"Repostero y chef" entre la comedia y el drama podría considerarse casi la fusión de dos películas. Por un lado una primera parte en la que descubrimos la infancia y juventud del protagonista, todo un drama social en el que conoceremos sus orígenes, de madre drogadicta y largas temporadas en un centro de menores de los que sólo le salva su familia de acogida, un matrimonio y un hijo mayor que comenzarán a espolear el talento innato de Yazid. Por otro una vez encauzados sus dones un segundo arco más convencional que se moverá en un terreno similar al de muchas cintas de tema deportivo cuando, aún persistiendo los elementos dramáticos, la trama se centre en una competición de alto nivel, y en la que aparecerán tópicos como el amiguete entusiasta con tendencia al chascarrillo o el malo sin fisuras que no nos extrañaría encontrar en un culebrón.
Traducción creativa de "À la belle étoile" (un elemento que sabe ser clave en la trama sin necesidad de pensar en las célebres estrellas Michelin) esta es una película con buen sentido del ritmo (a pesar de algún recurso repetitivo como ese teatral apagado y encendido de luces que tiene lugar cada vez que el protagonista ests inspirado. Usado con inteligencia la primera vez luego pierde parte de su razón de ser) que sabe apelar al lado emocional de la cocina y regalarnos un puñado de personajes carismáticos, así como deleitarnos con el tipo de planos que tan habitual se ha hecho en el cine gastronómico y que hace de ingredientes y elaboraciones pura poesía visual. "Repostero y chef" es una película que sabe hacer de la empatia su mejor baza, aún sin un planteamiento demasiado original y más de un tópico de manual. Pero su buen equilibrio de drama y comedia y una trama que no parece durar sus casi dos horas de duración hacen de ella una entretenida propuesta que ningún fan de la alta cocina debiera perderse...en ella encontrarán una pequeña delicia.
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