A aquellos que hayan pasado por festivales como la semana de cine fantástico y de terror de Donosti o la Muestra SyFy les sonará eso de acompañar la proyección con diversas expresiones de controvertido contenido a grito pelado, pero esta tan anárquica como catártica muestra de individualismo es la base de un evento que ha llegado a su edición número trece dedicada a un tema que da tanto juego como son los vampiros. Así se ha demostrado durante nada menos que cinco días dedicados a algunas de las muestras más lamentables del septimo arte tanto en forma como en argumento y que dan pie a eso tan hermoso como frágil que es la comedia involuntaria. Cinco jornadas que se abrieron en la Facultad de ciencias de la información el 31 de enero esquivando por el momento la temática vampirica para arrancar con esa vieja conocida que es la bruceploitation con el muy recomendable documental "Enter the clones of Bruce", un canto a esos cineastas con más cara que espalda que intentaron seguir sacándole jugo a la figura de Bruce Lee aún después de muerto (con algunos productos más dignos y otros tan sonrojantes como divertidos como la inclasificable "El dragón ataca") y la película "El último combate", que gracias a vergonzantes collages e ignorar el raccord por completo resucita a su manera al fallecido maestro de las artes marciales para contar una historia de venganza con un toque James Bond que nos regala escenas tan surrealistas como la lucha con un león que no dudamos bajo su piel de peluche oculta a un ser de dos patas. Aunque nada comparado con otra amiga del género que sería la que constituiría la cinta de inauguración del certamen, "Made in China", película de espías y artes marciales que hay que ver para creer, con una opción creativa que da varios pasos más allá de la vergüenza ajena.
Pero no por ello los vampiros faltaron el primer día. Tras esa divertidisima nueva incorporación que es la miscelánea El frikódromo (auténtico viaje arqueológico por el lado más bizarro de la red con grandes momentos misicales) la cinta maldita "Empusa" (alguno tras su visionado diría es mas adecuado invertir el orden de los términos) dió el pistoletazo de salida amén de servir como escusa para otorgar el premio Jess Franco al gran Antonio Mayans, un actor que además de trabajar en numerosas ocasiones con el director que da nombre al premio goza de una extensísima carrera comprende tanto auténticos clásicos de la serie B o incluso Z como grandes superproducciones como "Rey de Reyes". Un primer mordisco que sólo sería el aperitivo de lo que quedaba por venir.Translate
lunes, 5 de febrero de 2024
WHAT THE F...ANG...? Crónica de la Cutrecon XIII
Hay muchas maneras de ver cine. En silencio, con la sien apoyada en la mano y en estado reverencial como con los clásicos de la filmoteca. Comiendo palomitas y con mirada de niño pequeño como con los blockbusters en los multicines. De sofá y mantita como con los éxitos de plataforma. O con el bocata de casa y rascándose las picaduras de mosquito como en el cine de verano. Y luego está a la manera de la Cutrecon.
A esta seguirían obras con todo tipo de chupasangres en obras como la mítica "Yo compré una moto vampiro" (en la que el mismo C-3PO, Anthony Daniels, intenta exorcizarla) la decepcionante a pesar de su titulo con gancho "Jesucristo cazador de vampiros" (que tras cambiarle el look a nuestro héroe no le saca bastante partido, y eso que incorpora al show al mismo Santo y todo), la participante en la sección oficial "Sangre cubana", "Vampire assassin", una suerte de "Blade" que mejoraria (tampoco mucho) con un par de focos más y una docena de zooms menos, o esa obra que merece una mención aparte que es "Brácula".
La cinta protagonizada por Chiquito de la Calzada, recuperada de una edición anterior (pero es que la ocasión lo pedía a gritos), trajo a la proyección a dos de sus actores, Javivi y Fernando Rebanal, que nos regalaron un buen coloquio, y además se presentó en formato fistrovision, requiriendo y ganándose la interacción de un público entregado que se rió, cantó y disfrutó de una obra que es una auténtica locura, convirtiéndose en una de las sesiones más épicas de la Cutrecon de este año. A nivel similar sólo puede equipararse la de "Killer Barbys contra Drácula", un film con uno de los peores vampiros de la historia del cine español e incluso diría internacional, y a cuya exhibición acudió su protagonista, Silvia Superstar, que fue entrevistada por Jesús Palacios al que dió la exclusiva de la próxima publicación de una monografia sobre el grupo. Su proyección en formato karaoke sacó lo mejor y peor de un público con ganas de marcha en plena sobremesa.
