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viernes, 28 de febrero de 2020

MÚSICA DE PERSECUCIÓN

Ahora que se habla más del cine de Corea por los Óscar y hace unos cuantos meses que no vemos a Liam Neeson por nuestras pantallas podría haber llegado el momento de que la venganza como tema cinematográfico haya perdido su fuerza. Nada más lejos de la verdad...émulos de Don Mendo o el Conde de Montecristo siguen tomando nuestras pantallas y la última muestra llega con el explícito título ( más que el original The rhythm section) de El ritmo de la venganza.
Aunque sus primeros minutos nos pueden hacer pensar más en un drama al uso. con una protagonista destrozada tanto a nivel físico como psicológico, dedicada a la prostitución y adicta a diversas drogas tras la pérdida de su familia en un accidente aéreo El ritmo de la venganza no está dispuesta a desmerecer de su nombre, pasando rápidamente a un thriller puro y duro en el que nuestra antiheroina, con la ayuda de un exagente secreto encarnado por Jude Law, se reinventa como asesina para lograr vengar lo que en realidad es un horrible atentado terrorista.
Hasta aquí nada nuevo, una historia que nos resulta familiar, con alguna laguna en su argumento que puede dejarnos algo descolocados (La rapidez del personaje de Law a la hora de decidir el destino de la protagonista o con la que se atan cabos en el arco final) pero que, como esperamos, convertirá a una frágil víctima en una máquina de matar.
Pero aunque Blake Lively se encuentra inmersa en todo un papel bombón, de esos que permiten a un intérprete mostrar una buena carga dramática así como un exigente trabajo físico, y del que consigue salir airosa (aunque parece sentirse más cómoda en su rol en el primer caso) la película no consigue aportar mucho al género, con una historia que a pesar de su trágica premisa podría resultar rabiosamente entretenida de no ser por un sentido del ritmo que no consigue mantenerse a lo largo de su desarrollo, con un montaje que abusa de los planos pseudosubjetivos y los primeros planos (de cara y de nuca) y que pretende crear tensión cerrando plano sobre sus protagonistas para dejar las tomas generales a unos interludios destinados a mostrar la ubicación geográfica de sus personajes.
El ritmo de la venganza no carece de buenas escenas, como la pelea en el autobús o ese entrenamiento en plena Escocia con toques de Pai Mei o, por qué no decirlo, de Cato, pero no logra crear la tensión necesaria con una trama que se adivina previsible. Queda una cinta correcta con buenos mimbres, pero que a lo mejor bajo otro prisma habría quedado como una de las grandes propuestas de acción de este año.
 El ritmo de la venganza llega a nuestras pantallas el 6 de marzo.

miércoles, 26 de febrero de 2020

SIEMPRE FUIMOS ANGELES

El infierno está lleno de buenas intenciones...el séptimo arte, mal que le pese, también. Para bien o para mal, y no solo para hablar de esas películas de creadores entusiastas que acaban saliendo rana. Es el caso de Especiales, una cinta que sabe apelar a los buenos sentimientos sin perderse por andurriales de cursilería. Y ya es difícil.
El cine social vive un buen momento en Francia. Películas como la reciente nominada al Óscar Los miserables, con su fuerte carga crítica es buena muestra de ello. Especiales parte también de una realidad compleja aunque radicalmente distinta: la de los enfermos con dificultades de adaptación, niños y jóvenes autistas, y sus dificultades para encontrar instituciones que se adapten a sus necesidades.
Basada en una historia real, esta película sobre una asociación en un difícil limbo legal que acepta encargarse de personas que otros centros rechazan por sus bajas posibilidades de mejora o el riesgo de interactuar con ellos por su tendencia a los estallidos violentos supone una auténtica llamada de atención sobre un mundo poco digerible pero que no puede ignorarse.
Especiales sabe en que liga está jugando. Obra de Olivier Nakache y Eric Toledano, dos directores,  responsables también del guión, vinculados al terreno de la comedia (aunque sin ignorar el lado trágico de la vida como la exitosa Intocable) la película resulta toda una experiencia vital. Dejando en un segundo plano unos aspectos formales que no brillan especialmente la cinta conquista por su profunda humanidad al reflejar el trabajo de unos profesionales que se dejan literalemente la piel para hacer la vida un poco mejor a unos pacientes que, además de a sus propias familias, no parecen importar a nadie más. Una labor en la que resultaría fácil rendirse pero ante la que unos personajes como el de un Vincent Cassell, un actor al que es fácil identificar con los roles de tipo duro o ya directamente de villano, que saca aquí su lado más luminoso no están dispuestos a dar un paso atrás.
Nos encontramos ante una película que sabe crear un lazo de empatía máximo con el espectador. Que sabe hacernos sonreir, con la inocencia de un personaje como Joshep y su tendencia a tirar de las alarmas del tren o la dificultades de Bruno para encontrar una pareja que soporte un trabajo que le exige una dedicación total, que sabe desasosegarnos, con episodios como la desaparición de uno de los personajes de su habitación, y que por supuesto sabe conmovernos.
Aunque a muchos no les cueste ponerla en la órbita de otros films recientes como Campeones esta película francesa apuesta por un aura más trágica, con testimonios tan sobrecogedores como esa madre que reconoce que puede adoptar medidas terribles si le falta la ayuda que la asociación le procura, pero que sabe aligerar con unas geniales pinceladas de comedia articulando su historia en torno a la visita de dos inspectores cuyas decisiones pueden trastocar el futuro del resto de los personajes.
Especiales es una película que brilla más por su fondo que por su forma, una película que cautiva y consigue llevar al espectador completamente a su terreno. De esas de las que se puede seguir hablando mucho tiempo después de haberlas visto. Es como un cachorro sin raza: puede que haya perros más caros y distinguidos pero con su encanto consigue realmente conquistarte.

