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domingo, 29 de agosto de 2021

ACUÉRDATE DE MÍ (PAGANDO)

 

Tengo que confesarlo, pocos titulos se me antojan más bien puesto que el de la película que me ocupa hoy: Reminiscencia. No solo por el mero hecho de que esta cinta futurista tenga como protagonista a un hombre cuyo modo de vida es hacer que sus clientes revivan sus recuerdos más felices. Por desgracia el asunto va un poco más allá.

Ambientada en un futuro distópico en la subida del nivel del mar ha inundado total o parcialmente varias ciudades (no por favor, no digan Waterworld...no llega tanto la sangre al río) y el calor hace que la gente viva principalmente de noche (algo que se revela más como una opción estética como realmente clave para la trama) Reminiscencia cuenta la odisea de un hombre por descubrir que pasó realmente con la mujer que amó, cantante en un club, y que desapareció repentinamente. Probablemente leyendo esto a más de uno ya le esté entrando una ligera sensación de déjà vu (y también soy consciente que hay una película con este título) pero es que esa sensación no va a abandonar al espectador desde el minuto uno de visionado. ¿Voz en off?¿Mujer fatal?¿Veterano de guerra marcado por su pasado?. Todo esto aquí y más, y no como mero y puntual homenaje a nuestro tan querido cine negro clásico, sino articulando la película casi como copia descarada, pero mal hecha y no por falta de medios (que se nota que los tiene y muchos) sino que casi parece por desgana, desviando toda originalidad a ese modo de recuperar los recuerdos que, sin embargo, nos recuerda a la muy recomendable Minority report.
No recuerdo quien decía que una de las claves para hacer una buena actuación en una comedia (en concreto en un spoof) era tomárselo en serio. El trío protagonista de esta película, que sin embargo no pertenece, al menos voluntariamente, al carcajeante género, Hugh Jackman, Rebecca Ferguson y Thandie Newton, intentan (y en cierto modo consiguen) mantener el tipo en una cinta que logra suscitar muchos momentos de vergüenza ajena. Escenas tan sonrojantes como aquella en la que la pareja se conoce porque ella necesita acceder a sus recuerdos para encontrar sus llaves (excusa en la linea del manual de ligoteo para novatos del tipo " te llamo porque se me ha perdido tu número de teléfono"), diálogos grandilocuentes (de traca el relativo a Orfeo y Eurídice) y peleas con tendencia al deus ex machina son las perlitas de una cinta con tendencia a los giros de guión pretendidamente sorprendentes pero que solo consiguen embarullar que hacer avanzar la historia.
Reminiscencia aspira al aroma clásico pero acaba oliendo a perfumes menos agradables. Ni funciona como ciencia ficción ni da el pego como thriller, quedando un producto para fans acérrimos de Hugh Jackman...de esos que hasta aplauden las entregas más vergonzantes de Lobezno.

Reminiscencia ya está en cines de toda España.

viernes, 27 de agosto de 2021

DIABÉTICAS ENSANGRENTADAS

 

Siendo como suele ser el terror un género tan denostado por la academia sorprendió a propios y extraños cuando Jordan Peele se llevó en 2017 el Óscar al mejor guión original. Un premio que marcaría su carrera, encauzándola por el momento al mundo del horror tanto como director (Nosotros) como guionista y productor, de esos que eclipsan la figura del auténtico realizador como sucede con Candyman, dirigida por Nia DaCosta.

Sin ser tan popular o icónico como Jason, Freddy y compañía Candyman es sin embargo una figura clave en el cine con psicópata, a lo que sin duda contribuyó la interpretación de un carismático Tony Todd que en los últimos años se ha convertido en carne de cameo en más de una ocasión (Destino final, Hatchett, Hell fest...). Este nuevo Candyman bebe directamente de la cinta original, obviando sus secuelas, haciendo que aunque no sea estrictamente necesario haberla visto si hace que está sea mucho más disfrutable.

