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jueves, 13 de noviembre de 2014

HASTA EL INFINITO...

Al señor Nolan parece que le gusta hacer pirulas con el asunto del tiempo, tanto el absoluto como el relativo, como se vió en Orígenes y en su modo má peculiar en Memento. Ahora, sin abandonar este asunto, ha optado por el espacio y su nombre es Interestellar.
Versión mala de 2001 o versión buena de Contact, según se mire nuestra cinta nos cuenta la odisea de un grupo de astronautas para salvar a la especie humana encontrando un nuevo planeta habitable, ya las plagas, la falta de comida y de oxígeno amenazan en ponerle fin  en apenas una generación. Partiendo de un original futuro apocalíptico de corte rural /en el que sin embargo sigue habiendo tiempo para el béisbol) la película nos revela una carrera contra el tiempo, elemento con el que juega durante toda la trama casi adquiriendo el carácter de villano (existe otro más humano, de nombre casi metafórico, del que no haremos spoilers pero mucho menos poderoso) o salvador según se va desarrillando nuestra historia. Y es que esta película presenta un interesante enfoque: en un futuro mucho menos tecnificado que el que nos han presentado otros futuros inciertos (en realidad más por falta de fondos que otra cosa)  la corazonada, la parte más intuitiva del ser humano tiene una importantísima carga tanto en el desarrollo como en el desenlace (dejen de pensar en el señor Shyamalan y sus Señales, pero muy desencaminados no van). Sí, es una historia de corte clásico en el ramo de la ciencia ficción pero sabe darnos un interesante enfoque gracias a la construcción de unos personajes que se mueven entre la esperanza y la mentira, y que es posible que nos dé una de las metáforas más aterradoras del ser humano: cuatro individuos en un planeta, de los que depende el futuro de la humanidad y que se han jugado todo para este fin, y de ellos, exactamente la mitad, están luchando a muerte.
Y por supuesto la excelente factura a la que Nolan nos tiene acostumbrados, si bien homenajea constantemente a 2001, a lo que contribuyen notablemente tanto la partitura de Hans Zimmer como el excelente uso de los silencios, así como algunos comceptos visuales (ese agujero negro), aunque destacando otros propios como el primer planeta que visitan (que ya nos han destripado en parte en el trailer) o el de los robots que acompañan a las tripulaciones (impresionante cuando rescata a la doctora Brand), aunque otras nos remiten a Orígenes (la base del final o el espacio en el que Cooper resuelve el misterio...y no destripo más) . Con unas interpretacines más que correctas Interestellar es ciencia ficción de la buena, de esa que nos hace soñar como niños grandes, si bien su final puede presentar todavía más incógnitas (disculpen mi ignorancia pero no entiendo como una -no destriparemos aquí- puede salvar a la humanidad) y frente al ritmo correcto del resto del metraje parece más atropellado, pero nos ha dejado, sin ser la mejor película de su director, casi tres horas de fantasía de esas que se paladean con gusto y fruición.
Para amantes de la ciencia ficción espectacular de calidad...pero si hacen secuela nos sentiremos bastante timados.

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