 Especiales llega a las pantallas españolas el 28 de febrero

domingo, 23 de febrero de 2020

NI FEOS NI HERMOSOS

Últimamente el cine de animación francés nos está trayendo muchas alegrías. Ya no nos llegan solo adaptaciones de Astérix sino que hemos podido disfrutar de pequeñas joyas como El malvado zorro feroz o Ernest y Celestine. Por no abandonar el reino animal ahora llega La famosa invasión de los osos en Sicilia 
 Basada en el clásico infantil escrito e ilustrado por Dino Buzzati y dirigida por el historietista e ilustrador Lorenzo Mattotti esta película de animación es un maravilloso festín visual. Inspirada en las ilustraciones originales pero con un estilo propio rico en volúmenes Mattotti nos regala una fábula en la que la práctica totalidad de las imágenes podrían constituir un cuadro en si si mismas. Una delicada animación, que sobresale en las escenas de multitudes y un cuidado uso del color, de tonos saturados y certero contraste hacen de esta una obra con un estilo único, en la que cada cambio de escenario consigue sorprendernos, con pinceladas de De Chirico y Escher y una paleta que nos remite a la Sicilia real.
Este es solo el elaborado envoltorio de una historia que bajo el velo de cuento para niños oculta una elaborada crítica de la colonización y la pérdida de la identidad así como defiende el valor de los propios orígenes, poblada de personajes carismáticos tanto en el grupo de los héroes como en el de los villanos. Una historia sin moralejas forzadas que consigue tanto entretener como deleitar a grandes y pequeños.
La famosa invasión de los osos en Sicilia es una película que ningún amante del buen cine de animación debería perderse, con sus hermosos diseños ( espectaculares las escenas del castillo encantado y la de la batalla contra la serpiente de mar)  y su sabor a fábula clásica. Una cinta atemporal, ligera y profunda a partes iguales que demuestra una vez más que los mejores dibujos animados son los que gustan a los niños sin descuidar a los adultos por el camino.


La famosa invasión de los osos en Sicilia llega a los cines españoles el 28 de febrero.

viernes, 21 de febrero de 2020

EL MAYOR APOCALÍPTICO DEL MUNDO

Después de una infancia traumatizada por circos con nombres de famosillo podía decirse que el mayor espectáculo del mundo no podía contarse entre mis pasatiempos más queridos. Sin embargo años más tardes llegó la reconciliación en forma de un show con un nombre tan llamativo como El circo de los horrores. Era una tarde fría de diario, no había excesivo público y aquellos números hilados por la presencia de un familiar cercano del Nosferatu a lo Murnau y alguna de su víctimas consiguieron cautivarme como no lo había hecho el circo de mi niñez.
Unos cuantos años después, y sin haber podido disfrutar por desgracia de las anterios entregas, Manicomio y Cabaret, el circo de los horrores ha vuelto a la ciudad. Más grande y más cercano al mundo de Mad Max que a la transilvania draculesca pero con el mismo sabor que ese espectáculo que me cautivó en las inmediaciones de San Antonio de la Florida.
Un circo poco recomendable para los infantes, pero un festín para los adultos, con su humor negro y sus artistas que consiguen hipnotizarnos esquivando la gravedad, la muerte o incluso la locura. Un show que consigue combinar lo clásico y lo nuevo y que nos hace volver, o ser por primera vez, un niño de esos que sueña con que el circo vuelva.

El circo de los horrores: Apocalipsis permanecerá en el Ifema de Madrid hasta el 1 de marzo.
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miércoles, 19 de febrero de 2020

