El universo de las drogas y el narcotráfico nunca ha sido un elemento ajeno al séptimo arte, escalando poco a poco entre las paredes del drama y el cine de mafiosos ( y hasta en la oscarizada Forrest Gump), pero de un tiempo a esta parte su faceta más sórdida ha ido ganando enteros en un pequeño tsunami que ha surgido de la pequeña pantalla con título como Breaking bad o la reciente Narcos a la cabeza para desembocar en la grande con cintas tan impactanes como la muy recomendable Sicario,,. con un viejo conocido a la cabeza nos llega ahora Infiltrado.
Estados Unidos, 1985. El cartel de Medellín domina el mundo de la cocaína y parece imparable. Robert Mazur es un agente de aduanas que, adoptando la tapadera de un próspero hombre de negocios dispuesto a blanquear eficazmente el dinero del contrabando logrará entrar en contacto con algunos de los mayores narcotraficantes del momento. Si bien la operación parece ser todo un éxito muy pronto se dará cuenta de que ha entrado en un una espinosa trama y que puede que ni él ni sus colaboradores. incluyendo su falsa prometida, ni siquiera su propia familia real, salgan con vida de un mundo en el que el más mínimo desliz puede atraer la más sangrienta de las venganzas.
Basada en el libro escrito por el propio Robert Mazur Infiltrado nos devuelve a un Bryan Cranston que pasa al otro lado del juego que tan famoso le hizo en la serie Breaking bad para contarnos uns durísima historia sobre uno de los recovecos má oscuros del mundo criminal.
Si bien su comienzo se nos puede antojar como excesivamente conocido, presentando a un protagonista adcito, a pesar de no querer reconocerlo, a un trabajo cada vez más peligroso frente a los deseos de una esposa que le ruega pida la jubilación, la película elige su propio camino para llevarnos con ritmo ágil por las familiares pero peligrosas sendas de una operación encubierta que, merced a las decisiones de su protagonistas, se va volviendo cada vez más intricadas e involucrando a más inocentes (desde su propia familia a la de alguno de sus nuevos "socios"), a la par que genera una empatía con sus personajes que hace que la historia se vaya volviendo cada vez más desgarradora hasta su agridulce desenlace (que aquí no desvelaremos).
Con un reparto de lujo, que si bien huye de los grandes nombres nos regala un eficaz elenco tanto de protagonistas como de secundarios la cinta consigue, aunque no revolucione el género, ofrecer una propuesta más que interesante que gana con los pequeños detalles, incluso los anecdóticos (los dibujos de uno de los socios, el extraño regalo, el rregalo de las perlas...) y, que todavía consigue cogernos por sorpresa con su violencia (el ajuste de cuentas en el coche, el ritual de aprobación), más cruda que explícita, con una historia que logra salir airosa de sus inquietantes y continuos giros argumentales.
Un thriller con garra de esos que dejan buen sabor de boca y que logra mantenernos con los ojos bien abiertos en la butaca de princpio a fin, una película cuyo eficaz trazado y buen reparto logran incluso arrancarnos la incómoda sensación de déjà vu.
El lado más humano e inhumano de la lucha contra el narcotráfico llega a nuestras pantallas el 16 de diciembre
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