Para muchos los Caballeros del zodiaco (alias Saint Seiya) ha sido, como Dragon Ball, Campeones o Dos fuera de serie, todo un icono de nuestra infancia. Y por supuesto muchos, viendo como andan las cosas en esto del séptimo arte, contábamos con que tarde o temprano llegara una adaptación en imagen real, algo para lo que contaba con un buen puñado de elementos que dan mucho juego, de la acción al diseño de las armaduras. Pues bien, ese momento ha llegado...aunque quizás el resultado no es el esperado.
Con un puñado de personajes originales, entre los que se encuentran Seiya, Saori, o el Caballero de Fénix, a los que suma otros de nuevo cuño, la cinta es un relato de iniciación, en el que el protagonista descubre sus poderes y comienza su entrenamiento como caballero con el fin de conseguir la armadura de Pegaso para defender a la reencarnación de la diosa Atenea, a la que una misteriosa organización considera una amenaza. Lejos de los grandes enfrentamientos entre Caballeros a los que nos tenía acostumbrados la serie original (aquí contamos tres, la maestra de Seiya incluida, aunque por supuesto no falta la habitual ración de masillas, aunque más fornidos de lo habitual) este es un puro enfrentamiento entre buenos y unos malos de cierto aire imperial (al personaje de Fanken Jansen solo le falta decir 'Yo soy tu madre'). Una trama simple, que pierde ritmo en más de un momento merced a la repetición de planos (un recurso habitual en el anime para rellenar duración y llegar a la duración standar, pero que aquí da hasta para juego de beber), el abuso de la camara lenta (sin estos dos elementos es posible la cinta durase media hora menos, pero ya se sabe, ahora están de moda las peliculas largas) y unos diálogos que pierden fuerza en la mayoría de las interpretaciones si bien los intérpretes más veteranos intentan mantener la dignidad del invento.
Pero si el guión se antoja casi un primer episodio de presentación lo que realmente hiere al espectador es su apartado visual. Unos mejorables efectos especiales que llegan a hacer nos preguntemos en sus primeros minutos si estamos viendo una película de animación, y no muy buena, el poco aprovechamiento de unas escenas de lucha que se pierden en puro CGI aportando un involuntario toque slapstick (y frente a algunas más eficaces otras son de traca, como el entrenamiento del protagonista, prácticamente una tabla de gimnasia) y sobre todo unas pelucas que parecen salidas del mercadillo de la plaza mayor y unas armaduras lejos de los diseños clásicos y de aspecto tosco, que frente a los cajones del anime aquí se reducen a un llavero, no ayudan a levantar una obra que debería ser pura fantasía y que minarán la nostalgia de más de un fan.
"Los caballeros del zodiaco" es la crónica de lo que pudo ser y no fue. Una buena idea que en algún momento de su desarrollo simplemente se torció. Y mucho. Aunque siempre queda la opción de intentarlo otra vez. Seiya y compañía lo merecen.
"Los caballeros del zodiaco" llega a los cines el 26 de mayo.
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