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viernes, 21 de octubre de 2022

REC. TERROR SIN PAUSA.Pablo, grabado todo

 

Aunque no te guste el cine de terror, los zombies te provoquen urticaria y despotriques del cine de terror "REC" es uno de esos títulos que te tiene que sonar a la fuerza. Generadora de una saga de ya cuatro películas y un (olvidable) remaque el festival de infectados "REC" consiguió impactar desde su mismo estreno y como clásico moderno que es parece ha llegado, 15 años después, el momento de revisarla. Pero no a través de una quinta entrega, sino de un género muy distinto: el documental. El título no puede ser más explícito: "REC. Terror sin pausa".

La película no es un como se hizo propiamente dicho. Partiendo de un diálogo entre sus dos directores, Jaume Balagueró y Paco Plaza, " REC. Terror sin pausa" nos regala la oportunidad de escuchar de primera mano el testimonio del equipo de la cinta, dando por fin rostro a Pablo, el cámara que daba la réplica a la aterrorizada coprotagonista (así como alguna sorpresa adicional como el de la ya adulta niña infectada). La posibilidad de conocer muchos detalles de su rodaje se suma a la de descubrir como muchos detalles del mismo cambiaron a medida se iban filmando, desde el mismo título (Bomberos) a la némesis final (quizás el apartado más curioso del documental) e incluso el desenlace propiamente dicho, haciendo de esta una de esas propuestas que consiguen conquistar a los fans.
Pero esta odisea no se queda solo ahi. "REC. Terror sin pausa" da además voz a críticos, directores de cine como Nacho Vigalondo (con su llamativo testimonio sobre la promoción de su película "Los cronocrimenes" en Méjico) y al mismo director del Festival de Sitges Ángel Sala. Y por supuesto a los fans, que han conseguido hacer de "REC" el fenómeno que es, dando coda al documental además con su eco en parodias televisivas y cinematográficas, obras de teatro y hasta en parques de atracciones.
"REC. Terror sin pausa" es un perfecto complemento al visionado de la cinta original. Quizás no tenga la suficiente entidad para complacer a cualquiera que no conecte especialmente con el tema, pero resulta una apuesta más que recomendable para cualquier amante del cine fantástico en general y "REC" en particular. Nuestros queridos infectados siguen teniendo cuerda para rato.

"REC. Terror sin pausa" llega a las pantallas el 28 de octubre
 

miércoles, 19 de octubre de 2022

LILO, MI AMIGO EL COCODRILO. El gran caimán

 

El cocodrilo, aligator o caimán (el gavial ya veremos), que no diferenciaré aquí para disgusto de zoólogos y asociados, siempre ha sido buen ingrediente para el cine de aventuras y terror. Aunque siempre hay excepciones y estas casualmente siempre han tirado por el lado animado musical, Disney mediante, desde los danzarines de "Fantasía" al músico de "Tiana y el sapo". A ellos se une un nuevo reptil que, aunque hace sus pinitos en esto del baile destaca por su voz. Se trata de "Lilo, mi amigo el cocodrilo".
El arranque de la película solo puede clasificarse de musical clásico. Una canción pegadiza, un número bien coordinado y un inteligente uso del plano secuencia y el montaje hacen de este uno de esos comienzos que consiguen que su protagonista por la puerta grande, aun con una propuesta tan surrealista como es la de un cocodrilo cantante (ojo que no parlante) que encuentra su lugar en el mundo gracias a sus amigos y su particular habilidad. Si no bastase está premisa tan propia de las fábulas (no en vano se basa en un libro infantil) a la ecuación suma un preadolescente con problemas para relacionarse, una madre (perdón madrastra) que ve como le va consumiendo la rutina y un padre, profesor de profesión, que no se siente respetado en el trabajo. Todos ingredientes ideales para una feel-good movie enfocada principalmente a niños y adolescentes no muy creciditos, tiktokers incluidos, que sabe en qué liga juega pero hace flacas concesiones fuera de estos espectadores potenciales.
"Lilo, mi amigo el cocodrilo" sabe hacer un creativo uso del color (cuya vivacidad aumenta cuando el reptil aparece en escena) y da el do de pecho (y nunca mejor dicho) en los números musicales, aunque en ningún momento a la altura del que abre la cinta. Pero a pesar de algún apunte cómico bien conseguido (la camiseta de Cats con la que duerme el villano de la función) no deja de ser la típica historia de animalillo más o menos inusual saca lo mejor de unos personajes en sus momentos más bajos, con un ritmo ligeramente irregular y buena afinidad por los tópicos pero con talento para la moraleja. Con la sorpresa de encontrar a un Javier Barden que saca lo mejor de su talento musical (y al que sorprende encontrar lejos del cine adulto, aunque en breve podremos verle en la nueva "La sirenita") "Lilo, mi amigo el cocodrilo" es una curiosa apuesta de corte fantástico intrascendente pero que deja buen sabor de boca. Y se agradece que, por una vez, el malo no sea el gato 