POR UN PUÑADO DE PIPAS


Hay días en los que uno no debería levantarse de la cama...o que no son buenos para dejar de esnifar pegamento, como rezaba una recomendable comedia. El plan, basada en la obra de Ignasi Vidal, nos lleva a este terreno, con la historia de tres personajes que no están viviendo su mejor momento.
Respetando las tres unidades y reduciendo su elenco a tres actores la película resulta deudora de su origen teatral con una trama de personajes pura y dura. Tres protagonistas antagónicos en más de un aspecto que, despedidos por la agencia de seguridad en la que trabajaban, descubren que todo parece ponerse en contra para llevar un plan cuidadosamente diseñado y que, a medida que la mañana avanza, parecen plantearse pocas soluciones. Hombres sin suerte, para los que la fortuna parece reducirse a un vale por un paquete de pipas encontrado en otra bolsa, pero dispuestos a hacer que esto cambie no descubriremos cual es su objetivo hasta casi el final de la cinta aunque este no sea más que un mero mcguffin al sevicio de una cinta que intenta hablar de lo divino y de lo humano mientras pone en jaque la relación entre unos hombres que más que amigos se consideran familia.
Frente a ellos una cámara no forzada que sabe sacar el partido de un reducido entorno del que se aparta en muy contadas ocasiones, y que sabe pasar del objetivismo a la poesía (el lanzamiento del disfraz por el balcón) en un relato sin alardes visuales pero con una cuidada planificación.
Historia ácida pero con toques de humor a la cinta de Polo Menárguez le cuesta en ocasiones encontrar su sentido del ritmo, resultando en más de un momento sencillo sacarnos de la película con diatribas filosóficas marca blanca para recuperarnos a continuación con su humanidad, aunque sin calarnos en un guión crítico pero menos incisivo y sorprendente (aun con el radical giro de los últimos minutos) de lo que pretende. Sin embargo encontramos estos tres grandes salvavidas que son sus sus tres protagonistas, unos Antonio de la Torre, Raúl Arévalo y Chema del Barco que consiguen dotar del tempo justo a los parlamentos de sus personajes y subir el listón de una historia que quizás perdería fuerza con otros intérpretes.
El plan es una película hija de una crisis que por desgracia todavía no ha perdido vigencia, una reflexión mordaz en boca de personajes perdidos que todavía buscan su sitio. Una cinta que inquieta aunque no remueve pero nos regala tres grandes interpretaciones.

El plan se estrena el 21 de febrero

martes, 18 de febrero de 2020

PRESIFYANDO 2020

Otro año más, en concreto el decimoséptimo, llega la muestra SyFy para traernos algunas de las últimas muestras del cine fantástico. Asentada ya en el céntrico Palacio de la prensa este edición tendrá lugar del 5 al 8 de marzo, apostando en esta ocasión por el cine de animación tanto con la cinta inaugural Onward, de Pixar, como con las posteriores proyecciones de Trolls 2-gira mundial (que podrá disfrutarse en la sesión matinal) y Human Lost.
Pero estas no son las únicas cintas confirmadas. Durante la muestra podrán verse la brasileña Bacurau, ganadora de varios premios en Sitges y Cannes, First love de Tahashi Miike y El color que cayó del cielo, protagonizada por un Nicolas Cage de sus últimos trabajos y que sin duda es una de las más esperadas por los fans.
Recientemente además se han confirmado la proyección de Rabid, Blood Quantum, Synchronic, The pool, Le daim, The lodge, Satanic panic, Shed of the dead y The cleansing hour
Y para rematar la recuperación, en la línea de años anteriores con películas como Parque jurásico o La familia Addams, del clásico Regreso al futuro, también en sesión matinal.
La muestra concluirá con la proyección de The boy. La maldición de Brahms, secuela de la película homónima y dirigida por su mismo director, William Brent Bell.

Más información y venta de entradas en https://www.syfy.es/

LA CASA DE LAS CABEZAS CORTADAS

Hay algo en el drama danés, y no por herencia hamletiana ya que el príncipe shakesperiano sería de Dinamarca más de creación inglesa, que resulta tremendamente adictivo, sabiendo introducir en los climas cotidianos un punto de sordidez y sorpresa que hace de ellos unas propuestas tremendamente interesantes. Películas como Celebración, La caza o la más reciente Conociendo a Astrid son buena muestra de ello...y por supuesto Reina de corazones.
Aunque su título en un primer momento no podría hacer pensar en un drama romántico de manual, de esos de sobremesa probablemente inspirado en hechos reales, en el caso de Reina de corazones tendríamos que optar por la opción b, la del personaje de la obra de Lewis Carroll. Un nombre que no es gratuito teniendo en cuenta la presencia del libro en la película, siendo la lectura de buenas noches de las hijas de la protagonista, aparte de fruto de un escritor cuyas tendencias sexuales han sido cuestionadas en más de una ocasión.
Nos encontramos así con la historia de una mujer fuerte, madura pero en plenitud familiar y laboral, con un trabajo que la absorbe pero llena y una familia, compuesta por esposo que la desea y sus dos hijas gemelas, que son la luz de su existencia. El elemento discordante llegará cuando el hijo del primer matrimonio de su marido, en una edad difícil, llegue para vivir con ellos despertando en la protagonista unos deseos que no había conocido hasta el momento y que la hará tomar un camino que en cualquier momento puede volverse de no retorno.
Reina de corazones es una cinta rodada con delicadeza, con una cámara que sabe deleitarse en los entornos naturales e incluso mostrar con elegancia escenas de sexo explícito (que las hay), pero sin perderse en manierismos para dar auténtico peso a esos personajes que son la base de la historia. En su centro Trine Dyrholm, uno de los rostros más familiares del cien danés, que sabe llevar la trama a su terreno incluso en aquellos momentos en que su personaje se ve acorralado e incluso arrastrar al espectador hasta cuando adopta actitudes moralmente cuestionables. Un personaje que domina la película de principio a fin, lleno de facetas, y al que, a pesar de estar rodeada de un elenco de actores que saben llevar sus roles con naturalidad, de los más veteranos a los más jóvenes, no es posible hacerle sombra en ningún momento.
A pesar de que la historia en algún momento puede parecernos previsible, e incluso resultar algo vacilante a la hora de arrancar la trama en la que realmente va a centrar sus desarrollo, la película consigue engancharnos de principio a fin, logrando que sus más de dos horas de duración no resulten largas en ningún momento y convirtiéndose en una de esas historias que logra llevar el debate a la cervecita postvelada cinematográfica. Una historia que posiblemente consigue más inquietar que sorprender, revelando una nueva máscara de ese hombre (o mujer) que es un lobo para el hombre.