Candyman, tras un ligero flashback que presenta el primer alarido y resulta mucho menos gratuito de lo que parece en un primer momento, se toma su tiempo en revelar su cara más terrorífica. In crescendo, intentando profundizar en los personajes antes de presentar el primer cadáver, la película es una casi onírico descenso a los infiernos que no vacila en sacar el mejor provecho de los atributos de su villano, desde los espejos dé los que surge nuestro villano a las abejas que fueron clave para su nacimiento como torturado ejecutor. Aunque no renuncie a los efectos de sonido estridentes para asustar el respetable o a algún guiño gratuito al slasher con adolescente (que parece que yano se puede hacer terror sin masacrar a un puñado de quinceañeras) Candyman pretende jugar en otra liga, jugando con las elipsis y el fuera de cámara, permitiéndose alejar la cámara o retrasar su aparicióna la hora de presentar las escenas más explícitas, o incluso sumir la pantalla en la más completa oscuridad, todo para que el espectador no se límite a saltar en su asiento, sino que vea como el tiempo se dilata hasta llegar al esperado susto de turno.

Así este nuevo Candyman destaca por el cuidado de su puesta en escena. Un buen conocimiento de los mecanismos del horror que se recrea en sus escenarios con un inteligente uso de reflejos e iluminación (el asesinato de la galería) que dotan de personalidad a una historia que coquetea con el género de las posesiones pero sin renunciar a la hemoglobina.

Candyman, película reivindicativa que hace que el trasfondo social hilvanado en la original adquiera plenitud en la era de #blacklivesmatter, es una buena secuela disfrazada de reboot. Menos transgresora de lo que pretende y con un final que, aunque lógico, en más de un momento se les va de las manos, sin embargo consigue salir airosa con la belleza de sus planos (a destacar esas hermosas marionetas de sombras que podemos ver tanto a lo largo del metraje como en los títulos de crédito. Por favor, quédense hasta el final) y su buen sentido del ritmo. Una convincente invitación para revisar la original y una buens demostración de que aun a la hora de continuar sagas una película puede encontrar su propio.lenguaje.


Candyman ya está en cines de toda España.

miércoles, 25 de agosto de 2021

ATERRIZA CUANDO PUEDAS

Hay cosas que aunque no lo parezca no es buena idea hacer en un avión: comer pescado (Aterriza como puedas), subir por invitación de un conocido común (Relatos salvajes) o interactuar con la fauna local (Serpientes en un avión). Pero ya no es preciso ni subirse al correspondiente pájaro de hierro...la sola proximidad al aeropuerto puede acarrear la catástrofe como sucede con García y García.

Planeada a medida de sus dos protagonistas, dos tocayos encarnados por José Mota y Pepe Viyuela, la película arranca como comedia de enredo presentando la confusión por parte de una ruinosa compañía aérea entre un reconocido asesor y un mecánico a los que contesta el mismo día. Pero pronto desbarata la confusión entre unos protagonistas bien avenidos para tirar ligeramente por los derroteros de la comedia romántica y la tan manida cuenta atrás para evitar el aciago destino de los trabajadores de la empresa. Intentando crear un confuso tándem de payaso tonto- payaso algo menos tonto (no diremos quien es quien) García y García intenta jugar con algunos territorios comunes del humor, lindando con la comedia elegante, con las diferencias ricos- clase media (o si nos ponemos brutos pijo-paleto) y escenarios que no desmerecerían en un spoof como el hotel de lujo o la fiesta de (falso) postín, pero se queda en la puerta de la carcajada.

Tanteando la comedia física (no en vano está ahí un Pepe Viyuela que ha sido uno de los grandes en este campo) la película se pierde entre diálogos sin chispa y secundarios inclasificables (la mujer de uno de los García, con unos ademanes entre Cruella de Vil descafeinada y mantis religiosa) y desaprovechados (ese responsable de hotel de día imitador de Cher de noche o un Carlos que simplemente vive en su propio planeta). Se mantiene en una línea plana, esquivando el humor grueso pero sin sacar provecho de una comicidad que intenta forzar con efectos de sonido y una banda sonora que versiona numerosos temas conocidos. Una película de la que, aunque suene a chiste, lo más salvable son los dibujos que acompañan a los títulos de crédito (aunque el chiste de un 'Todo a yen'... en China sea imperdonable).

