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viernes, 26 de julio de 2019

Y COMIERON P...ALOMITAS

 
Hace 50 años el hombre caminó por primera vez por la luna. Pero hace 50 años otro suceso, muy diferente en espíritu, afectó a un firmamento muy distinto, el de las estrellas de Hollywood. Hablo de los horribles asesinatos perpetrados en la lujosa urbanización de Cielo Drive, entre cuyas víctimas se encontraba la emergente estrella Sharon Tate, embarazada de ocho meses. Tomando como trasfondo este, uno de los episodios más oscuros de la historia del séptimo arte, llega Érase una vez en... Hollywood, la última película de Quentin Tarantino.
Dispuesta a levantar más de una ampolla y a una velocidad de cientos de homenajes por hora Érase una vez en... Hollywood es  como su título indica, una suerte de cuento ambientado en la meca del cine. Un cuento en el que no falta nada, ni el príncipe bajo el hechizo de una fama que se le escurre entre los dedos, encarnado por un Leonardo DiCaprio en uno de los papeles más potentes de su carrera, ni el hada madrina, en forma de un Brad Pitt "chico para todo" que nos regala algunas de las escenas más divertidas de la película, ni princesa, una Margot Robbie con más presencia que diálogo pero cuya imagen, unida al personaje que encarna Sharon Tate, resulta casi magnética. Por no faltar no falta,ni en plena tradición disneyana, el gracioso animalillo, un precioso pitbull cuyo papel va a ser relevante en la trama ( de hecho hasta ha arañado algún premio), ni por supuesto el elenco de villanos, una amenazante comuna que logra que en algún momento la película casi mute en una cinta de terror.
Pero ante todo nuestra historia es puro Tarantino y puro amor al cine (y la televisión más clásica de paso) por parte de este, con todo un entramado de referencias propias y ajenas que pueden hacer enloquecer a aquel que intente captarlas todas, una potentísima selección de temas en su banda sonora, un toque de gore y unos diálogos, que a pesar de no llegar al nivel redondo al que nos han acostumbrado otras peliculas del director, tienen chispa. Erase una vez en... Hollywood es una deliciosa locura, una gamberrada apabullante en su forma que puede ganarse amores y odios por igual, pero que es imposible deje a ningún espectador indiferente con unos últimos treinta minutos de antología pero que satisfarán más a los fans irredentos del cineasta.
Érase una vez en Hollywood es una película que juega continuamente con nosotros al despiste, sobre lo que sabemos y creemos saber, mientras nos hipnotiza con su increíble recreación de los sesenta, maravillosos carteles incluidos (hasta podemos disfrutar de una portada de Mad referente a la serie ficticia protagonizada por DiCaprio) y nos divierte con escenas con referentes tan míticos como la  inclusión de DiCaprio en La gran evasión.
Un juguete de impecable acabado en manos de un hombre que nunca ha dejado de se un enfant terrible del cine. Ahora sólo queda que los espectadores se animen a jugar con él.

Érase una vez en... Hollywood llega a los cines el 15 de agosto.

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