"Lilo, mi amigo el cocodrilo" llega a los cines el 21 de octubre.

lunes, 10 de octubre de 2022

PETER VON KANT. La tentación vive dentro

 

Es imposible no sentirse fascinado por determinados clásicos, pero casi siempre resulta desconcertante por qué algunos autores juzgan necesario volver a dar vida a obras que nunca la perdieron, a veces con acierto, otras con tintes casi de herejía como el remake de " Ben- Hur" que pudimos ver hace unos años. Francois Ozon, uno de esos directores a los que les gusta la controversia, opta en esta ocasión por una cinta menos conocida por el gran público, "Las amargas lágrimas de Petra con Kant" de Fassbinder, para , cambiando sexo y oficio de sus protagonistas (la moda por el cine), contarnos una historia de amor y sobre todo de deseo bajo el título de "Peter Von Kant".
Ambientada en 1972, año de la cinta original, la película se fragmenta en varios actos separados por varios meses y marcados por planos del exterior de la casa donde se desarrolla la práctica totalidad de la acción. Con fuerte carácter teatral, aunque sin respetar la unidad de tiempo "Peter Von Kant" nos presenta la historia de amor fou entre un director de cine en la cuarentena y un atractivo candidato que parece un firme candidato a estrella. Una relación que va a poner a prueba su rol como artista, hijo y padre, así como su relación con antiguas parejas sentimentales o tan ambigua como la que vive con su ayudante Karl, un personaje cuya voz no oiremos en toda la película y cuyo vínculo concreto desconocemos, pero que constituye uno de los grandes aciertos de la película.
Con una sencilla pero eficaz puesta en escena y una cuidada fotografía, de saturados colores y marcados contrastes (a alguno le recordará a "8 mujeres") "Peter Von Kant" tiene un marcadisimo estilo que supone un bello envoltorio para una historia tan simple como emocional. Con unos personajes con los sentimientos a flor de piel (quizás con la excepción de ese objeto de deseo que se comporta en alguna ocasión con absoluta frialdad) y capaces de decir mucho con un mero gesto (ahí está ese momento de descorche de champán que es pura magia) esta cinta mueve con corrección todos los engranajes de un juguete dramático para dejarnos con el aroma de un amor encontrado y nunca perdido del todo.
Breve pero intensa "Peter Von Kant" nos regala destellos del Ozon más ácido pero sin perder nunca de todo el prisma más romántico. Un drama de manual que saca lo mejor de sus intérpretes (incluida una recuperada del film original, Hanna Schygulla) y nos asoma una vez más a ese lado del alma humana que es capaz de renunciar a los otros, pero nunca a si misma.
" Peter Von Kant" llega a nuestras pantallas el 14 de octubre.

martes, 4 de octubre de 2022

HUNT. Coreanos habituales

 

