La sesión comenzó inocentemente, con la breve presentación y proyección de escena de la esperada Vampiras de Víctor Matellano.
Un comienzo impactante, no degoll...digo destriparemos más, pero que poco tenía que ver con lo que venía a continuación, un tour para estómagos resistentes y mentes divergentes, la única, la espectacular Ebola Syndrome
Bizarra historia sobre un oriundo de de Hong Kong que tras cometer unos horribles asesinatos huye a Sudáfrica donde se convierte en portador del virus ébola, lo que usará para vengarse de todo aquel que seentrometa en su existencia (no os contaré como pero os quitará todas las ganas que os quedaban de comer en un restaurante chino...y más tarde las de comeros una hamburguesa, así que tendréis que quedaros en casa de mamá y zamparos toda la verdura ), la película es un auténtico descenso a las simas de la locura, el asco y la transmisión de fluidos en todas sus vertientes. Irracional y divertida la película es un catálogo de maneras de volver loco a un hipocondriaco, destacando las escenas en lo que yo denominaría virus-visión (desde el interior de la boca del protagonista donde podemos ver flotando alegremente los virus antes de salir de paseo) y las múltiples maneras de contagio (por favor, asténganse los estómagos sensibles, casi mejor vayan a ver À l'intérieur o similar)...si alguna parte parece exceisvamente animal no se preocupen que un par de minutos llega otra que la supera...inenarrable, hay que verla. Y los diálogos...que decir, puro Shakespeare.
Por su capacidad de diversión, imaginación y poco miedo al ridículo y al que dirán sólo puede tener una nota (aunque tal vez deberían ser 5 moscas en vez de 5 monigoterios):
Épico drama sobre la lucha entre el mal, personificado por unos sosias del general Zod y un mortífero diablo con disfraz de mercadillo, y el bien, encarnado por el mostachudo Lando, su familia (destacando el zombie de su tío Miguel que le habla en sueños) y los mismísimos Dios y Jesús (aunque más bien parecen Gandalf el día que se le acabó el dinero a Peter Jackson y la versión filipina de Damian), la película se excede en diálogos sosainas y paseos incomprensibles (tengo que salvar a mi hija pero no se preocupe señora, que la acompaño a casa), que luego intenta mitigar con batallas individuales cuajadas de efectos espaciales a base de pirotecnia y dibujetes sobre el negativo. Al menos salimos vivos...y nos reimos muchísimo. Bajo su cuenta y riesgo.
Y con esto acabó Trash-O-Rama hasta que sus organizadores se dignen a deleitarnos con otra muestra de buen gusto como la precedente, lo que les hace merecidamente dignos de lo siguiente:
No, en serio, esperamos más. Gracias por una tarde inolvidable. Cine similar y mucho más en http://www.cinecutre.com/. Seguiremos informando
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