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jueves, 11 de octubre de 2018

DE SELLOS A FRESAS

Hay años en que parece que la suerte viene de cara (otros por desgracia vienen de cruz) y a ello nadie es ajeno, ni siquiera los directores de cine. Ahí está el caso de Spielberg, que en un único año, 1993, estrnó un clásico de aventuras como Jurassic Park y una obra maestra como La lista de Schindler. Así, sin despeinarse (claro que eso de llevar gorra a menudo también ayuda) . En el caso de Ingmar Bergman, el gran nombre del cine sueco, ese año fue 1957, en el que estrenó dos obras cumbre como El séptimo sello y Fresas salvajes amén de una cinta para televisión y cuatro producciones teatrales. La historia de este año y mucho más es la base de Bergman. Su gran año.
Segunda incursión de la directora Jane Manugsson en el universo bergmaniano tras Descubriendo a Bergman (2013) este documental nos pone en la situación de un cineasta todavía joven que ya ha conocido el éxito pero está llamado a decir más, mucho más. Si bien en un principio no se muestra complaciente con la figura del director sueco especialmente en lo que respecta a sus relaciones familiares (luego ya habrá tiempo para centrarse en las sentimentales, aunque sin llamar a spoiler diremos que no sale precisamente bien parado) ni a la veracidad de sus testimonios (se contradecía con frecuencia en memorias y similares) el material audiovisual que recoge la película revela a un cineasta que además de estar completamente enamorado de su trabajo y dedicarse a él en cuerpo y alma, aun poniendo en riesgo su salud, resulta humano y simpático, y hasta podríamos decir bromista durante los rodajes.
Bergman. Su gran año revela un gran trabajo de documentación, aunque a veces puede hacernos plantearnos los criterios de selección de testimonios a la hora de incorporarlos al metraje final. No faltan clásicos de la cinematografía sueca, directores e intérpretes, pero también otros curiosos como el del presentador de un programa de entrevistas, histérico durante el programa al conocer a su ídolo, y otros tan sorprendentes como el de Barbra Streisand, componiendo un variado grupo de voces que tendrá su remate final con las loas de toda una serie de directores en activo de la talla de Zhang Yimou o Lars von Trier, e incluso otros en los que de entrada nos cuesta bastante ver la huella bergmaniana como John Landis.
Una película con un buen puñado de apuntes interesantes como el testimonio del hermano del director o episodios menos conocidos de su vida como sus problemas estomacales o su adicción a las galletas, que hacen de esta una cinta amena aunque en ocasiones parezca divagar en ciertos momentos e incluso su ritmo quede un poco lastrado. Pero una cinta que consigue unirse con tino a esa última tendencia de documentales sobre cine que por fortuna esá llegando a la pantalla grande como Hitchcock Truffaut, Las películas de mi vida por Bertrand Tavernier, ¡Lumière! Empieza la aventura o 78/52.
Una cita imprescindible para los amantes del cine de Bergman o simplemente del buen cine, aunque quizás no resulte un producto tan digestivo para aquellos ajenos a la carrera del nombre más grande que ha dado Suecia al séptimo arte.
Bergman. Su gran año llega a las pantallas españolas el 9 de noviembre.

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