Revoloteando frenéticamente cual vampírico quiróptero llega este año el Festival de Sitges del 5 al 15 de Octubre...y para ir poniéndonos ya los dientes largos ha tenido lugar esta mañana su presentación en la Sala Berlanga de Madrid con la presencia de su director, Ángel Sala.
En una época, como él mismo ha definido de cambio, en la que se imponen nuevas formas de consumo como la ficción serializada o la realidad virtual (como algún nuevo fenómeno como Netflix, que permitirá disfrutar en el mismo Sitges de la presentación de la segunda temporada de Stranger things o la película Okja) y en medio de un pequeño boom del fantástico con éxitos fresquitos como It (que antes del adelanto de su estreno, previsto en inicio para octubre, iba a ser proyectada aquí, pero nos queda la inminente Annabelle creation, una película que Sala promete es superior a su predecesora) llega la que ya es la edición número 50 y que se abritá con La forma del agua, flamante ganadora del León de oro de Venecia. Una película de la que no se podrá disfrutar en los cines hasta el próximo año (En EE.UU. en diciembre) y que presentará su propio director, Guillermo del Toro, padrino de este año del festival y un cineasta definido por Ángel Sala como "La persona que mejor representa el espíritu del Festival de Sitges".
No será el único, sumándose a esta fiesta del fantástico los premiados Susan Sarandon, de cuyo trabajo podremos disfrutar con The Rocky horror picture show, proyectada en una sesión nocturna (todavía no está confirmada la interactuación con papel higiénico y paraguas, pero seguro que más de uno tiene ya preparadas las medias de rejilla y afilados los tacones), Dario Argento, un autor denostado en sus inicios que ha acabado siendo de culto (y de cuya obra podrá verse Suspiria, en sesión doble con La cumbre escarlata y con postscreening), el premiado con la máquina del tiempo Kornél Mundruczó (del que se proyectará Jupiter's moon) y William Friedkin, el hombre que logró que una cinta tan de género como El exorcista se metiera en la carrera por los Oscars, ganando el de mejor guión. Tampoco dejará en el tintero a los tristemente ausentes como los recientemente fallecidos George A. Romero, al que se recordará en el zombie walk de este año, o Tobe Hooper, al que posiblemente (al ser un hecho tan reciente no ha dado aun timepo de concretar) se homenajee aprovechando la proyección de Leatherface de Maury y Bustillo.
Y ni solo contará con su propio aniversario sino que el Festival de Sitges tendrá un rinconcito para uno de los condes más famosos del imaginario colectivo, con permiso del de Montecristo, el mismísimo Drácula, cuando se cumplen 25 años de la mítica Drácula de Bram Stoker de Coppola, y de paso 120 de la publicación de la novela homónima. Así podrá verse un buen número de cintas protagonizadas por el vampiro por antonomasia, la amyoría en 35 mm,incluída la inclasificable y premiada en 2002 en el propio festival Drácula: pages from a Virgin's dairy, y se contará con la presencia de una de sus encarnaciones, el mítico Frank Langella. Y por supuesto mesas redondas, charlas, algún libro en primicia y hasta concurso de cosplay...y mucho más.
Y entre su inauguración y su cierre con la gótica The Lodgers mucho pero que mucho cine, con la proyección de la misma copia con la que se abrió el universo Sitges hace 50 años, Aelita, y las premieres mundiales de la mexicana Belzebuth, la cinta en euskera producida por Álex de la Iglesia y Carolina Bang Errementari y Muse, de Jaume Balagueró, europeas como la de Mom and Dad, protagonizada por Nicholas Cage (atención fans) o pases especiales como el de Marrowbone.
Centrada especialmente en el terror la edición de este año traerá una larguísima lista de títulos como la sorpredente Real, mezcla de gangsters y ciencia ficción, Les affamés, que reinventa el género zombie llevándola al terreno rural, Revenge, un giro al género rape and revenge, The ritual, una cinta que lleva el horror al terreno de la brujería en los bosques suecos, As boas maneiras, película de hombres lobo que se llevó el premio especial en Locarno, Salyut-7, el "Gravity ruso", el reencuentro con un viejo amigo Cult of Chucky, el híbrido de Déjame entrar y Carrie Thelma, la película que abrirá la sección Nuevas visiones Most beautiful island o la recomendada por el mismo Ángel Sala The killing of a sacred deer.
No faltarán los documentales, que no entraban en la sección oficial desde Jodorowsky's Dune, con títulos tan inquietantes como el hitchcockano 78/52 o Caniba (no, no me he comido una L pero ese es el tema...para estómagos fuertes), ni animación como la ya considerada una joya Loving Vincent, dedicada a Van Gogh, ni por supuesto sorpresas como la primera serie en visión de 360º Campfire creepers, de la mano de Alexandre Aja y Robert Englund.
Mucho, mucho y para disfrutar en apenas dos días. Faltarán, como preguntó uno de los asistentes a la presentación esa Star wars que cumple este año ya 40 años (y es que una proyección de este material o de la inminente Los últmos Jedis no es imposible: lo siguiente), pero lo que si está hará que ni por asomo se eche de menos. Como describió Ángel Sala al final del acto "El cine fantástico permanece. El cine fantástico abre caminos". Y nosostros estamos más que dispuestos a recorrerlos.
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