García y García, a pesar de aunar la presencia de dos de los cómicos más famosos del país transmite tanta originalidad en su desarrollo como en su título aun buscando uno de los objetivos más nobles del séptimo arte y más en una época como la que vivimos: hacer reir.



García y García llega a los cines de toda España el 25 de agosto.


domingo, 22 de agosto de 2021

JUEGOS DE PAZ

 

Aunque siempre ha habido espacio para robots entrañables como los protagonistas de Cortocircuito o Wall-E hablar de inteligencia artificial en el cine casi siempre nos hace pensar en ordenadores rebeldes como HAL o directamente en autómatas asesinos dispuestos a rebelarse contra sus creadores de forma poco pacífico. Sin embargo los últimos avances han abierto nuevos campos para la ficción como es el mundo de los videojuegos. Vale que siempre ha habido pasatiempos que han salido rana como el cubo cenobita o Jumanji (es más, su reboot, en un inteligente lavado de cara, apostó por cambiar tablero por consola) pero el campo llega como rezaba la zona del crepúsculo esa "hasta el infinito". En este berenjenal brota Free guy.
Esta comedia de acción huye desde el primer momento de ambigüedades. Guy vive una vida feliz como cajero de banco en una ciudad, Free city, en la que el crimen es el pan de cada día que va a descubrir, tras enamorarse a primera vista de la que resulta ser una jugadora humana, que su mundo no es sino un videojuego. Pero esta película no es precisamente un ejercicio de instropección metafísica ni una reflexión sobre la interacción entre seres humanos. Sí plantea ligeramente una crítica al exceso de violencia en algunos juegos, pero no deja de ser un chiste más en la que en el fondo no deja de ser la típica trama de chico conoce chica...solo que él no deja ser un puñado de píxeles digievolucionado y ella una programadora intentando demostrar que el hogar de él piratea parte del código de un trabajo suyo. Ahí es nada.
Free guy es una película desaprovechada. Efectos especiales bien integrados, eficaces escenas de acción y algún gag brillante mantienen a flote una cinta que resulta entretenida en un arranque que no deja de recordarnos a La LEGO película pero que va perdiendo ritmo a medias da avanza, intentando moverse en una liga similar a Rompe Ralph pero quedándose más cerca de la no muy recomendable Pixels.
Sin embargo se agradece que este Free guy no abuse de las referencias concretas a videojuegos, lejos de la apabullante Ready player one. Aunque a nadie se le escapen , entre otras, las relativas a Fornite y sus mecánicas (como las skins o los bailecitos e incluso algún arma icónica), clásicos como Portal o juegos de mundo abierto a lo GTA los mejores guiños vienen de la mano del universo Marvel, desde los pósters en casa de uno de los jugadores a dos de los golpes de la batalla final (uno encadenando con el gran cameo de la cinta...no, no es Lobezno, pesaos). No estamos ante un quien es quien sino ante un intento de presentar el entorno gamer con sus explosiones, sus misiones complementarias absurdas (si, encontrar las mascotas de la típica vieja de los gatos) y sus novatos que intentan andar contra una pared.
Free guy es una película de propuesta interesante, pero su parco sentido del ritmo y su histriónico villano (un insoportable Taika Waititi al que preferimos detrás de las cámaras. Pero gracias por sacar una escena con hacha en la que NO se copia El resplandor) lastran un film de trasfondo blanco escondido bajo un puñado chistes remotamente sexuales (esas eróticas referencias al café). En un rol en las antípodas de su carismático Deadpool Ryan Reynolds intenta repetir la jugada con mismo entusiasmo pero desigual fortuna, dejándonos un producto que suscitará alguna carcajada pero que pronto abandonará el recuerdo del espectador como píxeles en el game over.

Free guy ya está en cines de toda España.



sábado, 21 de agosto de 2021

PROHIBiDO PASAR CALOR

 

Puede que en las circunstancias actuales en agosto ya no vuelvan las verbenas, ni las invasiones de turistas a gran escala, pero hay algo que si continúa regresando desde hace ya 9 años: la muestra Lo + prohibido del cine Artístic Metropol (Cigarreras 6), que este año tendrá lugar entre el 26 y el 29 de agosto.