Y por supuesto no faltó la contribución asiática, con cintas de un buen puñado de países como "La maldición del brujo", alocada cinta sin prejuicios en cuanto a sexo y violencia y con un humor tan surrealista como desarmante o "Mystics in Bali", obra a mayor gloria de las cabezas voladoras (los vampiros llamados Krasue) que exige paciencia para su visionado. Viejos conocidos llegaron con "Chivalric Tornado", la película con el vampiro chino más cuqui de la historia, aunque sus continuos gritos llamando a sus papás cansan más que conmueven, pero que se permite hasta el lujo de intentar una faena torera, "Vampire raiders ninja queen", que no engaña con su título, añadiendo ninjas al cocktail con jocoso resultado y una buena dosis de muñecos cuyo empleo no se disimula, las homónima versiones indias de Drácula (en concreto la de 2012 plagia subversivamente más de un elemento del Drácula de Coppola, para no perderse la armadura de su protagonista), ambas en la Dracuton que cerraría el festival, o la nipona "Vampire girl vs. Frankenstein girl", una comedia de instituto de esas que sólo pueden hacerse en Japón, con mucho gore y más de un guiño local. Por no faltar, aunque llegada de EE. UU., no faltó ni una de las cazadoras de vampiros más famosas, Buffy, permitiendo a más de uno descubrir el origen de una de las series más populares de las últimas décadas.Con un reparto que incluye a míticos como Rutger Hauer pero que también permite el juego de descubrir a más de una estrella en uno de sus primeros papeles esta Buffy cumple los estándares de comedia para después de telediario (y si no que se lo digan a Antena 3, que en su día la programaba con relativa frecuencia) pero lejos está de lo que estaba por venir con romance adolescente, chistes baratos y muchos, muchos montajes.
Tampoco faltarían a la cita, como nos enseñó "Crepúsculo" (si es que nos enseñó algo), los enemigos naturales de los vampiros: los licántropos. La sesión lupina unió uno de los hombres lobos más bizarros de la historia, el casi nudista protagonista de "La croce dalle sette pietre", con un legendario Christopher Lee que en un momento de inconsciencia decidió protagonizar "Aullidos 2" (y que tampoco le hizo asco a mostrarcdeterminadas partes anatómicas"). Dos películas que prueban que, si el género vampirico puede alcanzarlas cotas de desastre, estos seres tampoco se quedan atrás. Y no serían los únicos bichos peludos que pasearian su palmito por el festival ya que una perezosa de tres dedos, Alpha, llegaría con "Perezoso amoroso" para convertir la residencia de una hermandad universitaria en una auténtica casa de los horrores, aunque en este caso para bien. Creativa traducción de "Slotherhouse" este cruce entre "Gremlins" y "Chicas malas" con guiño a "E.T." pasado por el tamiz del slasher nos dejó algunos de los mejores momentos de este año. Queremos secuela ya.
Pero un festival no podria calificarse de tal sin su sección oficial. Nada menos que cuatro cintas lucharon por obtener el premio del público a la película más divertida con aportaciones como la nueva fantasía de Gallardo, que una vez más se ha quedado a las puertas con "Nunca digas su nombre", una vuelta al mito de Alicia que reinventa la animación al estilo povera o "La celada", intento de thriller con más buena voluntad que medios que sumerge a sus personajes en un torbellino y dudas que no sólo los descoloca a ellos sino al mismo espectador. Pide remake hollywoodense a gritos.
Finalmente ganando por media cabeza "Los amigos. La pinícula" se alzó como ganadora sobre "Sangre cubana", romance vampirico reivincativo que mete con toda la cara a los Rolling Stones en el ajo y nos regala a unos cazadores de vampiros de antología. Pero la cinta gallega en torno a un cineasta que intentando filmar la película de sus sueños empieza a verse desde el principio apartado de un producto al que al final no reconoce ni la madre que lo parió se acabó alzando meritoriamente con el galardón. Un film que nos presenta un combate con espada láser al son
de una gaita tocada por una emula de Leia Organa de todo a euro sin duda lo merece.
La Cutrecon ha demostrado una vez más que eso del apocalipsis no es exclusiva del género zombie. Un festival que reivindica el poder cómico del subtitulo, rescata inclasificables títulos de los llamados cines periféricos y demuestra como los despropósitos cinematográficos, con amigos y cachondeo, son menos. O al menos más disfrutables. Y como siempre este año se ha cerrado con el anuncio de lo que nos espera en 2025 (el año de las rimas): fantasía épica. Magos, dragones, clones baratos del Señor de los anillos y por supuesto, bárbaros. Hagamos el chiste malo ya, que no va a ser la primera vez ni por supuesto la última que salga a la palestra: va a ser una barbaridad.
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