Reina de corazones llega a los cines el 28 de febrero.

domingo, 16 de febrero de 2020

LA LLAVE DEL CINE NEGRO

¡Continua en Biblioteca Eugenio Trías (antigua casa de fieras) el ciclo Retiro Noir!. El 17 de febrero podremos disfrutar a partir de las 18:00 h de La llave de cristal de Stuart Heisler, basada en la novela de Dashiell Hammett.
Además contaremos con una introducción cortesía del escritor Carlos Díaz Maroto, autor de Ray Harryhausen o Cine del oeste de la A a Z entre otros, que nos hablará de este clásico y protagonizada por Brian Dolevy y Veronica Lake.
Entrada libre hasta completar aforo.

Biblioteca Eugenio Trías
Paseo Fernán Nuñez 24 (entrada por Alcalde Sáinz de Baranda)  
Metro Ibiza (línea 9) y Sáinz de Baranda (líneas 6 y 9)
Autobuses 2, 15, 20, 26, 63, 152, 215, C1 y C2

viernes, 14 de febrero de 2020

AL SUR DEL EDEN

Por mucho que nos esforcemos, y busquemos ejemplos en tierras lejanas si el exotismo tiene un nombre en pintura es occidental: Paul Gauguin. Un pintor que en cine siempre tendrá el rostro de Anthony Quinn (aunque haya tenio algún otro como el de Vinent Cassell no nos ha calado tanto) pero que ahora llega con el documental Gauguin en Tahití: Paraíso perdido.
Historia de un pintor a completa contracorriente, que aunque nació en plena París anhelaba desde su infancia en Perú el vivir en tierras lejanas y que dejó un empleo bien remunerado y una lujosa vivienda en plena capital parisina por unas Martinica y Polinesia francesa que a pesar de estar ya contaminadas por la civilización occidental todavía consevaban el gusto de los salvaje este documental nos sumerge en las etapas más oonocidas e innovadoras de sus trayectoria.
Cediendo la palabra al mismo artista, a través de sus numerosos escritos, a expertos en historia del arte y a alguno de los descendientes del pintor en su estancia en estas islas este documental nos lleva de la mano a un territorio que Gauguin amó, pero recalcando, como podemos comprobar por la actual ubicación de las obras en numerosas colecciones europeas y americanas, es desconocido casi por completo en las tierras que fueron su fuente de inspiración, quedando como un tesoro para un espectador occidental a miles de kilómetros del lugar en que fueron creadas.
Gauguin en Tahití: Paraíso perdido se constituye así en un documental de original enfoque, que sabe perderse en un personaje que vive una completa odisea personal (y presentando episodios relativamente desconocidos como su intento de suicidio) sin perder de vista un arte innovador surgido de la mano de un pintor tardío pero que consiguió crear un estilo único que evolucionaría notablemente durante su periplo tahitiano. Una película plagada de imágenes asombrosas, tanto de los espacios naturales como de las obras de Gauguin, y que consigue emocionar con su matiz humano, con escenas como aquella en la que una descendiente del artista se enfrenta por primera vez a la obra de su bisabuelo lejano, viviendo en una zona a la que, con suerte, solo llegan la copias.
Una gran oportunidad, como a la que nos ha malacostumbrado esta recomendale iniciativa de documentales sobre arte en pantalla grande, para conocer la obra de un maestro que para algunos queda a la sombra de otros artistas, pero que gracias a obras como esta demuestra su absoluta modernidad más de cien años después de su muerte.

Gauguin en Tahití: Paraíso perdido llega a las pantalla españolas por tiempo limitado el 17 de febrero.

