Translate

viernes, 5 de octubre de 2018

VIAJE DELIRANTE

Antes eso del más allá iba en una única dirección. Los aparecidos de turno invadían el mundo de los vivos para aterrorizarlos con mayor o menor satánico resultado para retirarse...y probablemente volver en una secuela con ganas de más. Pero ya desde la mítica Poltergeist y más en los últimos años, con "viajes" tan icónicos como los de James Wan y seguidores en su saga Insidious, eso de ir al otro lado se ha convertido en plato común del cine de género. Dentro de esta corriente invasora se encuentra Ánimas, de los directores Laura Alvea y José F. Ortuño, que ya habían trabajado juntos en The extraordinary tale of the Times Table o la serie Treintañeros.
Con un comienzo casi de cuento de hadas, solo que en vez de en un tenebroso castillo en la claustrofóbica escalera de un bloque de apartamentos, la película presenta la historia de Álex y su amigo Abraham, dos adolescentes que arrastran un oscuro pasado y que tienen el  mejor apoyo el uno en el otro. Dos criaturas heridas cuyas vidas van a comenzar a derrumbarse cuando el segundo pierda a su padre en un extraño "accidente" y ella empiece a perderse la noción de la realidad, experimentando toda una serie de perturbadoras visiones.
La película se posiciona en el terreno del terror psicológico pero su enfoque tiende más al susto de sopetón, extrañas sombras y alaridos incluídos, que a la creación de una auténtica atmósfera terrorífica. Sí hay una marcada voluntad de estilo, con unos decorados en los que se aprecia se han cuidado los detalles y una estética marcada que hace de los colores antinaturales y chillones (primando los tonos verdes y las luces chillonas...casi nos hace pensar en algún guallo clásico) su particular seña de identidad, pero el resultado, a pesar de su voluntad de homenajear al género (además de los pósters de la habitación del protagonista en el que hay que aplaudir la inclusión del de la muy recomendable Darkness hay guiños a clásicos como Psicosis o Al final de la escalera) no consiguer alcanzar las altas cotas a las que aspira.
Un guión pretendidamente sorprendente con más de un giro revolucionario, que a pesar de la brevedad del metraje (apenas llega a la hora y media) se antoja al espectador irremediablemente largo lastra una película que nos hace pensar, gracias a algún toque de originalidad, podría haber dado mucho más juego como cortometraje que como largo. Pero la casi continua sensación de que asistimos a una historia ya vista (que alguien me diga que en algunos momentos del visionado no ha pensado en Abre los ojos...y no diré más) no consigue salvar una cinta que se empieza a ver con interés, pero que va perdiendo fuelle a medida que avanza, con unos sustos más efectistas que efectivos y unos personajes que no consiguen crear la empatía suficiente en el espectador, a pesar de agradables sorpresas como la presencia en un pequeño pero relevante papel de Ángela Molina.
Ánimas tiene algún punto interesante en su enrevesada historia pero no acaba de funcionar ni como cinta de terror ni como drama, aunque queda como ejemplo de como en el cine español todavía se pueden contar historia con un aroma diferente.
Ánimas llega a los cines el 5 de octubre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario