Antes de Iron man, antes de Los Vengadores. Cuando el todavía reciente Hulk de Ang Lee hacia presagiar un futuro incierto para las adaptaciones de cómics en general ( y de Marvel en particular) apareció Hellboy. El carismático héroe de Mignola llegó de la mano del hoy oscarizado Guillermo del Toro con una historia de aventura y fantasía que nos dejó un buen sabor de boca. Pero el tiempo pasa, y Hellboy todavía tiene mucho que decir. No es sólo, parafraseando a otro héroe de cómic, la hora de las tortas. Es la hora del reboot.
Justo cuando nuestro diablillo favorito cumple 25 añazos ( motivo por el que también se ha reeditado su primera aventura en blanco y negro y formato gigante) Hellboy cambia de rostro y director para contarnos, con la excusa de la amenaza de una temible bruja que se recupera de un castigo horrible para volver y atormentar a toda la humanidad, la historia de un ser sobrenatural que descubre sus orígenes y su posible terrible destino.
Una nueva presentación del personaje en toda regla, optando por un estilo más grotesco y humorístico que su anterior encarnación, aunque conecte con este a través del pequeño homenaje al mundo de la lucha libre más bizarra con el que se abre la cinta.
Hellboy es una película que gana en su intrascendencia. Una película que es puro cine de evasión destaca en las numerosas peleas entre nuestro héroe y toda una retahíla de monstruos, de vampiros a gigantes. Unas luchas con un toque gore un tanto light pero que son lo mejor de una cinta que lamentablemente desaprovecha mucho de las bazas de las que dispone, perdiéndose entre tramas pseudoartúricas y humor de baratillo entre unos efectos especiales que en más de una ocasión dejan mucho que desear.
En absoluto se puede decir que esta nueva aventura del diablo roja sea aburrida, y hay que reconocer buenas ideas como traer a la pantalla personajes como Bogavante Johnson o Baba Yaga. Pero también estamos ante una película demasiado ambiciosa, con actores en ocasiones sobreactuados ( y que en su versión original intentan hablar en un castellano casi incomprensible), planos torpes y un guión que en ocasiones va directamente a bandazos.
Hellboy es una película que aspira a mucho, e intenta sembrar la semilla del nuevo despertar de la franquicia, pero queda como un divertimento más o menos eficaz para completistas, ligeramente dulcificado por el prisma hollywoodense y que apetece más disfrutarse en grupo y si es posible con muchas palomitas.
Solo un último apunte: por favor quedaos hasta el final. A diferencia del último megahit de Marvel Hellboy si tiene escena postcréditos...y se aceptan interpretaciones.
Hellboy llega a las pantallas españolas el 17 de mayo.
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