jueves, 13 de febrero de 2020

El CORREDOR DE LOS ANILLOS

En materia cinematográfica los videojuegos no se puede decir que hayan tenido mucha suerte, a pesar de probar suerte con franquicias tan exitosas como Super Mario Bros o Street Fighter, aunque algún producto más adulto haya conseguido destacarse con títulos como Silent hill o Resident evil. Pero todavía queda más de un clásico que esperaba su turno: ha llegado el de Sonic: La película.
 Quizás el icono más reconocible tras Mario Sonic parece haber ido posponiendo su presencia en la gran pantalla habiendo escarmentado en cabeza ajena pero es innegable que nuestro erizo azul tendría que tener su película antes o después, a pesar de unos primeros acercamientos al personaje en la línea de Cats que nos hacían tenernos lo peor.
Sin embargo en este apartado Sonic supera la carrera de obstáculos para contarnos una historia claramente destinada al público infantil, un conato de road movie que hermana animalillo simpático y humano (un James Mardsen con experiencia en esto de interactuar con seres informáticos como vimos en Hop ) frente a un histriónico Jim Carrey que está en su salsa en la piel del Dr. Robotnik.
Nacido de las cenizas de Deadpool con pinceladas de Gollum (claro, habiendo anillos por medio... aunque sin el componente siniestro, ojo, esta es una película blanquísima para todas las edades, con protagonistas sin fisuras y villanos que bailan) y un espíritu afin a otros supervelocistas del cine más reciente (Flash o el Mercurio de X- men...algo particularmente palpable en las escenas en que se ralentiza el tiempo) Sonic: la película es una cinta de aventuras de manual, con algún buen guiño para los fans de los videojuegos, como la relevancia de los anillos,  que dan para una persecución final trepidante o el origen de los icónicos zapatos del protagonista, u otros dirigidos a los veteranos como la referencia al nombre original de Robotnik, Eggman.
Una película con fuerte dosis de humor y con un diseño de producción competente que aunque intenta guiñar el ojo a los adultos (y nos regala el minicameo de Enrico Palazzo...si pestañean se lo pierden) no llega a conseguirlo por completo, con algunas líneas de guión repetitivas y un guión que reduce la capacidad de sorpresa a cero, pero que se erige en un producto ideal para los espectadores más jóvenes y con menos pretensiones.
Y por supuesto una vez más nadie debe levantarse nada más empezar los créditos: además de perderse un resumen de la película al puro estilo videojuego que es lo mejor de la cinta también se perderán una escena con un viejo conocido que parece prometer mucho de cara a una segunda parte... Si el respetable lo permite.
Sonic: La película llega a las pantallas españolas el 14 de febrero.

miércoles, 12 de febrero de 2020

LA BODA DE MI MEJOR LÍO

Aunque puede que todavía a algún antropopiteco le venga a la mente el chiste aquel de que a las mujeres no les gusta el porno porque al final los protagonistas no se casan a la hora de hablar de las bodas en el cine es innegable que hay un buen número de comedias que deben mucho a una de las celebraciones por excelencia (ya no hablamos de los dramas como El graduado o similar), algo a lo que no es ajeno el cine español desde la berlanguiana ¡Vivan los novios! a 3 bodas de más, pasando por un largo etcétera. A la cola (del vestido de novia) se apunta Hasta que la boda nos separe).
Remake de la francesa La wedding planner (Jour J) esta película de Dani de la Orden, un director que vuelve al género tras la más dramática Litus se mueve por los terrenos de la comedia bufa para contar la historia de una organizadora de bodas que descubre que, por una serie de equívocos, sus nuevos clientes son el invitado de la última boda en la que ha trabajado con el que se ha acostado la noche anterior y una excompañera de colegio no precisamente bien avenida.
Con un arranque, una primera boda en la que se conocen los protagonistas y de la que, como marca la tradición, surgirá otra (tras un breve prólogo que deja bastante por los suelos el cine romántico y que es lo mejor de la cinta...casi que es más seguro que algún espectador ya lo ha visto al menos parcialmente trailer mediante), que consigue mostrar el lado más alocado de la cinta con una buena dosis de humor negro la película avanza posteriormente a terrenos más característicos de la comedia romántica propiamente dicha, avanzando en la línea del triángulo amoroso de desenlace más o menos previsible que la hermana con cintas como La boda de mi mejor amigo.
Protagonizada por la reciente ganadora del Goya a la mejor actriz, Belén Cuesta, y Álex García, porotagonistas ambos de Litus, Hasta que la boda nos separe nos revela a un elenco de actores que se muestran cómodos en el género, cameos incluídos. Pero no consiguen salvar por completo una historia que a pesar de tener algún buen golpe (y no solo en el sentido de la comedia física) va perdiendo ritmo a medida avanza, no logrando siquiera recuperarlo en un final menos catártico y más abrupto de lo esperado, con escenas tan prometedoras como fallidas como la de la prueba del barco y otras que rozan directamente lo siniestro como el desenlace de uno de sus personajes.
Hasta que la boda nos separe gana más por partes que en conjunto, con más de un gag que puede hacernos reír a mandíbula batiente pero sin lograr crear en el espectador nada ninguna clase de impronta, con unos personajes que generan más química entre ellos que empatía en el espectador y un desarrollo previsible a cada momento. Una comedia sin más, para pasar un buen rato si no acude con excesivas pretensiones...ni está a punto de casarse.
Hasta que la boda nos separe se estrena (oportunamente) el 14 de febrero

