Confirmada como una de las primeras películas de la muestra SYFY de cine fantástico Escape room resultó ser la cinta de clausura de la misma. Dirigida por Addam Robitel, un viejo conocido del género (Insidious: La última llave) y ya confirmado como director de la secuela del film que nos ocupa, Escape room es una de esas cintas ideales para una sesión como esta, tras un largo fin de semana lleno de naves espaciales, asesinos de todos los tamaños y algún romance sorprendente.
Heredera directa del slasher, pero sin el mismo nivel de casquería al que nos acostumbraron los ochenta Escape room toma como excusa el pasatiempo de moda para arrastrar a un grupo de desconocidos de las más diversas edades y procedencias (ya no estamos en el terreno de incautos adolescentes) para enfrentarlos a una competición mortal que no deja de remitirnos a sagas de éxito como Saw o Destino final.
Con las reglas del juego bien aprendidas (y nunca mejor dicho) la película adolece de los aciertos y errores de las últimas propuestas del ramo, con personajes que inmediatamente intuimos van a quedar en el camino (los menos esbozados por supuesto, en unos flashbacks que no dejan de remitirnos al lenguaje impuesto por la ya clásica serie Perdidos) y alguna sorpresa que se ve venir, pero también encontramos un buen grado de imaginación en su propuesta visual (la primera sala y sobre todo esa locura invertida que se va desintegrando poco a poco) y un sentido del ritmo que le sienta bien.
Esta versión comercial del nuevo siglo de la muy recomendable Cube (no se asusten, aquí no hay grandes tandas de ecuaciones y pocas cosas que se parezcan a una operación aritmética) es una película de divertimento puro y duro, con un comienzo impactante y un desenlace, que sin destripar nada, invita a una secuela que ya está confirmada. Una cinta que no aporta mucho al género pero sí nos regala, a pesar de una ausencia casi total de humor, algo raro hoy, una premisa inteligente (lástima que las cartas queden pronto sobre la mesa) y una historia que, aunque nos resulta terriblemente familiar se ve con interés, gracias a un buen sentido del ritmo y unas escenas correctamente coreografiadas (aunque más de un veterano pueda encontrar ecos a otras cintas como La habitación de Fermat o la segunda temporada de la serie Channel zero y no diré más).
Cine para aficionados con ganas de diversión y sobre todo de que esta ya saga evolucione para ser un clásico del género gracias a una premisa realmente prometedora.
Escape room llega a los cines españoles el 15 de marzo.
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