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lunes, 16 de noviembre de 2015

CORRUPCIÓN EN M...ARSELLA

Me hubiese gustdo comenzar la crítica de hoy de manera bien distinta, y en apenas unos párrafos así lo haré, pero a la luz de los horribles acontecimientos que tuvieron lugar el pasado viernes por la noche no puedo menos que tomarme unas líneas para solidarizarme con Frmcia. Ahora mismo todos somos París, y no puedo menos que recordar a una Francia que nos ha dado películas tan maravillosas y aterradoras como Loa ojos sin rostro, Las duabólicas, Alta tensión o A l'interieur...pero por desgracia esta vez la pesadilla no era una entretenida ficción , sino que ha sido algo muy, muy real. Todo mi apoyo para las personas que han sufrido y están sufriendo las consecuencias de unos actos tan bárbaros y sin sentido, y apenas diez meses después de la terrible matanza de Charlie Hebdo.

Y ahora volvemos con lo previsto para hoy, casualmente una película frnmcesa...
 Los tópicos mal enfocados son una de esas herramientas bastante peligrosas...si pensamos en detective o policía y lo sumamos a una nacionalidad, la francesa, lo más que probable es que a nuestra mente acudan lo primero personajes como Closeau, Poirot (y eso que no es francés sino belga) o el entrañable gendame encarnado por Louis de Funes, investigadores más o menos eficaces, pero lejanos a las imágenes de sagaces tipos duros (y eso que al final lo acaban resolviendo todo) que nos han vendido la cinematografía de países como los EE.UU. Sin embargo ahora nos llega la historia real del juez que emprendió toda una cruzada personal contra el imperio de la droga de Marsella, la auténtica French Connection...hoy hablamos de Conexión Marsella.
 Pierre Michel es ascendido de su puesto como juez de menores al cargo de juez en la sección de antidroga. Pronto descubrirá el poder de la mafia marsellesa, que crea y exporta enormes cantidades de droga y cuyas operaciones llegan hasta Estados Unidos. Su cruzada contra esta rama del crimen organizado, personificada por Gaetan Zampa, resposable de numerosos ajustes de cuentas, será épica y no se cobrará pocas víctimas, tanto físicas como espirituales.
Basada en hechos reales y con un comienzo de esos que enganchan, uno de esos ajuntes de cuentas entre mafias que se nos presenta como una tragedia anunciada gracias a un impecable sentido de la tensión, la película refleja con crudeza el enfrentamiento entre las mafias dedicadas al negocio de las drogas y la policía en la Marsella de finales de los 70 y principios de los 80, como el reflejo europeo de esa magmífica cinta que es The french connection.
Ambientada en una marsella menos idílica de lo que habríamos podido imaginar en un primer momento (si bien no faltará algún espacio más glamuroso, como la discoteca preteneciente a la mafia), que a pesar de su sempiterno sol se nos revela como un terreno monstruosamente árido para las realciones humanas, la película nos lleva al oscuro mundo de la droga al que se enfrentó el juez Pierrre Michel, un letrado que no ceñía su labor al trabajo de despacho.
Un personaje bien construído e interpretado al que da voz y cuerpo el oscarizado jean Dujardin, dándole la adecuada cantidad de sentimiento (reveladora la secuencia en la que conoce el destino de una de las chicas con las que trabajaba en el departamento de menores), dureza e ironía (la escena de la pistola y el sospechoso), y que constituye el eje central de la película, mostrándonos como afecta a su vida profesional y privada la que se ha convertido poco a poco en una cruzada personal. Una figuar terriblemente humana, aunque tanbién se revelan así sus propios antagonistas, unos mafiosos capaces de lo mejor (las relaciones con sus parejas e hijos...) y de lo peor (la escena en que el"capo" obliga a uno de sus subalternos a esnifar una enorme cantidad de cocaina, o por supuesto los fríos asesinatos).
Conexión Marsella sabe contarnos una historia interesante y bien hilada, con ecos de ese cine americano de mafias de los 70 y 80, a lo que contribuye una cuidada dirección artísitica, su en ocasiones casi monocromática fotografía y una banda sonora que no renuncia a versiones francesas de éxitos de al otro lado del charco (These boots are made for walkin' entre otras), y lo hace con unos personajes carismáticos en ambos bandos, pero dejando muy claro en que bando se mueve cada uno. eludiendo las medias tintas y con un final (que aquí no desveolaremos) que se convierte casi en un eco del arranque de la cinta.
Una película clásica de héroes y villanos, que sabe llevarnos a terrenos bien conocidos con un argumento de esos que enganchan hasta la última frase.
Buen cine negro en una visión tan parecida pero tan distinta de la que nos muestran las películas americanas. Conexión Marsella se estrena el 20 de noviembre

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