Siguiendo su ya tradicional formato de 4 días y la norma prohibido prohibir la muestra traerá 14 películas de las más diversas nacionalidades sumando estrenos como la muy recomendable Psycho Gore Man y clásicos como La puerta verde. Eso sin olvidar la habitual selección  de premios Bonobo y añadiendo a la oferta un buen puñado de cortos que se proyectarán antes de buena parte de las películas.

Pero sin duda uno de los platos fuertes será la entrega del premio butaca de honor a la mitica actriz Diana Peñalver, tras la que se proyectará Braindead (Tu madre se ha comido a tu perro) y un adelanto de su próximo estreno The nanny's night de Igna L. Vacas.

Cuatro jornadas para combatir el calor con hemoglobina, erotismo y escenas sorprendentes para los paladares más atrevidos. ¡Muerte a la censura! La diversión muchas veces está un paso más allá.

Más información y venta de entradas en

https://artisticmetropol.es/web/



martes, 17 de agosto de 2021

VENTAJAS DE FLIPAR EN TREN

 

"Que más da si son cosas de la edad" rezaba la canción. Aparte de acompaño a los títulos de crédito quizás este sea uno de los más adecuados resúmenes de Descarrilados, la comedia que glosa la epopeya de tres cuarentones que, para cumplir la última voluntad de un difunto amigo (amén de otro propósito menos altruista como cobrar una sabrosa herencia) se enfrentan, veinte años después de abandonar el viaje en el que se pelearon, a la vacación juvenil por excelencia: el interrail.
En la linea de la road movie de toda la vida, aun enseñando el lado menos glamuroso pero más fiestero del continente (y mejor que no, por las desastrosas consecuencias para el patrimonio cultural) Descarrilados se autodefiende como comedia chusca pasando por todos los tonos del humor, del verde al negro pasando por el marrón. 
Arturo Valls, Julián López y Ernesto Sevilla, tercero que se mueve durante toda la función entre el amor y el odio, encarnan aquí tres perfectas caricaturas: el jeta, el zumbados y el pringao. Tres figuras básicas que no desmerecerían en ninguna comedia juvenil de los 80, 90 y más allá y que aquí dan rienda a su vertiente más loca intentando recuperar el tiempo perdido en esta perversión de la odisea de Phileas Fogg
Descarrilados es una película que gana por su sentido del ritmo. Cierto que muchos de sus gags no destacan por su originalidad y que más de uno hará que las mentes bienpensantes pongan el grito en el cielo (el episodio de Rumanía) pero el resultado gana por las réplicas bien hiladas y unos personajes que de puro patéticos resultan hasta simpáticos (o al menos dignos de lástima). E incluso se le agradece algún homenaje al género como esas togas que nos remiten remotamente a Desmadre a la americana.
Comedia políticamente incorrecta (solo hay que ver los roles de los personajes femeninos, y eso para empezar), aunque no meta la uña especialmente en los tópicos locales a pesar del argumento (más bien en el concepto genérico de guiri fiestero y amigo de las sustancias psicodélicas) Descarrilados es una buena encarnación de la comedia veraniega sin pretensiones y desenlace (que aquí no desvelaremos) de traca. Para ver con amigos ...mientras los prejuicios se quedan en casa pasando calor.

Descarrilados llega a las pantallas españolas el 20 de agosto.

domingo, 15 de agosto de 2021

¿HA VISTO USTED UN NINJA?

 

No hace ni diez días la polémica estaba servida. Snake eyes, precuela y tercera película de G.I. Joe, no iba a llegar a nuestros cines. Una lástima, no porque la cinta fuera la favorita de los Oscars ni porque la saga goce de una popularidad pareja a Star wars o la Marvel, sino porque la ausencia de este film de acción marcase un peligroso precedente en la viabilidad de unas producciones que los cines, nuestros cines, esos que nos han hecho amar y odiar el cine desde pequeños, necesitan más que nunca para recuperarse de una pandemia que ha sido y es una auténtica película de terror.

