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miércoles, 1 de junio de 2016

NOCTURNEANDO 2016 (5)

¡Por fin! el viernes llegaba abriendo el fin de semana con le esperadísima llegada de John Landis. Tras unos breves avistamientos en el Gran Hotel Conde Duque, sede de la oficina del festival, el padre de Un hombre lobo americano en Londres llegaba por primera vez a Nocturna en la presentación del libro John Landis. Un hombre lobo en Hollywood de Gerardo Santos Bocero, en la que el cineasta nos deleitó con multitud de anécdotas y un sentido del humor a prueba de bomba del que harái gala durrante toda su presencia en el festival.
Pero su intervención se nos antojó breve. Antes siquiera de que pudiéramos darnos cuenta era ya por la tarde y la hora de ver el original corto Cenizo, una aguda y sorprendente reflexión sobre un drama que afecta a muchos pero reflejado con gran sentido del humor y una gran sensibilidad.
Y con la misma inicial llegó el turno del largo, Camino.
Sin nada que ver con la galardonada cinta con la que comparte título este Camino es un selvático survival horror protagonizado por una periodista que se ve obligada a huir selva a través de los miembros de una guerrilla de la que ha descubierto los oscuros tejemanejes de su líder, a escondidas del resto del grupo. Con su mejor baza en su sufridora protagonista Zoe Bell, que ha sido merecedora del correspondiente galardón del festival, la película pronto se convierte sin embargo en una suerte de confusa huida a trompicones que se pierde literalmente en la oscuridad de los árboles, restando la empatía que se hubiera ganado hasta el momento y dejándonos un final más previsible de lo esperado.
La tarde prosiguió con el corto Disco inferno, curioso envoltorio visual que auna ballet, imaginería satánica y ecos de Diabolik con una historia anécdótica y bastante confusa, más cercano al reino del videoclip propiamente dicho.
Pero el plato fuerte de la tarde llegó presentado por su simpático equipo (que hizo gala de sus conocimientos de castellano con bastante chispa) y la promesa de grabar las reacciones del público. Cold moon.
 Curioso cuento de fantasmas con un impresinante y sorprendente arranque la película sin embargo pronto deja muy claro su carácter de cinta de venganza de ultratumba, restando pronto la capacidad de sorpresa que se había ganado en sus primeros minutos, si bien consigue dejarnos un buen puñado de imágenes impactantes y un final arraigado en la tradición del cuento gótico. Una entretenida cinta que arranca con más fuerza de la que mantiene.
Y acabó la cuenta atrás. John Landis llegaba al escenario para recoger su flamante premio, y lo hizo emocionado y con la divertida idea de grabar un vídeo con un saludo para Joe Dante y Mick Garris (que todavía debe andar pululando por twitter)  Con la promesa de regalarnos su firma al día siguiente era a hora del clásico: la proyección de Un hombre lobo americano, de la que poco o nada hay que decir, y que sigue divirtiendo y asustando 35 años después de su estreno.
El fin de fiesta llegaría con la cinta que acabaría llevándose el remio del público: I had a bloody good time at house Harker, House Harker para los amigos, presentada por un equipo a juego con su obra que supo repartir carcajadas y hasta camisetas.
Divertidísima e irreverente comedia sobre los herederos con pocas luces de la estirpe Harker (sí, sí la de Drácula) que se ven forzados a conseguir rápidamente una gran suma de dinero para evitar su desahucio y acaban convertidos en (falsos) cazadores de vampiros sin saber que sobre ellos se cierne una amenaza real la película sabe sorprendernos y divertirnos desde sus primeros minutos con un ritmo brutal y gags hasta en su banda sonora, dejándonos algunos de los mejores momentos disfrutados en Nocturna. Y eso que nadie queda a salvo de su nada fina ironía, ni la sosias de la autora de la famosa saga Crepúsculo.
 Y con lágrimas...de risa terminó el primer día del fin de semana...de lo que aconteció a continuación hablaremos en breve en Monigotorium.


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