Pues sí...ya están aquí, llegan las navidades y espero que con un cupón premiado bajo el brazo (y si no al menos ya nos libramos del puñetero anuncio...creíamos que no podía haber algo más horrible que lo del año pasado y esta gente se sigue superando). Así que de momento Feliz Navidad para todos (para el año nuevo todavía hay tiempo) y ahí van un pequeño puñado de sugerencias para aquellos que vivan o se pasen por Madrid y se aburran...de estrenos ya hablamos otro día.
No podemos dejar de recomendar la exposición A su imagen en el Centro cultural de la Villa (http://teatrofernangomez.esmadrid.com/espectaculo/916/a-su-imagen--arte,-cultura-y-religion)...¿qué? ¿se les acaba de ir la chola definitivamente en el Monigotorium?. No, no del todo. Sí, es una exposición de arte religioso pero en ella podemos disfrutar de un cuadro en concreto extraño por estos lares y más aún de ver a la altura de los ojos. Se trata de In ictu oculi, una de las postrimerías de Valdés Leal, pieza maestra del Barroco español y cuadro por el que siento auténtica debilidad (llegué a hacer un trabajo sobre él en la carrera, y con nota), a pesar de no haber podido verlo hasta ahora en vivo (e incluso pude tenerlo unos minutos para mí solita). Una gozada con mayúsculas y una gozada gratis si tenéis la mala suerte de estar en el paro.
Como otros años también podéis en el Canal de Isabel II de una macroexposición y este toca Itinerario de Hernán Cortés (https://www.canalgestion.es/es/compromiso/exposiciones/arte/2015.html), deliciosa muestra que amén de dar lo que promete nos da la oportunidad de visionar un entretenido mediometraje con un puntito gore de la BBC sobre el tema...estad atentos que uno se lo pierde porque la sala de visionado está bajo la estructura en madera que imita una pirámide.
Y por último les dejamos un pequeño apunte gastronómico...una conocida franquicia de cafeterías especializadas en rosquillas de corte americano (no daremos marcas, gracias, pero creo que el nombre viene solo) ha sacado una línea de rosquillas y berlinas navideñas de las que no podemos dejar de destacar la de chocolate con casita encima. Sí, sí, la corona una colorista casita de oblea que no deja de recordarnos a una de nuestras películas favoritas, La última noche de Boris Grushenko de Woody Allen (Love and death. 1975), y al magnífico chiste del familiar poseedor de tierras (en realidad un terrón de tierra que le cabe en las manos y en el que acaba levantando una casita del tamaño de esta). Si no la han visto ya tardan...y si es con un bollo de éstos, todavía mejor.
Así que aunque lo hemos dejado hoy un poco a un lado os deseamos una Navidad de cine. Y para los que os quedéis mañana seguimos....
No hay comentarios:
Publicar un comentario