Por suerte todo ha sido una falsa alarma. Y ahora ha llegado el momento de enfrentarnos a un film con voluntad de blockbuster veraniego y reiniciadora de franquicia. Cambiando por completo las encarnaciones de sus protagonistas, desde el ninja que le da nombre a la tan comentada baronesa encarnada por Úrsula Corberó, Snake eyes es la enésima película que nos lleva a recorrer el camino del héroe. La historia de un niño que ve a su padre morir ante sus ojos para convertirse en un hombre luchador y hambriento de venganza, coquetear con el lado oscuro en forma de turbia organización y finalmente redimirse para transformarse en el héroe que ya conocemos de las dos primeras entregas de G.I. Joe. O que conoceríamos si no hubieran cambiado de actor...aunque tampoco se le veía mucho la cara que digamos.

Pero aunque la película nos traiga más de una agradable sorpresa en forma de secundarios (ahí están Iko Uwais y Peter Mensah...aunque todos bastante desaprovechados. Digamos que Úrsula Corberó se pasea más que actúa gracias a la magia del guión. Eso sí, se le reconoce la dificultad de andar con esos taconazos) y mantenga el tipo relativamente en las escenas de acción y persecuciones (de los extraños efectos luminosos mejor hablamos otro día) Snake eyes hace flaco favor al cine de artes marciales. Coqueteando con el wuxia, bosquecillo brumoso al canto, y articulando la historia en torno a ese clásico que es un reto compuesto por tres pruebas que permitirían al protagonista unirse a un poderoso clan japonés, el film no vacila en recurrir a otros tópicos más sonrojantes del cine ninja como la bomba de humo o, especialmente, el paño de camuflaje que imita el decorado tras la persona que la sostiene. Momentos que pillan con la guardia a un espectador para el que las sorpresas no han acabado, como anacondas gigantes que no atacan a los puros de corazón (me gustaría ver ahí a Frank de la jungla), tópicos locales dignos de madrileños por el mundo (”¿Dónde vamos?" pregunta un personaje y la contestación son tambores, kimonos, aterrizaje en aeropuerto con el Fujiyama al fondo y llegada pasando por el cruce de Shibuya...no sé, ¿Albacete quizás?) o episodios de tensión sexual mal resueltos.

No se puede negar que Snake eyes, si se revisa sin excesivas expectativas, resulta entretenida, pero tampoco que a medida avanza su metraje refleja cierta afinidad involuntaria con lo ridículo especialmente vía diálogo (no es nuevo, pero gran momento cuando el protagonista afirma no haber matado a otro de los principales personajes porque no es un asesino...tras pegar una paliza a un grupo de masillas de turno. Imagino que si mueren después en el hospital no cuenta), todo rematado con forzosos efectos de sonido y unos títulos de crédito que pueden causar ataques epilépticos. ¿Queda algo por decir? Sí: gracias. Gracias a la distribuidora por estrenar Snake eyes en la gran pantalla. La película nos podrá gustar más o menos pero la necesitamos. Películas de evasión, que nos entretengan, que nos emocionen, que nos hagan reír involuntariamente o a propósito, que nos den tema para el debate. Buenas, malas, obras maestras, despropoósitos fílmicos... simplemente películas. El cine es una escuela de soñadores. Y en el cine, además, es un placer.

Snake eyes ya está en cines de toda España

sábado, 7 de agosto de 2021

GUARDIANES DE UNA ESTRELLA

 

Estoy empezando a pensar que al cine de superhéroes le pasa como al cine de zombies: gana enteros cuando menos profundo se vuelve. Ya hace años Thor: Ragnarok demostró como puede ganar una saga cuando te la tomas a cachondeo, y va a ser que a otra franquicia, que en su debut se llevó hostias hasta en el poster, le va a pasar lo mismo. Hablo de El escuadrón suicida.

Harley Quinn lo petó, sí, especialmente entre aquellos que jamás habían oído hablar del personaje, pero el resto, ni siquiera un Will Smith que deseaba su parte del superpastel, se salvó de la quema. Por eso la villana encarnada por Margot Robbie es prácticamente lo único que han recuperado para esta secuela-reboot que nos presenta un equipo con nombres tan conocidos como Idris Elba (que tras fallecer entre las filas asgardianas se ha pasado a la competencia), Sylvester Stallone (que dobla a un tiburón antropomorfo capaz de regalarnos las escenas más tiernas y los destripamientos más salvajes) o el exluchador, a la caza del reciclaje como actor, John Cena. Pero esta vez el nombre importante es James Gunn, el hombre que hizo de un grupo tan desconocido entre el gran público como Los guardianes de la galaxia todo un éxito. 

