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miércoles, 8 de junio de 2016

NI MALDER NI ESCALI

Hace ya unos añitos, cuando el primer Festival Nocturna daba sus últimos coletazos, una gran sorpresa nos embargó a todos los asistentes durante la que fue la penúltima sesión del sábado y por añadido ceremonia de clausura. No, no fue el descubrir que el cine parecía haberse convertido en un aeropuerto con arcos de seguridad y unas medidas de control extremas, que eso ya inquietó bastante. Fue el enfrentarnos a una cinta de buen sabor clásico y un sentido del terror tan desasosegante como aterrador. El nombre de esta agradable sorpresa era The conjuring, Expediente Warren por estos lares, una película que confirmó el buen hacer de su director y nos presentó a la retorcida muñeca Annabelle. Su secuela nos ha vuelto a visitar con ocasión del nuevo Nocturna y con una sorprendente maniobra de marketing (solo con invitación) y su nombre Expediente Warren: el caso de Enfield
En una apacible casa de las afueras de Londres vive, tras el abandono de su esposo, una mujer con sus cuatro hijos. Con las preocupaciones normales sin embargo repentinamente la hija pequeña empieza a sufrir extraños terrores nocturnos y a pensar que es sonámbula. Si bien al principio le restan importancia poco a poco toda la famiia empezará a sufrir impactantes visiones y ser testigos de como varios objetos se mueven por sí solos, de modo que finalmente acabarán huyendo de la casa en plena noche y pidiendo ayuda. Pero cuando los fenómenos les acompañen a la casa en la que han sido acogidos será el moemento de tomar medidas extremas y será cuando los Warren, por petición de la iglesia, viajen a Gran Bretaña a comprobar cuanto hay de cierto en estos extraños sucesos.
Secuela estricta de Expediente Warren la película retoma a los investigadores de lo paranormal protagonistas de la original, el matrimonio formado por Ed y Lorraine Warren, que en esta ocasión abren su intervención en la cinta con la investigación del impactante caso de la casa de Amityville, un viejo conocido para los amantes de lo oculto en general y del cine de terror en particular, al que dedican los primeros minutos del film (en la línea del episodio de Annabelle de la primera entrega, a la que por cierto volvemos a ver en esta película aunque sea de refilón) y tras el que nos alejaremos brevemente de los Warren para sumergirnos en la pesadilla del caso (real) del poltergeist de Enfield.
Rodada con el impecable sentido del ritmo al que nos ha acostumbrado ya su director, dilatando la tensión hasta extremos malsanos y sabiendo intercalar los momento más terroríficos con otros más dulces (la canción de Elvis) la película presenta un esquema muy similar al de su predecesora, con un esquema clásico que finalmente conectará en más de un sentido la vida de los Warren y la de la familia de Enfield, pero que sin embargo no resta efectividad a buena parte de las sorpresas que nos regala la película.
Pero si algo destaca en esta cinta, al igual que en el primer Expediente Warren  y gran parte de la filmografía de su dierector (su ausencia se nota, y mucho, en casos como la tercera entrega de Insidious) es su concepción del horror, un terror terriblemente plástico que no sabe renunciar a los elementos grotescos (ahí esta casi desde el primer momento esa monja con serios problemas dentales) que contribuye a crear escenas de auténtica pesadilla tan desasosegantes como la del hombre retorcido o la de la sombra de la monja, o a recursos tan interesantes como dejar un segundo plano borroso del que vemos surgir "otra cosa" como en el interrogatorio a la entidad que atormenta a la familia. Sí, Wan sigue recurriendo a a elementos que le son queridos como los jueguetes infantiles de corte antiguo (la caja de música en la primera, el zootropo en esta ocasión) pero estos siguen siendo tan eficaces como impactantes.
Un viaje por el horror tan demoniaco como entretenido, que sabe devolvernos todo lo que nos conquistó de la original aunque se haya perdido buena parte de su factor sorpresa, pero que sigue contando con un elenco de actores que dan lo mejor de sí y una historia de esas que engancha, un nuevo caramelo que sabrán paladear tanto los aficionados al terror com los legos en la materia.
Una dignísima secuela y escalofrianrte cinta que nos da más de un susto de antología Expediente Warren 2 se estrena el 17 de junio en las salas comerciales.

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