MI NOMBRE ES ALFRED HITCHCOCK. El hombre (detrás) de la cámara.

 

Al comienzo del documental "Mi nombre es Alfred Hitchcock" el propio director nos dirá que está cinta nos va a contar una mentira. Nos revelará cual es poco antes de su desenlace. Pero la verdad hay un par más: que esta película, aunque lo afirme en sus créditos, ni la ha escrito el propio Hitchcock ni es él su narrador, aunque la verdad la imitación de la reconocible voz del cineasta es un magnífico calco. 

Sin embargo su espíritu sí reside en la narración que acompaña a esta revisión de gran parte de su cinematografía, desde sus primeras obras mudas a los grandes éxitos de su carrera, analizando elementos tan dispares como el tiempo o el deseo, creando un caleidoscopio,  rico en detalles y anécdotas, que nos invita a adoptar un nuevo enfoque respecto a escenas que hemos visto decenas de veces y probablemente veremos decenas de veces más.

"Mi nombre es Alfred Hitchcock" es un bonito homenaje a un genio. Cierto que a veces la abusiva repetición de ciertas imágenes, como la de él fumando u otras filmadas directamente para el film enturbian nuestra percepción de un conjunto ameno y divertido, pero estamos ante un documental de esos que no sólo convence al amante del tema tratado, sino que consigue que al lego en la materia le entren ganas de descubrir más sobre aquello que ha visto.

Una apuesta imprescindible para el fan del director, y más que recomendable para cualquier amante del cine en general. En plena avalancha de blockbusters veraniegos " Mi nombre es Alfred Hitchcock" es una perfecta alternativa para profundizar en un artista que logró lo que estos pretenden: conectar con el público.

"Mi nombre es Alfred Hitchcock" llega a las pantallas españolas el 18 de agosto.