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sábado, 18 de septiembre de 2021

ALGUIEN VOLÓ SOBRE EL NIDO DEL SAMURAI

 

El cine hace extraños compañeros de cama. Si uno de esos compañeros es Nicolás Cage sabemos que, posiblemente, el concepto "extraño" puede ir mucho, mucho más allá. Y por si no bastaba su vastísima filmografía "Prisioners of the ghostland" llega para darle la patada (de karate, eso sí) a nuestro cerebro. Una película en la que la primera palabra que suelta el actor de culto es "Banzai" dice mucho de lo que vendrá a continuación.
La premisa es bien sencilla: un preso es liberado para encontrar en menos de cinco días a una chica por deseo de un oscuro y poderoso personaje. Hasta aquí nada anormal, pero si nuestro antihéroe se excede en alguno de sus métodos el traje de cuero con partes explosivas que es forzado a ponerse se llevará por delante alguna de las partes de su anatomía...o todas, directamente. Y este es solo el principio.
"Prisioners of the ghostland" se pierde en toda una macedonia de géneros. Comienza como película de atracos con traumático resultado, continúa coqueteando con el western sin perdonar el sombrero de vaquero, aterriza en un universo apocalíptico a lo Mad Max e intenta no perder de vista en su desenlace la chambara. Incluso se permite en el camino flirtear con el teatro clásico, coro mediante (y que alguien me diga que esa escena de Nicolas Cage con el casco en la mano.no es un guiño a Hamlet), y un amago de número musical. Y para dar un envoltorio a la altura a este particular regalo una ambientación riquísima en tópicos nipones, tan cuidada como excesiva, en la que no faltan kimonos, caretas de festival, katanas y hasta el hongo atómico, bailando entre una paleta cromática hipersaturada y la monocromía de la Ghostland del título.
Una propuesta llena de elementos inenarrables. Un Cage en su salsa, capaz de abandonar un pueblo en bicicleta de niña con cestita y todo o de luchar con una hoja oculta en toda regla, y todo un elenco de secundarios que parecen haber recibido como única  norma sobreactúar contribuyen a hacer de esta violenta fábula una experiencia única.
Es necesario dejarse arrastrar por esta auténtica locura solo a la altura de piezas como "Mandy", llena de posibles candidatos a meme del año. Pero el esfuerzo lo recompensa con creces está película imprescindible para los fans de Nicolás Cage en general y del japonismo más bizarro en particular. Abrochénse los cinturones: "Prisioners of the ghostland" ya está aquí.


"Prisioners of the ghostland" podrá verse próximamente en el festival de Sitges.


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