martes, 11 de febrero de 2020

LA ISLA DE LOS MILLONES

Con el final momentáneo de la franquicia Marvel, además de implosionar algo en el universo de los autodenominados héroes más poderosos de la tierra también lo hizo en el mundillo de Hollywood, con mil preguntas en torno al futuro de actores que parecen haber finiquitado su presencia como Vengadores o similar (aunque ya hemos visto como en nada Scarlett Johansson vuelve como Viuda negra). Entre ellos el protagonista (aunque quizás no el personaje más destacable) de una de las películas cuyo éxito causó mayor sorpresa, Pantera negra, que se pone al frente de Manhattan sin salida.
Traducción creativa de 21 bridges esta cinta de acción nos presenta un juego al más puro estilo gato y ratón entre la policía de Nueva York y una pareja de ladrones armados que, en medio de un golpe que parecía sencillo, se ven envueltos en un tiroteo que concluye con la muerte de varios policías. Premisa sencilla que, como adivinará el espectador más avezado, oculta más de lo que podemos suponer a simple vista Manhattan sin salida es un thriller que, aun intentando dar un trasfondo emocional a sus personajes que resulta fallido (como el funeral con el que se abre la película), triunfa especialmente en los momentos en que opta por la acción pura y dura, con un grado de violencia ligeramente superior al que nos tiene acostumbrado el gérnero.
Dirigida por un habitual de la pequeña pantalla, Brian Kirk, entre cuyos trabajos econtramos episodios de series de la talla de Juego de tronos, Dexter o Boardwalk empire, nos encontramos una película cuyo punto de partida, ese que da pie al título en castellano consistente en cerrar los accesos a la isla de Manhattan durante la noche para acorralar a unos asesinos de policías, daría para mucho más. Sin lograr crear la sensación de claustrofobia o ratonera que podríamos esperar, del mismo modo que tampoco logra el grado de empatía que pretende, especialmente en su arco final, la película genera una ligera sensación de déjà vu con una historia que nos resulta familiar y durante cuya totalidad de desarrollo no dejamos de esperar un auténtico estallido que dé la vuelta completa a la trama y que no llegará.
Sin embargo nos encontramos ante una película que consigue mantener el ritmo (a pesar de los numerosos cortes para mostrarnos tomas aéreas de la ciudad que parecen casi enfocadas a aumentar la duración de la misma en la mejor tradición del cine cutre), con persecuciones y tiroteos filmados de una manera más que correcta y alguna agradable sorpresa en el apartado de los secundarios(como el siempre destacable J.K. Simmons). Una cinta para completistas del cine de policías más afín a la acción que a la investigación que encontrarán una historia entretenida aunque no tan sorprendente y ácida como pretende.


Manhattan sin salida llega a las pantallas españolas el 21 de febrero.

lunes, 10 de febrero de 2020

CENTAUROS DE LA ESTEPA

Si en una película cualquiera un agente de policía protesta porque precisamente se enfrentan a un caso peliagudo justo antes de su jubilación a nadie le extraña...salvo si esto ocurre en plena Mongolia. Este es solo uno de los matices que hacen de esta película una propuesta atípica a El huevo del dinosaurio, ganadora de la Espiga de oro del Festival de Valladolid.
Puro mcguffin, desde su título, en realidad referencia al apodo de una de sus protagonistas, a su punto de partida, el hallazgo del cadáver de una joven desnuda en medio de la estepa, la película es una auténtica mezcla de géneros, coqueteando con el thriller y algún guiño que nos puede remitir al western, flanqueando el drama y, finalmente, tornándose afín al espíritu del documental antropológico.
Rodada con un cuidado extraordinario que sabe sacar el mejor partido de los entornos naturales, con unos embriagadores atardeceres y unas hipnóticas escenas nocturnas, la cinta consigue que la cámara se vista de falso subjetivismo, acercándonos poco a poco a los personajes que la pueblan (de hecho en su primera hora apenas sí podemos atisbar los rostros de los protagonistas de cerca) y esquivando las escenas más truculentas en momentos puntuales, para regalarnos una mirada personal que tiene su mejor aliado en el exotismo del terreno en que se mueve.
Pero en medio de este festín visual nos encontramos una historia de personajes que, aunque podrían resultar tan llamativos como interesantes (como muestra la dinosaurio del título, una mujer independiente aferrada con uñas y dientes a su propia voluntad), resulta vacía y quedaría reducida a la mínima parte de su esencia de desarrollarse en terrenos menos exóticos que las apabullantes estepas de Mongolia, aun conservando el mismo guión palabra por palabra y escena por escena.
El huevo del dinosaurio es una película que sigue su propio ritmo. Surrealista en ocasiones (el baile del agente encargado de vigilar el cuerpo durante su solitaria vigilancia), tremendamente chocante en otras (la confirmación del resultado del test de embarazo) es una cinta que se mueve entre historias sin parecer querer decantarse por ninguna, aparcando personajes por el camino y retomando otros aunque sin llegar a definirlos a su propio albedrío, haciendo de ella una película tan interesante a nivel formal como vacua a nivel narrativo.
Con más de un elemento notable para crear una gran película El huevo del dinosaurio queda sin embargo como una cinta ambiciosa, complaciente en el poder de su imagen y la sorpresa que puede generar en el espectador occidental, pero fallida a la hora de contar una historia en la que parecen esquivarnos introducción y desenlace para vagar en un desarrollo que en más de una ocasión puede descolocarnos. Un huevo exige paciencia y cuidado para abrirse. En este caso parece habrá que esperar para descubrir qué ser sale de este.

El huevo del dinosaurio llega a las pantallas españolas el 14 de febrero.

jueves, 6 de febrero de 2020

OPERACIÓN M.A.R.I.A.

