Hay historias que parecen tener un desarrollo bien definido. Con su introducción, nudo y desenalace y todo eso que nos ha quedado de la clase de lengua del cole...historias que conocemos bien, que terminen bien o mal nos resultan tan conocidas que nos sorrenden tan solo con qu3 se estire uno de sus márgenes, y un buen ejemplo son las tramas de espías. Una misión, buenos y malos y un final de pirotecnia que mantenga el nivel del resto de la trama...¿pero que pasa cuando la escaramuza se termina, el héroe se lleva a la chica y ambos parten hacia el horizonte?. De eso trata Aliados.
Un paracaidista solitario aterriza en las afueras del protectorado francés de Marruecos. Son los años de la II Guerra Mundial y su objetivo en encontrarse con una mujer que desconce, pero que lleva tiempo esperándole como su amante esposa. Esta es la tapadera de Max y Marianne, en realidad dos espías infiltrados con una misión muy concreta. Sin embargo mientras la preparan la misión algo comenzará a nacer entre ambos, y una vez cumplido su objetivo se instalarán en Londres para casarse. Pero un par de años después sus superiores le dan un ultimatum a Max ya que sospechan que Marianne es en realidad una espía nazi.
Brad Pitt vuelve a la II Guerra Mundial que ya pisó en Corazones de acero y Malditos bastardos para prtagonizar una trama de espías de corte sentimental bajo la dirección de un Robert Zemeckis que vuelve a la épica con una historia de corte clásico.
Con una pareja protagonista que destila química en el que quizás sea uno de los mejores aciertos de la cinta Aliados parte de un argumento con mucho de déjà vu (se ambienta en Casablanca y esto no es un detalle gratuito en absoluto) para contarnos el proceso de enamoramiento de dos completos desconocidos de carácter opuesto (extrovertida ella, introvertido él) unidos por una peligrosa misión de la que ni siquiera saben si saldrán vivos (alg que siempre ha dado pie y siempre dará al romance), en una presentación fresca y diveritda (los diálogos sobre los acentos, la presentación de las dotes de tahúr del personaje de Pitt, las visitas nocturnas con esa testigo que es la vecina que no sabemos si es una espía o simplemente una chismosa) que sabe crear una cierta empatía hacia los personajes, pero esta es una trama que se cierra pronto y, a diferencia de otras cintas similares, nos sumerge en el meollo de la película, la de la feliz, a pesar de la guerra, relación amorosa de los protagonistas que se va a quebrar con las sospechas de que ella sea una agente del enemigo.
Aliados es una película con una brillate puesta en escena, del exotismo de Marruecos al costumbrismos del Londres de la guerra, en la que no faltan espectaculares escenas de acción (el bombardeo del hospital, el tiroteo en la embajada) ni muestras de la eficaz de un Zemeckis que nos deja alguna escena particularmente hermosa (ele encuentr amoroso durante la tormenta de arena) y varias muestras de su interés por el detalle (el plano de las acuarelas menos gratuito de lo que parece en un primer momento o la reacción de Cotillard ante la mirada de la viuda de una de sus víctimas...), ero también una cinta que, si bien sabe jugar con el tiempo y la tensión en varios momentos de la cinta (la pausa de Marianne cuando max le pide que toque el piano o toda la escena final) hace que su propio romanticismo lastre el ritmo de la misma en una historia que a pesar de sus destelleo de originalidad nos deja una sensación tan familiar como vacía y poco perdurable, si bien su buen reparto y magnífico envoltorio la convierten en una magnífica elección para los amantes /y ninguna mejor dicho) del cine romántico y admiradores de su tandem protagonista.
Entre el amor y la guerra Aliados llega a las pantallas españolas el 25 de noviembre.
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