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lunes, 4 de marzo de 2019

CON M DE ESPÍA

Pocos comienzos se me ocurren más sugerentes para una historia como que una dulce ancianita, de esas que se te cuelan en el supermercado con una sonrisa, sea arrestada acusada de traición. Aunque he de confesar que en el caso de estas señoras, que podrían ser la amorosa abuelita de más de uno, pesa más la sorpresa de la acusación que el delito en sí, que fácilmente podríamos sustituir por otro igualmente llamativo como el de envenenadora (algo que quizás nos resulte más familiar dentro del thriller de corte agathachristiniano, a lo que parece invitar incluso más el caso de tratarse de una citna británica), porque lo que realmente importa, lo que interesa al espectador en sí no es como puede salir de este berenjenal nuestra querida dama, sino como ha acabado en tal embrollo. De tal asunto se ocupa Red Joan. La espía roja.
Basada en la historia real de Melita Norwood (aquí rebautizada con el más convencional apelativo de Joan Smith) a partir de la novela de Jennie Rooney la película se mueve entre el presente, sometida a un interrogatorio y encarnada por Judi Dench, y el pasado de nuestra antiheroina, a la que en este caso da vida Sophie Cookson, vista en la saga Kingsman. Así, a partir de los recuerdos que acuden a la mente de Joan a raíz de las preguntas por parte de dos detectives que apenas si funcionan como meros bustos parlantes conoceremos las relaciones y acciones que la condujeron a la situación en la que se encuentra en este momento.
Elementos como el tratarse de la historia de una antigua espía de la KGB así como su papel como científica (aunque, como deja claro el film, no le dan puestos de responsabilidad, si consigue estar en pleno meollo de la carrera atómica...aunque con un rol más de secretaria que de investigadora. Pero es curioso ver como intenta abrirse paso una científica en su campo en un período en el que es toda una rara avis, la única en su aula como podemos apreciar ) la película se desliga durante la práctica totalidad de su desarrollo de estos matices que pueden dar auténtica sal a la trama, optando por un prisma romántico, centrándose en su relación de amor-odio con un joven comunista que conoce en la universidad, más que dispuesto a que primen sus aficiliaciones políticas sobre su interés romántico (a la que cariñosamente llama "mi pequeña camarada") y que acabará convirtiéndola en toda una ladrona de secretos atómicos, a la par que se se replantea esta ante la aparición de un científico, casado eso sí, que parece más que dispuesto a darle a Joan todo lo que no le garantiza este
Todo esto hace que nos encontremos ante una película más convencional de lo que podríamos adivinar. Sí, nos encontramos ante una Judi Dench maravillosa como siempre en un papel al que sabe transmitir la fragilidad necesaria, y un más que correcto puñado de secundarios (aunque yo me quedo, aunque sale apenas tres segundos en dos momentos puntuales del film, con esa vecina con una mirada que lo dice todo) y con una gran dirección artística que consigue meternos eficazmente en la historia (como cuando Joan diseña un diagrama del experimento que están llevando a cabo...pura prehistoria del Powerpoint) pero en todo momento nos da la sensación que, algo que duele más al coquetear con un género tan vertiginoso como el thriller, no acaba de despegar.
Una historia que se deshincha, no sabiendo sacar todo el partido posible a unos mimbres que dan mucho, pero mucho juego, y que unidos a ese "Basado en una historia real" que abre el film nos lleva casi más a pensar en una sesión televisiva de sobremesa que en la interesante historia de espías de la vieja escuela en la que podría haberse convertida. Una película correcta, sin más, que probablemente deleite más a los amantes de los romances trágicos (y no diré más) que a los fans de un género que, por suerte, parece siempre dispuesto a sorprendernos.
Red Joan. La espía roja llega a las pantallas españolas el 14 de abril

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