LAS LOCAS AVENTURAS DEL RABBI LEO

Atronadores compases de un clásico de Kiss, panorámicas de una gran ciudad y enormes rótulos con los nombres de sus protagonistas son elementos que a más de uno nos puede transportar al terreno del cine de acción de los 80, pero sin embargo una película con una clarísima vocación de título de acción aunque desde el prisma de la comedia: la cinta argentina Solo se vive una vez.
Así con un ligero aroma de homenaje que rápidamente se diluye el film no deja de moverse por territorios conocidos, de forma tan consciente que hasta se permite su propio chiste (la referencia, bastante liosa, eso sí, a Único testigo), desde unos personajes que se mueven entre el tópico (el mafioso encarnado por Gérard Depardieu, por otro lado lo mejor de la cinta) y la peor caricatura (la caracterización de la novia de Leo o el personaje de Hugo Silva con su inclasificable acento) a unas persecuciones y peleas que a pesar de estar más que correctamente coreografiadas renuncian al típico coche que cae dando una vuelta de campana dejando a sus ocupantes indemnes (sí, parece que volvemos a los tiempos del equipo A) o a los cristales que se rompen oportunamente en pequeños pedazos en vez de cortantes bloques.

 A pesar de ello no se puede negar que se trata de una película simpática, de esas que no parecen tomarse en serio a sí misma, incluso aproximándose al lenguaje del cartoon (la caída por la ventana, cama incluída), a lo que contribuyen unos protagonistas ingeniosos, como ese protagonista lleno de recursos (bueno ese detalle de comprar pegamento para hacer más creíble su disfraz)  y que en ocasiones quieren retorcer el tópico (la relación del secundario "primero enemigo luego amigo del alma" con la chica de la función), del mismo modo que lo hace ese leivmotiv de fugitivo que se oculta en una congregación religiosa (algo que se popularizó relativamente entre los 80 o 90 con títulos como Nunca fuimos ángeles o Monjas a la carrera), y que da para alguna buena escena como la conversación en torno a famosos judíos (aunque me quedo con ese detalle de la mochila de rana..irónicamente uno de esos animales impuros para la religión judía).
Solo se vive una vez no es original ni siquiera en su título, pero es de esas películas que complacen al que es verdadero fan del género, pero tampoco es una cinta que se plantea renovar el género. Simplemente plantea una anécdota ingeniosa que le da para hora y media de devaneos entre un criminal de poca monta y todo un ejército de mafiosos entre los que no falta ni el capo ni el mercenario exótico (bueno, tal vez menos exótico de lo que pretenden) y en cuyo elenco encontramos unos cuantos rostros conocidos cuya presencia complacerá a más de un fan. Una película breve y de palomitas, lejos de ese cine argentino de autor que nos ha traído recientemente cintas como La cordillera, para ver con esos amigos amantes de ese cine que hace un par de décadas nos salvaba más de una tarde.

Tiros, explosiones y una buena carcajada en más de una ocasión...Solo se vive una vez llega a las pantallas españolas el 12 de octubre.