Translate

lunes, 19 de septiembre de 2016

CHICOS DEL CORO

¡Vuelven los 80! O eso parecen decir (o pensar) muchos con el superéxito de Stranger things, esa serie que, tras pasar de mano en mano, finalmente vió la luz para convertirse en el éxito sorpresa del verano. Sin poder hablar mucho de ella (sólo he visto el primer capítulo...tiene un buen puñado de puntos para enganchar, veamos como evoluciona la cosa) es innegable que los 80 (que ya se han convertido en el pasado...es más, hasta el futuro de Regreso al futuro se ha convertido en el pasado hace ya casi un año , cosa que descoloca a cualquiera), nos hayamos criado en ellos o no poseen un especial encant y se han convertido en objeto de nostalgia...cine, videojuegos y por supuesto...música, un elemento esencial en Sing Street.
 En el Dublín de los 80, una ciudad hundida en la crisis económica, las cosas no van bien para Conor. En plena adolescencia sus padres no paran de pelearse y para colmo para ahorrar le cambian a un colegio católico donde no empieza precisamente con buen pie. Pero pronto descubre a una chica que pasa horas en la escalera de una casa frente a la puerta del colegio. y para conseguir su teléfono cuando ella le confiesa que es modelo le propone aparecer en el próximo videoclip de su banda,,,gruo que por supuesto no tiene. Así nacerá Sing Street y con otros compañeros de colegio compondrá una canción y preparará un vídeo... y no serán los últimos.
Curiosa combinación de drama y comedia esta fresca carta de amor a la música de los 80 nos cuenta la historia de un grupo de adolescentes que en la gris Irlanda de los 80 consiguen encontrar su tabla de salvación en algo que empieza siendo una mera escusa para conocer chicas y acaba convirtiéndose en una parte fundamental de sus vidas.
Con una punto de partida propio del cine adolescente y que no desentonaría en el argumenteo de un manga o anime la cinta presenta una comedia amable en medio de un ambiente poco propicio, en el que no faltan ni las continuas riñas familiares ni la amenaza de los abusones (desde el compañero de clase al proio director de la escuela), pero dentro del que sus protagonistas exerimentarán una auténtica catarsis a través de una música que consigue liberarlos, ya sea creándola, interpretándola o simplemente escuchándola.
Si bien su gran selección de temas (entre los que no faltan Duran Duran, Spandau ballet o el superéxito de A-ha Take on me entre otros...las espinas por otro lado se las lleva el grupo Génesis) y una serie de composiciones originales tremendamente pegadiza suponen ya un aliciente para acercarse a una película como esta son su historia, emotiva a pesar de nos ser en exceso original, y sus carismáticos personajes los que consiguen enganchar a un espectador que no puede dejar de identificarse, aunque sea mínimamente con un puñado de soñadores, quizás demasiado inocentes (ese primer beso, o la falta de miedo al ridículo al copiar los looks de sus ídolos musicales, algo que nos deja algunos de los momentos más divertidos de la cinta) pero sobre todo no dispuestos a rendirse en ningún momento a pesar de la falta de medios, tiempo (la llegada de los exámenes) o las críticas (hasta la violencia física).
Sing Street es una película sencilla, pero con gran cuidado a los detalles e incluso algún concesión a la poesía (la reflexión sobre la naturaleza del amor o la cnversacón sobre la relación entre la madre y el sol), una película sobre unos sueños que pueden quebrarse pero que nunca se rompen del todo, aunque no coincidan del todo con los que uno tiene en su mente (ahíe está el divertidísimo clip soñado por su protagonsita en el que todo lo es perfecto en baile y coreografía y sus deseos más íntimos se hacen realidad, de la aprobación del sacerdote a la reconciliación de sus padres) y que nos deja la agradable sensación nostálgica de una buena canción.
 Una película de esas que pintan la sonrisa en la cara y nos acompaña con su banda sonora tiempo después de abandonar la sala Sing Street se estrena el 30 de septiembre en las salas españolas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario