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martes, 11 de octubre de 2016

ESPERANZA Y MUERTE

Parece que en cuanto el asunto de los premios entra por la puerta los géneros cinematográficos saltan por la ventana. En el caso del fantástico y del cine de animación esta es una lacra más que asumida pero ni siquiera géneros que se suelen considerar popularmente más "serios" escapan de la lacra...es el caso del documental, que parece condenado a conformarse con premios para los que se han crado categorías propias o festivales centrados únicamente en este género. Sin embargo también hay brillantes excepciones, y este es el caso de Fuego en el mar.
 Lampedusa es una pequeña isla italiana que se encuentra a corta distancia de Sicilia y de la costa italiana. Cada año miles de personas surcan sus aguas para intentar llegar al continente europeo pero muchos perecen en su intento. Esta es su historia, pero tambien de la gente que les presta auxilio en el mar, y de las gentes de la isla que, en medio de sus problemas cotidianos, apenas si puede imaginar el drama que se desarrolla a muy pocas millas de sus casas.
Ganadora del oso de oro del Festival de Berlín y nominada a varios premios David de Donatello la candidata de Italia para los Óscars del próximo año es una desgarradora cinta en torno al tristemente de continua actualidad drama de la inmigración.
Con una puesta en escena absolutamente desnuda, carente de narrador, música (salvo la que se escucha a través de la radio local) e incluso de rótulos aclaratorios (salvo uno relativo a la situación de Lampedusa al comienzo de la cinta) la película parte de las vivencias cotidianas de un niño de la isla, Samuel, cuya vida se divide entre el colegio, sus juegos más o menos violentos con sus amigos y una familia volcada en el mar, para contarnos alternativamente sus andanzas (desde su preocupación por crear el tirachinas perfecto a los problemas que le trae un ojo vago a corregir) con la tragedia coral de cientos, miles de supervivientes que llegan más muertos que vivos a las aguas italianas huyendo de la miseria y de la guerra, sin distinguir ni motivos ni nacionalidades.
En Fuego en el mar encontramos casi dos películas que contrastan vivamente. Por un lado tenemos un drama costumbrista, una historia a la que dan forma las pequeñas cosas, una realidad coidiana y amable, con sus pequeñas luces y sombras. Por otro un drama enorme, inabarcable, que por familiar no se antoja menos terrible, pero que a pesar de las luces (el embarazo, el partido de fútbol...) no parece apartarse de una sombra que lo cubre todo y que parece dejar pocas rendijas.
Fuego en el mar es una película cruda y brutal, una película que confronta dos mundos que como mucho llegan a rozarse, apenas en forma de una noticia en la radio entre otras locale, y que resultan indiferentes el uno para el otro a pesar de su proximidad física, arrancando mínimamente  una compasivasentencia de los labios de una mujer envuelta en otros menesteres, dos mundos tan próximos como distintos, del microcosmos de Lampedusa al macrocosmos de un drama que arrastra al mundo entero y que afecta a personas de muchísimos países.
Dos realidades tan auténticas como dispares, en las que ninguna es reflejo de la otra, ni se establecen relaciones de causalidad ni de culpa, pero que consiguen crear un complejo estado de reflexión en un espectador que simplemeente ha observado la verdad.
Desgarrador y actual documento Fuego en el mar llega a nuestras pantallas el 14 de octubre.

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