Después de arrasar en los Oscar, revitalizar el género zombie y enganchar a medio planeta a fuerza de juego tradicional la cinematografía coreana sigue demostrando ser una industria que apuesta por el entretenimiento, y eso se ha reflejado especialmente en el cine de acción. Tras ese impactante ejercicio de pirotecnia que es "Carter" (en su plataforma más cercana) se  asoma a nuestras pantallas "Hunt",  con n la presencia de un viejo conocido, Lee Jung-Jae, que ejerce aquí la triple labor de guionista, protagonista y director.
Ambientada a principios de los 80 "Hunt" nos lleva a un momento de tensión entre las dos coreas. La amenaza de posibles atentados que parecen poner en su punto de mira al presidente de Corea del Sur  y la sospecha entre los miembros del servicio secreto de que entre ellos puede haber un infiltrado van a dominar de principio a fin una trama en la que no faltan los dobles juegos y los giros inesperados, haciendo que cualquiera de sus personajes pueda ser sospechoso. Una trama que se presenta con un ritmo irregular pero que recupera su fuerza con unas escenas de acción que, en espíritu, no deja de recordarnos al cine de acción de los 80, aunque cambiando los habituales culturistas en uniforme pseudo militar por individuos trajeados con idéntico corte de pelo. Son esas vertiginosas escenas, con un inteligente uso de los (contados) planos secuencia y el montaje, lo que realmente hipnotizan al espectador, sin faltar persecuciones a pie o coche, escenas aéreas y grandes explosiones, sin olvidar unas gráficas  escenas de tortura que muestran el lado más oscuro de los personajes y que no son recomendables para paladares sensibles.
"Hunt" brilla más como película de acción que como thriller, a pesar de su fuerte componente de denuncia social y su más que correcta adecuación al género. Sus personajes, dotados a pesar de sus  secretos de un sentido de la lealtad que recuerda, salvando las distancias, al cine de yakuzas, son meros peones en una trama que se mueve a varios niveles, pero la espectacularidad de sus imágenes hace nos olvidemos pronto de su vertiente realista. Cine denuncia con un impecable envoltorio de cine de palomitas. De cual de sus vertientes decidimos disfrutar más depende de nosotros.


"Hunt" podrá verse en el festival de cine fantástico de Sitges y llegará a la pantalla grande el 6 de enero.

 

lunes, 3 de octubre de 2022

LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS. Alguien mintió sobre el nido del cuco

 

Aunque se sea poco aficionado a la palabra escrita hay títulos tan llamativos que, aunque no se hayan leído, rápido se instalan en la memoria como La insoportable levedad del ser, la chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina o, por supuesto, Los renglones torcidos de Dios. Uno de esos títulos míticos que casi todos recordamos haber visto campeando por casa desde que éramos pequeños y que llega a la gran pantalla más de cuatro décadas después (tras otra adaptación mejicana en los 80) de la mano de Oriol Paulo, un director que ya ha mostrado su querencia por los giros inesperados en cintas como "El cuerpo" y "Contratiempo".
"Los renglones torcidos de Dios" es un thriller que se debate continuamente entre la verdad y la mentira, la cordura y la locura. Con un arranque con ligero aroma a Hitchcock en el que no falta algún eco a "El resplandor" (obra con la que se permite algún guiño más a lo largo del metraje) la cinta nos cuenta la historia de Alicia, una mujer que ingresa en un manicomio por haber intentado envenenar a su marido. Pero esta es solo la tapadera para infiltrarse como paciente y descubrir quien mató al hijo de un famoso médico internado en el centro. Sin embargo este misterio tiene más de una cara y la trama va a jugar con el espectador hasta la mismísima frase final.
Si hay un apartado en el que esta cinta destaca es una ambientación a la que se pueden poner pocos peros. Su cuidadísima dirección artística, que consigue dar vida con acierto a ese microcosmos que es el sanatorio mental, su vestuario (tengo que confesar que no entiendo de protocolos en estos centros pero por poner un pero me resulta llamativo que autoricen a los pacientes a llevar cinturón) y sobre todo el espectacular trabajo de extras y secundarios ayudan a que el espectador se meta rápidamente en una historia con una protagonista ambigua pero con carisma cuya buena parte de sus réplicas bebe directamente del cine negro clásico. Pero aunque la historia arranca con mucha fuerza, como un whodunit en toda regla, a medida se complica el asunto para su protagonista va perdiendo parte de su impacto. Un tour de force final que intenta fusionar pasado y presente, consigue resultar tan confuso para el espectador como para sus propios protagonistas, y un abuso de metáforas fáciles (las Alicias duplicadas, el espejo roto) lastran lo que podría haber sido un desenlace redondo, perdiendo la fuerza de su primera parte.
"Los renglones torcidos de Dios" nos vuelve a llevar a ese atractivo terreno que es la investigación en un sanatorio mental, como hemos podido ver en cintas como "Shutter island". Con un buen sentido del ritmo que hace no pesen sus más de dos horas y media de duración el buen hacer de sus actores, con importante presencia del trabajo físico, la película es puro entretenimiento hasta el final. Cine de palomitas que sabe moverse entre giros más o menos sorprendentes con agilidad, es una de esas películas que quizás deje menos huella que pretende aún teniendo buen trasfondo para ser eficaz cine de denuncia, pero que logra uno de los principipales objetivos del género: divertirnos intrigandonos.

"Los renglones torcidos de Dios" llega a los cines el 6 de octubre