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jueves, 15 de octubre de 2015

A PORRAZO LIMPIO

Yo siempre he sostenido que cualquier telediario da más miedo que la película de terror más terrorífica, angustiosa y malsana que nos podamos echar a la cara. Todos los monstruos, psicópatas disfrazados y fantasmas de corte más o menos japonés son inofensivos cachorritos al lado de las tragedias y auténticos dramas humanos que encontramos en el día a día, y es algo que el cine conoce muy bien. Por eso es curioso que apenas un par de días después de hablar de otro de esos apocalipsis a los que tan acostumbrados nos tiene el séptimo arte le llegue el turno a una película en la que el horror es un elemento más real y viable...hoy hablamos de Golpe de estado.
 Jack consigue un puesto en una plante depuradora en el sudeste asiático por lo que se muda desde Texas con su mujer y sus dos hijas pequeñas. La noche de su llegada nada parece funcionar pero en el fondo sueñan que solo sea el principio de una vida mejor para ellos. Sin embargo a la mañana siguiente una turba enfurecida tomará las calles y comenzará a arrasar todo a su paso, y uno de sus objetivos principales son los extranejros a los que masacra sin piedad...será el momento en que la familia de Jack emprenda una enloquecida huida para salvar sus vidas.
Con un comienzo de esos que realmente enganchan y que, lejos de la odisea que vivirá la familia protagonista, nos revela como comienzan los hechos que pondrán en peligro sus vidas, la película es una impactante historia sobre una familia corriente en un país desconocido (del que no conocen ni la lengua) que se enfrentan a un peligro inesperado.
Así si la cinta tiene un potente comienzo pronto vuelve atrás 17 horas para presentarnos a sus protagonistas, una familia que se enfrenta a la crisis que supone el traslado a causa del nuevo trabajo del progenitor, y, a nivel más secundario, un hombre que por el momento no enseña todas sus cartas (y como supondrán, no creo nadie se lleve la sorpresa, estando encarnado por Pierce Brosnan ya sabemos de que tipo son). En este arco, más pacífico, nos presentarán el terreno en que se desarrollará el resto del metraje, con unas imágenes de postal que contrastarán vivamente con lo que veremos a continuación.
Asi, tras la peresentación de unos conflictos de corte más bien emocional (la angustia de la esposa, la inquietud de las niñas...acentuados por el hecho de que nada funciona: ni los teléfonos ni la televisión, ni siquiera llegan los periódicos...aspectos que luego descubriremos son fruto del golpe de estado que todavía ignoran se ha producido) el film se sumerge en el crudo esterminio por parte de los rebeldes de todos los extranjeros que se encuentran (en el caso de la población civil inciden menos pero la huella está presente durante toda la película...el elemento habitual de estos dramas humanos de personajes autócotonos que ayuden a los extranjeros pese a todo también se reduce al mínimo en un factor verista que es de agradecer), sin renunciar a los elemntos más crudos e incluso jugando, para desesperación de sus protagonistas, con algún tópico a los que nos ha acostunbrado el cine (la llegada del helicóptero) que sin embargo aquí sale rana.
Golpe de estado es una película que no renuncia a la violencia descarnada, ni a ir cortando cabos de salvación para su familia protagonista (el episodio de la embajada) si bien siempre deja una pequeña grieta para su salvación (hay momentos en los que increiblemente son  los únicos supervivientes, con el permiso de ese Deus ex machina que es Pierce Brosnam, que de haber sido encarnado por un actor menos popular no tendríamos por qué suponer su regreso tras la despedida al principio de la primera parte, pero las cosas como son), pero que si a veces puede recordarnos a algún drama de guerra clásico (la ejecución con el camión en un plano picado desde un punto elevado que no deja de recordarnos a alguna escena de El pianista) luego nos devuelve algún exceso típicamente hollywoodense como esa obsesión por la inocencia de las niñas (que se comportan como auténticas malcriadas cuando se están jugando realmente la vida como en el salto de la azotea) o ese abuso continuo de la cámara lenta que lastra algunos momentos de una película cuya una de sus bazas es precisamente buen titmo.
Golpe de estado es una cinta con buen ritrmo en la mayor parte de su metraje y una excelente capacidad para crear un clima de tensión, que sabe ser realista si bien en algún momento se deja llevar por ese espíritu tan enraizado en el cine estadounidense de la chiripa (o caer de pie aunque sea en un cenagal...de traca cuando el protagonista saca a todo un grupo de civiles del mercado en que se vive toda una batalla campal sin conocen el terrno ni la lengua del país...y por supuesto de otra boca saldrá el clásico "Soy ciudadano americano", aunque a su emisor le sirva más bien de poco), y que si bien se deja arrastrar por unos tópicos a los que no sabe renunciar (los chascarrillos en medio de la amenaza o ese personaje de Brosnam que es puro Bond jubilado y trasnochado de vuelta de todo) nos deja un buen puñado de momentos, una gotita de denncia social (se menciona casi de pasada y casi casi al final) y por supuesto una entretenida historia, de esas que, no nos cansamos dedecirlo, en las que uno lo pasa bien viendo como otros lo pasan mal.
Una autética huida de la muerte con su buena dosis de tensión y violencia rodada de manera eficaz...aunque si se pusieran las escenas a cámara lenta a un ritmo normal probablemente duraría media hora menos.


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