La tranquilidad de la noche, una ligera brisa veraniega se abre paso hasta tí y un rumor extraño acecha tu oído...el sudor frío baja por tu escápula hasta ocultos confines que sólo tú conoces...¿que te provoca esa inquietud? ¿es la fría caricia de la muerte?...pues francamente, no. Es el típico mosquito trompetero que te toca las narices en las noches de verano, y si no te deja dormir es la oportunidad ideal para encender la tele y recuperar todo un clásiceo:
The blob.
Ambientada en uno de esos pueblos en los que el partido del instituto paraliza toda actividad y la tarta de manzana se puede enfriar en el alféizar de la ventana sin miedo a paladares indiscretos nuestra cinta narra la pesadilla alienígena sufrida por una pacífica comunidad americana (que, si no fuera por los modelitos y algún otro matiz visual, podría ambientarse en cualquier momento entre las décadas de los 40 y los 80) en la que no pueden faltar ninguno de los personajes prototípicos, cura y outsider incluídos.
Si bien es un punto de partida al que nos hemos enfrentado mil y una veces esta película sabe jugar bien sus cartas, primero dándonos un falso protagonista (al que no echaremos de menos) y segundo tratando su material con inteligencia, con buenos giros de guión (el verdadero origen de blob, si se nos permite llamarlo así). Nos encontramos ante una obra de dulce sabor añejo de esas que se ven con gusto e interés incluso cuando roza el tópico. con diálogos divertidos (la compra en la farmacia...y las consecuencias al llegar a casa de la novia), momentos inquietantes (la primera muerte), efectos especiales bien diseñados y muy bien ejecutados y un buen ritmo que contribuye a darle el toque. Sí, en muchas ocasiones se nota que es hija de ese tiempo (ese renegado héroe por accidente que es tan radical...que hace la peineta) pero eso sólo contribuye a dotarla de más encanto.Toda una joyita de los 80 de esas que se disfrutan de verdad y que ya tuvo hasta su propia parodia en
Los Simpsons (Married to the blob, en la casa-árbol del terror XVII). Y el final magnífico, de esos que piden una segunda parte...todavía están a tiempo.
Da gusto ver pelis como estas...un buen rato de diversión de esos que no tienen precio (o sí depende del formato)
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