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martes, 30 de abril de 2019

MAR AFUERA

Resulta difícil traducir el título de una película cuando este consiste en una frase hecha, refrán o similar haciendo que ocurran casos como que Some like it hot acabe transformándose en Con faldas y a lo loco o similares. A esta regla está a punto de sumarse Como pez fuera del agua, un título que se ajusta sin duda como anillo al dedo al argumento de la comedia italiana Come un gatto in Tangenziale ...solo que esta frase, de uso común en su lengua de origen, significa que hay cosas que duran muy, muy poco.
Como pez fuera del agua auna dos tópicos de la comedia. Por un lado el de un padre sufridor que descubre como su niña, de apenas 13 años, se ha enamorado perdidamente de un chico al que apenas concoce y que parece muy distinto a ella. Por otro, y a raíz de este noviazgo, el choque entre ricos (léase como "refinados) y pobres (léase como "maleducados"... al menos bajo este prisma que en la comedia ha cambiado muy poquito desde la época del cine mudo). El punto de inflexión es que este padre divorciado, que vive en la parte rica de Roma y tiene una posición privilegiada como asesor descubre que la madre del novio de su querida Agnese, una mujer que vive en la periferia, con marido en la cárcel, el cuerpo lleno de tatuajes y un trabajo malpagado en el comedor de una residencia de ancianos piensa recíprocamente lo mismo de su hija: que no es la adecuada para su Alessio, y que tarde o temprano le destrozará el corazón.
 Una historia que nos deja una sensación de déjà vu por cada uno de sus poros, con persecuciones alocadas (esa vigulancia del autobús nada más conocer al chico), tópicos étnicos (el  vecino que se pasa con la cúrcuma) y choque de clases pero que se mantiene gracias al carisma y la buena química de la pareja protagonista, Paola Cortellesi y Antonio Albanese, que ya coincidieron bajo la batuta de Riccardo Milani, también director de esta cinta en Mamma o Papa?, noche y día en muchas cosas pero no en cuanto a la preocupación por dos hijos a los que intentan arrastrar continuamente a su propio terreno. 
Como pez fuera del agua tiene muchos detalles divertidos (como esas dos gemelas con nombres de heroínas de Dallas empeñadas en justificar su cleptomanía) pero queriendo mantenerse fuera de la comicidad exagerada, con alguna excepción como la reacción de la madre de Agnese al conocer a sus quizá futuros consuegros, no logra alcanzar esa carcajada a mandíbula batiente que si consigue algún reciente éxito de la comedia italiana como La hora del cambio o Un italiano en Noruega. Un final poco catárquico con moraleja descafeinada (que aquí por supuesto no desvelaremos), algún elemento repetitivo (esa casi bsesión en presentar la labor de los traductores en el comité europeo...ni genera chiste ni presenta personajes de relevancia alguna, o el rol del mecánico de coches) y un argumento que no acaba de dar el do de pecho lastran una historia que, si bien nos resulta conocida, podría haber dado mucho más juego, aunque no se puede negar gana por corta duración, como un entretenimiento ligero para los amantes de la comedia italiana.
Como pez fuera del agua llega a las pantallas españolas el 25 de mayo

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