LOVE LIFE. Vida después de la vida

 

Una tradición no escrita hace que gran parte de los héroes de ficción sean huérfanos. Pero perder un hijo es una tragedia que marca más aún si cabe a los personajes. En el caso de "Love life" un accidente tan repentino como absurdo es el que va a marcar las directrices de una película sobre cómo afrontar el duelo y como este puede trastocar por completo las relaciones personales en un momento de dolor en el que estas son más necesariaa que nunca.

Cinta de personajes "Love life" nos presenta la historia de una madre que, tras la muerte de su hijo, fruto de un matrimonio anterior, ve como poco a poco su relación con su actual esposo va a sufrir las consecuencias, y más cuando su primer marido, tras años desaparecido, regresa a su vida. Sin ocultar el interés por los problemas de comunicación (como sucede con el personaje sordomudo o la parte que se desarrolla en Corea, algo poco sutil pero efectivo) la película es todo un catálogo de decisiones poco sensatas fruto del sentimiento de culpa que harán que sus protagonistas se enfrenten a unas circunstancias que no consideraban posibles apenas unas semanas antes. Si bien su sentido del ritmo puede considerarse discutible (ahí está un desenlace excesivamente alargado), en una obra que aboga por una sencillez tal que casi renuncia por completo a una banda sonora original en pro de alguna canción intradiegética lo importante son los detalles. Tanto los que definen a los propios personajes (ese tablero con la última partida que la protagonista se resiste a alterar) como los que van a cambiar la trama (el accidente, de una concisión perturbadora, o ese resplandor que hace que el marido descubra el secreto a voces de su esposa). Con algún elemento que linda levemente con el realismo mágico (la primera aparición del gato, el terremoto o esos dos fantasmas tan distintos que veremos a lo largo del metraje) "Love life" es una obra que destaca por una puesta se escena con una cuidadísima fotografía y uso del color frente a una trama de arranque convencional pero que sabe dosificar las sorpresas.

Una película que debe disfrutarse con paciencia, pero que recompensa al espectador con su sutil pero potente apartado visual y un argumento en el que prima la emoción. Para amantes del cine oriental más intimistas.

"Love life" llega a los cines el 19 de mayo