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lunes, 23 de junio de 2014

POSESOS VS. VIGORÉXICOS

Cuando la canícula empieza a asomar su sudoroso rostro poe el horizonte el ser humano empieza una pequeña cruzada personal en busca de algo enigmático y proteico que muchos han querido identificar con un único término: el fresquito. Ese "fresquito" no es una búsqueda sólo del cuerpo físico sino también un placebo para el alma y uno de sus más valiosos aliados es el cine...y más en el cine ochentero y por supuesto, sus secuelas. Es aquí donde entra Demons 2, la segunda parte de (por supuesto) Demons.

 Retomando los seres de la película original Demons 2 la película tiene un arranque menos misterioso (y reconozcamoslo un pelín más confuso) y troca la pantalla grande por la pequeña, estando ambientada en un bloque de pisos con sus correspondientes televisores...y esto no es algo gratuito. Así tras una breve pero impactante escena en la que lo que se nos antojaba un escenario de tortura finalmente resulta ser una inofensica pastelería (o será que los espectadores somos un pelín malpensados pero esa mermelada de fresa...) la cinta pronto nos muestra el destinatario de los productos del obrador: una fiesta de cumpleaños donde comenzará la tragedia, por llamarlo de algún modo. Y este es el original comienzo, cuando uno de los seres del Demons original abandona su proyección para salir de un televisor e iniciar una nueva masacre, algo que se nos revela familiar tanto por antecedentes (Videodrome) como por películas posteriores (Ringu, Cut, All hallows' eve y alguna travesura de Freddy...), y que dará lugar a una auténtica macedonia de carreras, posesiones, tensión y monstruitos varios, todo ello aliñado con la estética más ochentera, particularmente en la parte en que los demons del título atacan a los clientes de un gimnasio...maillots y cardados contra poseídos varios nos dan lo mejor de un  film que no renuncia a alguna marca del original, como uno de los protas enseñando músculo con la camisa rota (y eso que no era uno de los que iba al gimnasio). Claro que es de esas películas que tiene más gracia en el ojo del que mira que en su propio tono, pero se revela con una cinta más que disfrutable, con un ritmo adecuado, buen diseño de maquillaje (una idea es simple pero efectiva) y con una estética eficaz (aunque cae en la repetición, como en los planos de los demonios a contraluz con los ojos brillantes...la primera vez queda muy bien pero a la cuarta como que...), y que tiene algún momento memorable (la llegada de la homenajeada cuando cantan el cumpleaños feliz).
En definitiva para ver con los amigos y bien fresquito. Si no aténganse a las consecuencias.
Y próximamente llega otra película aún más fresquita pero por otras razones...permanezcan atentos a este canal.

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