Como dice la canción que este año España presenta a Eurovisión sólo era cuestión de tiempo: una nueva entrega de Cazafantasmas llega a nuestras pantallas continuando la trama donde la dejó la previa, Cazafantasmas: Más allá, de la mano de un director, Gil Kenan, capaz de lo mejor y de lo peor dentro del género fantástico.
Si en esta ya nos encontrábamos con un reparto en el que la media de edad del reparto había bajado bastante a las originales y su primer reboot "Cazafantasmas. Imperio helado" aboga desde su arranque por un grupo que ya no es un equipo, sino directamente una familia. Apostando más por la mezcla entre aventura y comedia, dejando más en el tintero los elementos terroríficos, a pesar de un buen arranque que hace que suban mucho las expectativas, "Cazafantasmas: Imperio helado" presenta una trama sencilla de planteamiento bastante lineal. Aunque hay detalles simpáticos y algún buen guiño (la aparición en la biblioteca) la película presenta una idea resultona más digna del cine de catástrofes (una presencia maléfica asociada al hielo que a alguno le puede hacer pensar en "El día de mañana") que progresa adecuadamente pero no llega a dar el do de pecho ni en materia de humor ni en cuanto a la acción, teniendo más fuerza los signos que apuntan a la llegada del mal (esa secuencia animada en forma de relieves) que su propia aparición, lejos de esos colosos que hicieron grandes otros titulos.
Deudora nuevamente de la original, llevando en esta ocasión la acción a la gran manzana y con esa continua amenaza de que el contenedor de fantasmas explote que a más de uno le sonará, aún cuando mantiene elementos propios que fucionaron bien (los pequeños fantasmas de malvavisco, que aquí se multiplican de una manera espectacular) la nueva Cazafantasmas es una continuación correcta, quizás demasiado enfocada al público infantil y adolescente, cuya percepción probablemente mejore para aquellos a los que no les afecta el valor nostálgico del primer título de la saga.
Una obra ligera obra pasar el rato, intrascendente y que añade poco a ese título de culto que es el primer "Cazafantasmas", que generó un volumen de fans que esta difícilmente esta alcanzará. Quedan así un par de horas de cine de palomitas, para ver sin pretensiones...el que se quede con ganas de más (y mejor) la cinta de 1984 le sigue esperando.
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