 Confieso que mis últimos acercamientos a la filmografía de Guy Ritchie, uno de los cineastas más prometedores de su generación me dejaron una cierta sensación de boomerang, con películas que me han gustado tanto como su primera aproximación a la figura del clásico Sherlock Holmes y otras que, por ser fina, no me han dejado tan buen sabor de boca comola segunda o la todavía fresquita Aladdin. Sin embargo Ritchie parece volver al entorno de sus comienzos con The gentlemen: los señores de la mafia.
 The gentlemen: los señores de la mafia es un cóctel de té de las cinco, cerveza artesanal sin filtrar y whisky añejo. Con una pátina inicial de cine de gangsters en el sentido más clásico del término, con su historia dentro de la historia y unos protagonistas que, de cambiar el objeto de su enriquecimiento, la marihuana, por el alcohol o similar, no habrían desentonado en el género de hace unas décadas, y un toque Ritchie que brilla especialmente en las escenas de acción y la descripción por parte de uno de los personajes del proceso de su trabajo, la película reconcilia con un autor de trayectoria irregular, pero que ha encontrado en los bajos fondos uno de sus mejores aliados a la hora de contar una historia.
Personajes llenos de recursos pero que siempre ocultan más de un secreto son la clave de una historia con punto subjetivo a la que le gusta jugar con el espectador, revelando sus trampas a cada momento para volver a un terreno que raramente es seguro por mucho tiempo. Un auténtico juguete que tiene mucho de comedia negra con una violencia a veces más sugerida que explícita y que sabe conbinar lo clásico con lo moderno sin despeinarse, dando lugar a un entretenidísismo producto que es posible decepcione a aquellos que se acerquen a ella buscando un trabajo en la línea de productos gangsteriles tan populares como El irlandés pero no a aquellos aficionados que lo único que buscan una historia con garra y un pelín salvaje.
Aunando criminales de las más diversas procedencia, desde la mafia oriental y rusa a una grupo de youtubers con más habilidad que cerebro, un gran sentido de ritmo y unos diálogos ricos en autenticidad pero con un aroma delicado de cine negro The gentlemen: los señores de la mafia es una de esas películas ligeras en espíritu pero que consiguen mantener durante todo momento el interés del espectador, con unos personajes que consiguen conquistarnos (como el encarnado por Hugh Grant, una auténtica comadreja, o ese Colin Farrell que esconde toda la dureza de un matón clásico bajo su chándal a cuadros) y una trama cuya conclusión se nos escurre continuamente entre los dedos.
Una película hecha con mimo, con buena fotografía y dirección artística, pero que en ningún momento olvida en que liga juega dejándonos casi dos horas de locura gangsteril, sí, pero también de puro entretenimiento.

 The gentlemen: los señores de la mafia llega a las pantallas españolas el 28 de febrero.

miércoles, 5 de febrero de 2020

20000 LEGUAS DE ROLLITO MARINO

El que más y el que menos que se hayan aproximado al mundo de la animación japonesa sabe de sobra que hay una serie de tópicos, y más cuando se incluye una trama de corte romántico que son imprescindibles. Ahí tenemos al chico tímido (tanto que en ocasiones hasta le sangra la nariz por verle un tobillo a la chica de turno, al secundario borde pero que en el fondo tiene un pedazo corazón que no le cabe en el pecho, a la chica metepatas que oculta un talento especial, la canción almibarada, las escenas volando-flotando en el desenlace, el corte en el que los protagonistas aparecen comiendo o incluso hasta cocinando (y que gracias a magia de la animación tiene una pintaca increíble). De más de uno, por no decir todos, bebe la última ganadora de Sitges en la categoría de película de animación y ¡ojo! no es una crítica. Su título El amor está en el agua.
Durante su primera parte esta cinta japonesa no renuncia a su condición de película romántica con espíritu de romance adolescente (a pesar de que su protagonistas ya han superado, aunque por poco su etapa de instituto) de esos que al espectador le suba el azúcar a niveles estratosféricos. Pero como este ya supondrá pronto la trama va a sufrir un inesperado giro que va a cambiar para siempre la relación de la pareja protagonista y que va a dotar de personalidad a una historia que en principio resultaba tremendamente previsible. Es en este momento cuando además de subir la tensión dramática la pelicula va a aportar un elemento mágico que será esencial para el devenir de los personajes, llegando en alguna escena a un nivel surrealista de ese que solo podemos encontrar en el cine nipón (impagable el plano de la protagonista paseando de la aleta de una marsopa hinchable, por razones que dejaremos el espectador descubra por sí mismo) y dotando de esta película de una originalidad en su conjunto de la que carecen sus partes por separado.
El amor está en el agua es una película de personajes, un viaje emocional que lidia entre la tragedia y la esperanza conduciendo a sus protagonistas en un viaje hacia la madurez doloroso en más de una ocasión, pero que no se puede abandonar, logrando una poesía visual que no intenta imponerse sino añadir magia a una historia en comienzo realista.
A ello hay que añadir un cuidadísimo apartado visual que además de un buen diseño de personajes y entornos saca el mejor partido a la animación tradicional, logrando que los elementos de cgi no se impongan, aunque se empleen, al trabajo artesanal en un equilibrio que da lo mejor de sí en escenas tan impresionantes como las de los incendios o aquellas en las que los protagonistas practican surf, con una gran naturalidad a la hora de presentar el líquido elemento.
El amor está en el agua es sencillamente una película de animación bien ejecutada con una historia que, aunque en algún momento, en especial al inicio, puede echar atrás al espectador menos afín a este tipo de romanticismo (y más con la omnipresente canción que da título a la cinta en su país de origen), logra conquistar con una trama en la que los sentimientos estan a flor de piel y unos personajes que, aunque no resultan el colmo de la originalidad, nos resultan tremendamente humanos. Una historia romántica para aquellos a los que les gusta disfrutar de las buenas historias y una cita imprescindible para aquellos que quieran celebrar un San Valentín con aroma a anime.
El amor está en el agua a los cines el 14 de febrero

