Hay películas que llevan la palabra secuela escrita en la cara desde su estreno. Otras como Sicario no se ajustan a esta funda. Fábula desencarnada y cruel sobre lucha contra los cárteles para mí siempre ha supuesto la más convencional de las obras de su director, Denis Villeneuve ( que tal vez les suene tras su controvertido paso por la ya saga Blade Runner), aún siendo una potente cinta de acción con más de un giro interesante. Y ahora, tres añitos después nos llega Sicario. El día del soldado, una película que tras unos primeros minutos impactantes (aunque, hay que reconocer, no tanto como los de la cinta original) y que parecen introducir un nuevo e inesperado elemento en la ecuación (y que aquí no revelaremos) nos devuelve a la cruda lucha con el crimen entre Méjico y EE.UU, recuperando a los personajes de Benicio del Toro y Josh Brolin.
Stefano Sollima, un viejo conocido del cine de corte criminal (y la televisión, como la popular serie Gomorra), se pone tras la cámara para contarnos un cruel cuento lleno de mentiras, ambientado en un universo sucio en el que casi podemos respirar el polvo, y en el que cada personaje es prácticamente una fuerza de la naturaleza, desde los duros soldados americanos (Brolin y Del toro, sencillamente magníficos como tipos duros hasta el extremo) hasta la hija de un jefe de los cárteles que a pesar de su juventud es toda una furia con zapatos de colegiala (una actriz que supone una interesante revelación que no hay que perder de vista y que, para sorpresa de los que disfruten de su actuación en este film el próximo año encarnará a Dora la exploradora en la anunciada película de imagen real...), interpretados por unos actores que son, simplemente lo mejor de una cinta en cuyo guión podemos encontrar algún giro quizás demasiado fantástico (léase personajes que sobreviven a heridas incompatibles con la vida o llamativos elementos que a la primera de cambio caen en saco roto) pero que aporta el interesante matiz de introducir en su trama a las nuevas generaciones, personificadas tanto en la hija del (permítanme el término) capo como en el estadounidense de primera generación que, por amor al dinero, se ve inmerso en un universo criminal que le queda grande
Así este nuevo Sicario se mueve en terrenos (y no me refiero solo a los geográficos) muy cercanos a la original. Inevitable como es compararla con su predecesora nos encontramos ante un trabajo no tan cuidado en su apartado visual (auqnue sí encontramos una vieja conocida banda sonora y un especial cuidado en el uso de los silencios) pero que sabe mantener el tipo con eficacia, con unas escenas de acción ricas en realismo sucio y una historia con buen ritmo, espedialmente en su primera mitad que, siendo un poco más convencional que la primera (o será que ya estamos curados de espantos) sabe engancharnos con sus juegos a doble banda y unos personajes cuyo pasado (y ya de paso, y una vez visto el desenlace, futuro) nos gustaría conocer, dejando la puerta muy abierta (y más teniendo en cuenta esa tendencia a hacer trilogías...no, no señalamos a nadie...ejem) a una hipotética tercera parte, algo que con este resultado promete. Y mucho
Sicario. El día del soldado llega a las pantallas españolas el 29 de junio
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