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martes, 9 de junio de 2015

TERROR ESCAYOLADO

Hay cineastas que saben provocar tensión, hay cineastas que saben pegar sustos, pero pocos saban encontrar el equilibrio correcto para inducir en el espectador un auténtico escalofrío, una sensación entre malsana y agradable que recorre la espina dorsal y deja su pequña huella en su víctima durante las horas posteriores del visionado. James Wan es uno de ellos, pero recientemente ha decidido trocar el suspense en adrenalina, y es que claro, debe ser muy difícil decir que no a un juguete tan caro con el que además te mueres por jugar...sin embargo la vida sigue, y todos recordamos Annabelle, esa precuela de la magnífica The conjuring que salió más bien rana. Ahora llega el turno de una franquicia cuyas dos primeras entregas fueron dirigidas por Wan y la incertidumbre nos corroe...hoy es el turno de Insidious. Capítulo 3 (Insidious 3 para los amigos)
Una adolescente cree que el espíritu de su madre recientemente fallecida sigue a su lado pòr lo que, por consejo de una amiga, acude a la medium Elise para que le ayude a contactar con ella. Sin embargo esta, atormentada por su propio drama personal, se ve incapaz de ayudarla. Cuando la chica es atropellada por un coche y permanece clínicamente muerta unos instantes a su regresoi al hogar, con ambas piernas rotas, empieza a ser atormentada por una misteriosa entidad. Será entonces cuando Elise decida retomar su don, enfrentarse a sus propios demonios y acudir en su ayuda.
Tercera entrega de una saga que ha sabido encontrar en lo grotesco el lenguaje para provocar indescriptibles momentos terroríficos su última entrega abandona el drama de la familia Lambert para centrarse en nuevos personajes (a modo de intercuela, si es que existe el término, secuela de la segunda, precuela de la primera) pero sin renunciar al personaje de Elise, que poco a poco se ha convertido en el centro de la función, así como retomar algún conocido de la primera.
Con un arranque que nos remite con corrección al espíritu de franquicia, con escenarios parcialmente iluminados y espíritus , al menos por el momento, invisibles para nocostros, la película parece en un comienzo una digna seguidora de sus precedentes, o al menos hasta el momento en que podemos considerar el verdadero arranque del film, tras la presentación de los personajes (una familia de padre, hijo e hija que todavía no ha superado la muerte de la madre, lo que se refleja en sus contiunas peleas domésticas) y el atropello que desemboca en la primera visita a ese más allá brumoso que ya hemos explorado en las otras dos películas, pero pronto veremos que no es oro todo lo que reluce.
Será a partir de ese momento cuando comprobaremos que el buen ritmo y la sutileza han abanonado el barco, dejando su lugar a sobresaltos típicos (asomarse a un respiradero o debajo de la cama nunca ha sido muy buena idea) y entes que atormentan a puñetazo limpio (ahí está la paliza que sufre la protagonista casi al comienzo de su pesadilla). Queda algún buen momento, sí, como el de las pisadas y a donde conducen, pero pronto se revelarán como mero espejismo.
Insidious 3 es una película con sustos previsibles y apresurados, que tiene elementos que, usados con inteligencia, podrían haber convertido este capítulo en una dignísima secuela, como la creación de ese ente con uno de los mejores nombres que hemos visto recientemente (el hombre que no respira), pero que no se molesta ni en ahondar (pocos datos nos dan sobre esta inquietante presencia aparte de que vivió en el edificio y siente debilidad por las almas de la jovencitas...si es que encima es tonto) ni en acabar de atar los numerosos cabos sueltos que deja el desarrollo de la película (no sólo respecto a los elementos más paranormales sino otros como permitirse el lujo de presentar personajes que aparecen y desaparecen sin más explicación como el vecinito enamorado que acaba siendo una mera escusa para el típico susto de "¿qué dices?, si en casa no hay nadie", o aportar momentos falsamente cruciales en los que no acaba de centrarse como el hombre que se tira por la ventana y del que no sabremos más).
Como si de una versión fantasmagórica de La ventana indiscreta se tratase la cinta ha vuelto a los terrenos que ya conocemos, con oscuridad, bruma y fantasmas atormentados (el mejor aquel, que si bien no es un elemento original del todo como ya vimos en Dark circles sigue funcionando, con pelo largo que para nuestra sorpresa revela no encontrarse de espaldas sino de frente) pero optando en esta ocasión por soluciones menos refinados. Sí, ya hemos hablado de los elementos grotescos que suelen aparecer en estas películas, como las caracterizaciones de sus villanos, pero lo que en otras entregas encajaba bien, ha  dejado paso a lo que acaba por ser literalmente un combate con la mano abierta entre la vidente Elise y los vengartivos espíritus (literalmente...el fantasma intenta continuamente estrangularla y ella le acaba de dar una paliza a lo Chuck Norris)...se acabaronlas sutilezas, es la hora de las tortas, y el final ya lo conocemos todos.
Para fans del terror fantasmagórico sin demasiado apego a esta saga (si no han visto ninguna hasta ahora casi que mejor)...en cartel sigue It follows, no estoy sugeriendo nada.

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