El cine es una pequeña escuela de muchas cosas y el oficio de profesor uno de los que más juego ha dado en la gran pantalla. Fácil es que vengan a nuestras mentes toda la caterva de maestrso entusiastas que logran sacar lo mejor de sus alumnos gracias a rimbombantes discursos, bizarras demostraciones y un temario que hace que los pajaritos en la cabeza se transformen casi en pterodáctilos .(la palma sin duda los maestros de canto, al más puro estilo de Sister act 2) para disgusto de padres autoriatrios y vecinos carcas como si de la epidemia El club de los poetas muertos se tratase. Sin embargo hay ocaciones en que el maestro se vuelve un ser humano. lejos de grandielocuencias e histrionismos, y la muestra viene de la mano de una película que llega muy pronto a nuestras pantallas...hoy hablamos de La profesora de historia.
La clase de la Señora Gueguen, veterana profesora de historia, geografía e historia del arte, es de las conflictivas, con ausencias injustificadas habituales, faltas de respeto y ocasionales peleas en plena lección, y las notas de sus alumnos dejan mucho que desear, de tal modo que muchos no han podido escoger las asignaturas que hubiesen deseado. Sin embargo la tutora, a pesar de la oposición del director y las reticencias de los propios estudiantes, decide animarlos a presentarse a un concurso colectivo consistente en redactar un trabajo sobre las vivencias de niños y adolescentes bajo el régimen nazi, lo que abrirá sus mentes y espíritus.
Basada en hechos reales la cinta es una emocionante fábula sobre el poder de la empatía de los seres humanos. Frente a un grupo de adolescentes con los problemas propios de su edad a los que no parece motivarles nada, ni siquiera su propio futuro, surge el reto de una profesora motivada que les enfrenta a un tema, el holocausto judío, que apenas conocen de oídas y que les cuesta irelacionar con sus propias vidas, y consigue que la paulatina identificación con unos jóvenes de su edad, aunque la mayoría fallecidos hace más de medio siglo, aumente su interés por el tema, mejore su capacidad de trabajo y logre además una cohesión en el grupo que costaba adivinar al principio de la película.
Así un grupo que parece solo coordinarse para el mal (revelador es el numerito que montan ante la profesora sustituta) se convierte, poco a poco y no sin deserciones en el camino, en un eficaz y creativo grupo de trabajo, así como hace que aumente la madurez y humanidad de los adolescentes.
Película coral, con personajes caracterizados de manera sutil, sin las estridencias a las que nos tiene acostumbrados el cine de Hollywood, expresa mucho más con unbreve gesto que con un intenso parlamento. Sí, hay alguna escena violenta, especialmente al principio (el ataque a la profesora por un matón, el acoso sexual a una de las alumnas...) pero la sensación que nos queda es la de una cinta en la que se logra más con una palabra correcta o un relato de desnudo dramatismo (el testimonio del superviviente, en el que para referirse a la muerte de su familia se ciñe a un escueto "y no lo/la vimos más"), en la que lo más importante son las palabras aunque a veces una sola imagen valga por muchas más ( la sonrisa comprensiva de las profesoras cuando comprueban como va calando el drama humano en los chicos).
La profesora de historia es una película de profesores y de alumnos, pero no de esas en las que un nuevo docente revoluciona su nuevo colegio ni de esas en las que hay que salvar una institución de su desaparición, ni siquiera de esas en las que enfrenta a los alumnos a un experimento pedagógico radical (Ahí está la muy recomendable La Ola, pero con resultado bien distinto). Sí, hay un concurso, y como seguramente esperan su resolución es del tipo que todos tienen en mente, pero el camino hasta él es el de una naturalidad pasmosa, con un proyecto ajeno a las materias obligatorias que logra interesar a un puñado de cabecitas locas con algo que realmente toca la fibra más sensible tanto de los personajes como del espectador, y sobre todo de una humanidad despojada de sentimentalismos melifluos y recurrentes conflictos familiares (los padres de los chicos aparecen solo al final y en un escenario muy distinto al colegio) que suelen abundar en este subgénero, Una película de aura realista sobre lo que es ser parte de la humanidad.
Un film que con probabilidad gustará especialmente a aquellos que se dediquen o hayan dedicado al campo de la docencia, y que sabe expresar más con una simple sonrisa que con un puñado de lágrimas.
La profesora de historia se estrena el 15 de mayo.
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