Gunn, director y guionista, lleva el grupo de supervillanos de DC a un terreno afin a sus Guardianes de la galaxia, solo que con un punto gore con poco aprecio tanto por la vida humana como la animal y unos cuantos diálogos políticamente incorrectos que la harían recomendables para menores muy acompañados. Humor cafre, escenas surrealistas (impagable la obsesión de uno de los protagonistas con su madre, a la que por cierto odia bastante) y un creativo uso de la banda sonora son algunas de las señas de identidad de esta delirante comedia de acción ambientada en una república bananera de manual. Sus personajes carismáticos (incluso alguno tan repulsivos como esa comadreja que todavía la mayoría nos preguntamos qué es) y la recuperación de un villano tan emblemático como Starro (uno de los primeros enemigos de la Liga de la Justicia) terminan de dar forma a una cinta de premisa tan simple como su predecesora pero que nos ahorra los orígenes de todo su reparto para arrastrarnos a una demoledora odisea de diversión que nos proporciona la que es hasta el momento la mejor pelicula de superhéroes (o antihéroes si lo prefieren) desde que volvieron a abrir los cines tras la primera ola de la pandemia.

Poesía de lo repugnante, masacres de corte disneyniano y puros videoclips saturados de color...nada falta en este nuevo Escuadrón Suicida. Para espectadores con ganas de adrenalina sin prejuicios...merece verse en la gran pantalla.

El escuadrón suicida puede disfrutarse ya en cines de toda España.








martes, 3 de agosto de 2021

EL CERDO ES LA NUEVA ALPACA

 

Nicolas Cage es un actor al que nunca se le puede echar mucho de menos porque nunca anda muy lejos. Aunque lo sorprendente no es su presencia en estrenos cada muy poco tiempo sino que casi siempre esta es en forma de protagonista (con honrosísimas excepciones como Kick-Ass), convirtiéndose en una suerte de absorbente agujero negro que hace que cada película "con Nicolas Cage" se convierta en una película "de Nicolas Cage". Y la mayoría de propuestas se pueden calificar al menos de llamativas. Al club se adhiere una cuyo título lo dice casi todo: Pig.
La bucólica existencia de un hombre y su cerda, experta buscadora de trufas, se ve interrumpida por la irrupción de un grupo que secuestra al animal (no, no voy a hacer el chiste). Será el comienzo de una cruzada por parte de un Nicolas Cage de look monocromático y desgreñado por recuperar su única fuente de sustento y compañía cuyo arranque, aún siendo incruento, nos puede recordar, salvando la distancia, a John Wick.
Pero Pig, una cinta de cuidada estética, no es el baño de loca hemoglobina que podemos esperar la primera vez que oímos hablar de la película, sino que aboga por el drama nostálgico de un hombre que habiendo perdido los puntales básicos de su vida, opta por retirarse del mundanal ruido para descubrir que aunque uno abandone el mundo el mundo no se olvida de uno. Sin renunciar a los ambientes sórdidos Pig es una reflexión sobre los placeres de la vida, sobre el valor de la música y, especialmente, de la gastronomía. 
Articulada en capítulos con nombres de diversos platos la película es toda una declaración de principios foodie, sobre el valor de los buenos ingredientes y los recetarios tradicionales. Todo a través de unas escenas en las que un Cage más contenido de lo que nos tiene acostumbrados, se deja arrastrar por unos diálogos a los que renuncia en la primera mitad de la película, pero que dan alma a una cinta cuyo llamativo punto de partida es una mera excusa para arrastrarnos al lado más emocional.
No voy a engañar: está no es la película que esperábamos: pero merece la pena darle una oportunidad. Se la merece.

Pig se estrenó en EE.UU. el 17 de julio y puede verse en plataformas.