incluso en el caso de títulos tan emblemáticos como Lifeforce).
Por supuesto genio y figura hasta la sepultura...tras narrar como poco a poco, y a veces por un puñado de casualidades (querían una secuela de La matanza de Texas con el mismo Hopper y este les dió...una comedia) el dúo se desintegó y llegaron a enfrentarse filmando películas con un punto de partida similar (la Lambada ¡!), en la que es una de las más divertidas partes del metraje,
sin legar nunca la sangre al río en abundancia ...pero esta cinta no podría tener mejor final ni más lógico (tranquilos, no es ese tipo de spoiler) cuando este se remata con la noticia de que, al parecer, está en marcha la filmación de su propia versión de la historia en forma de otro documental, The Go-Go boys. The inside story of Cannon films. No podría haber mejor final.
 Para fans de la historia del cine más curiosa y bizarra y los amantes de los documentales con buen sentido del humor.
Para los que os hayáis quedado con ganas de más junto a la proyección de esta divertida película, que pudimos (y pueden) disfrutar en la sala Artistic Metropol (Cigarreras 6) se presentó el libro Más Cannon (que prometemos comprar cuando tengamos un duro y más tras el visionado de Electric Boogaloo) de la editorial Applehead Team Creaciones, responsable también de la segunda edición del Manual de supervivencia para cinéfagos de Timi Abad e Iganacio López Vacas, amén de algunas de las mentes más preclaras de nuestro país y con portada e ilustraciones de su servidora, Peñuelas. Les recomendamos encarecidamente que adquieran ambos volúmenes si quieren pasar un buen rato, Más información en http://appleheadteam.blogspot.com.es/.
Y con esto les dejamos hasta mañana. Permanezcan atentos a este canal.


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