lunes, 3 de febrero de 2020

EN LO CUTRE DEL MAR

Otro año más en el que el primer festival en abrir la veda en Madrid es la Cutrecon; el Festival de cine cutre de Madrid. A solo una añito de cumplir su primera década, durante la que ha pasado de ser una tarde en la Casa del Reloj de Matadero a convertirse en cinco días de diversión repartido entre varias sedes, la Cutrecon se ha convertido en una cita imprescindible para cinéfagos, amantes del cachondeo e interesados en un tipo de cine que no se ajusta a los cánones clásicos (ni ganas).
 Un largo fin de semana (de miércoles a sábado) que ha dado para mucho. Aunque la temática eran los monstruos marinos para muchos ha sido el año de Greg Sestero, el flamante coprotagonista de The room con el que pudimos disfrutar de este auténtico clásico del cine cutre así como del esperado desenlace de Best f(r)iends forever y que presentó y firmó The disaster artist, libro todavía inédito en castellano que inspiraría la película homónima de James Franco. Para otros el de la priva gratis, cortesía de El águila. Para más de uno el jurásico, con la bendición del mismísimo velocipastor del que se repartieron estampitas (en las que he tenido el placer de hacer la ilustración) en la sesión doble con el gore cut de Tammy and the T-rex...aunque para mi espero que no se quede como el año que me caí del escenario echando una mano y acabé en urgencias (ojo: solo tres horas y a tiempo para llegar cojeando a la sesión golfa: a veces para disfrutar del cine, cutre o no, hay que sufrir.
Y por supuesto el año de las medusas, los tiburones, los cocodrilos y más engendros subaccuáticos que han demostrado que eso de pasearse cerca del agua suele ser mala idea, aunque se tengan buenas intenciones ecologistas, ya que más de un simpático animalillo puede hacernos cambiar rápidamente de opinión.

Lo único que es indudable es que la Cutrecon de 2020 ha sido un auténtico éxito, con sesiones gratuitas en Casa del reloj con las entradas agotadas en menos de media hora y larguísimas colas para las sesiones nocturnas en Palacio de la prensa. Ya desde su primera sesión con Dangerous men, calificada por algunos como la Boyhood del cine cutre por su larguísimo tiempo de rodaje (más de 20 años) y que además de regalarnos la que se convertiría en banda sonora oficiosa del festival (y que se coreaba cada vez que se alargaba una escena innecesariamente. Es decir, cada dos por tres) nos dejó ojipláticos con una trama sinsentido que es imposible dejar de ver con una ceja arqueada y más en tiempos del #metoo (una chica que después de dos intentos de violación decide reciclarse como prostituta vengadora...historia que por cierto manda al cuerno a media hora del final para irse por los cerros de Úbeda, y nunca mejor dicho), sus cambios de actores y su economía de medios (punto extra para la parte del aspirante a violador abandonado en bolas en el monte y que acaba dejándose llevar por el amor a la danza clásica) hasta el Cocodrilo de la Crocotón que hizo a más de uno desear arrancarse los ojos ha sido un auténtico no parar.
Ese nuevo clásico del género que es por derecho propio The velocipastor que ningún amante de la comedia debería perderse (imprescindible ese efecto especial que queda reducido a una frase explicatoria en medio del plano) y que cuenta con una de las mejores premisas del género (un sacerdote en plena crisis de fe adquiere el poder de convertirse en dinosaurio y acaba enfrentándose a una siniestra secta de ninjas cristianos con aviesas intenciones), la inclasificable canción de Sting of death, mejorada gracias a la impecable traducción-adaptación de Toni McGinty, el documental convertido en auténtico drama familiar The insufferable Groo (la mujer del aspirante eterno a ganador del Óscar Stephen Groo debería ser elevada a los altares ahora mismo por aclamación popular) o la lucha con pulpos gigantes de Little hero, auténtico festín para los amantes del reparto de castañas orientales, o Tetsudon, the kaiju dream match, bizarrada nipona para amantes del cine japonés de monstruos con una maravilloso manual de instrucciones cortesía de Hoshino (impagable el corto de no vuelve a casa man) han sido solo algunos de los mejores momentos de un festival que cada año se supera a sí mismo.
La Cutrecon volverá el año que viene, con la intención de hacer honor a su nombre en su décimo aniversario y la promesa de hacer un aauténtica selección de los clásicos del cine cutre que todavía no han podido disfrutarse en años anteriores (The room y Troll 2 quedarían fuera) dejando muy claro una vez más que es la cita cinematográfica más adictiva por derecho propio. En tiempos de haters varios puede que no sea para todos los paladares pero el que lo prueba y se deja llevar por su encanto repite. La Cutrecon está aquí para quedarse.