VESTIDA PARA JUGAR

Brian de Palma es uno de los grandes. Un director que nos ha regalado durante más de 50 años películas tan míticas como Carrie o Los intocables de Eliot Ness y cintas tan entretenidas como Misión: imposible. Un artesano de la imagen que nos ha enseñado a amar el cine...pero ahora llega el turno de Domino.

Thriller con el terrorismo islámico como fondo protagonizado por dos policías daneses unidos Unidos a la fuerza por el intento de asesinato de un compañero, la película nos enfrenta a una historia con un punto de partida interesante pero que poco a poco se va convirtiendo en una fallida y alocada trama de indescriptible desenlace.
Arropada por una gran fotografía con una particular gama cromática y con algún toque, como esa escena del atentado a pantalla partida que es puro Brian de Palma la película peca enseguida de ambiciosa, con una historia que nos va a llevar por varios países que en inicio no desentona con el género. Pero pronto nos encontramos con un guión que es puro disparate, con más de una frase que mueve a la carcajada (imprescindible aquella con la que se despide el agente de la CIA encarnado por Guy Pierce), unos personajes desdibujados y unos tópicos que prácticamente le explotan en la cara al espectador, algo que puede resultar irónico si tenemos en cuenta el tenemos en cuenta su temática.
Cierto que el director de este siniestrado europudding reconoce falta de control en muchos aspectos, empezando por un guión no propio y problemas de financiación y acabando por un corte final que la redujo en más de una hora. Pero también que nos encontramos ante una cinta que se antoja continuamente baja de recursos (el interrogatorio en el kebap)  que pierde el ritmo continuamente a pesar de su breve duración y cuya banda sonora que acaba de rematar la faena.
Domino es el fantasma de las navidades futuras de Brian de Palma. Una siniestra criatura que anuncia oscuros presagios aunque sea incitando más la carcajada que el terror, con un arco final ambientado en Almería que nos hace evocar Misión: imposible II. Confiemos que, como en la historia de Dickens, solo sea el sueño de una madrugada de invierno.

Domino llega a las pantallas españolas el 21 de febrero.