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miércoles, 29 de junio de 2016

JAQUE A LA ARAÑA

No sabemoa como, pero por más que tire por aquí más la cinefilia que el amor al deporte le disciplina del balón, la piscina o la pértiga siempre acaba abriéndose paso por los siniestros pasillos del Monigotorium. Sí, ya hemos hablado de unas cuantas películas de índole deportivo pero en le tintero todavía quedaba otro tipo de competición, No, no hablo de Battle royale, Juegos del hambre o similar, sino de esa que solo tiene un oponente y cuyo campo de juego es apenas un tablero sobre una mesa...el ajedrez, y la última muestra es El caso Fischer.
 Mientras sus mayores viven inmersos en la paranoia del espionaje en plena guerra fría Bobby Fischer, apenas un niño, solo tiene un mundo: el ajedrez. Pronto su madre descubrirá que no se trata de una mera fijación infantil, sino que su hijo tien auténtico talento y este emperzará a prepararse hasta convertirse en un jovencísimo gran maestro. A partir de este momento el único objetivo de Fischer será convertirse en el mejor del mundo, dispuesto a vencer a toda la élite rusa del ajedrez, incluído el gran campeón Spassky. Pero pronto en su cabeza comenzará a tomar cuerpo la creencia de que está siendo espíado continuamente por sus rivales, y no será su única obsesión.
Drama sobre el ascenso (para su posterior caída solo nos dejará un breve epílogo) de una de las grandes estrellas del ajedrez, el americano Bobby Fischer, la película nos cuenta una historia de superación personal en los años álgidos de la guerra fría, un clima político capaz de afectar a algo a priori tan ajeno como el mundo del ajedrez, dentro del que Rusia era toda una potencia mundial,
Partiendo de sus comienzos en el mundo del ajedrez, y dejando desde el principio muy claro un talante obsesivo que en ocasiones llegará a niveles paranoicos e incluso psicóticos (su primera derrota) de Fischer y que se acentuará hasta niveles casi insoportables para aquellos que los rodean llegando a adquirir incluso algún ribete contagioso (el episodio de la silla que hace ruido...con sorprendente resultado) la película consigue construir la compleja figura de un hombre difícil en las relaciones humanas, si bien no es ajeno a ellas (la relación con su hermana, el episodio de la prostituta) pero magistral en el juego, y capaz de enloquecer por el motivo más nimio con una superioridad que cree le permite su propio genio (las peticiones continuas), un hombre capaz de darlo todo por el ajedrez pero casi nada por lo demás ( seres humanos incluídos), y que ve su labor casi como un tipo de sacerdocio (interesante el contraste con el más humano sacerdote que se une a su equipo) frente a unos rivales tal vez menos duchos (aun siendo de los mejores) pero mucho más humanos (el comportamiento de Spassky, que al menos si disfruta brevemente de playa y máquina de pinball).
Pero si bien esta figura, bien interpretada por Tobey Maguire, podemos inscribirla dentro de una tradición de personajes geniales a nivel intelectual pero torpes a nivel emocional, y que tan bien ha dado de sí en el mundo del cine, quizás lo más interesnte sea la creación de un clima de auténtica tensión a la hora de presentar un juego tan "pacífico" como es el ajedrez. Si bien algunos elementos nos dejan a los legos en la materia en la puerta (los ejercicios de movimientos) las partidas en sí saben arrancar el interés de un espectador que ya se haya inmerso en toda el conflicto entre USA y URSS merced a un eficaz montaje con un gran material documental, y que hace que el juego sobre el tablero se convierta en una breve confrontación física en medio de el explosivo clima latente.
El caso Fischer es una película que sabe hacer de un tema anodino una película interesante, con un buen ritmo y unas buenas interpretaciones, una cinta que sabe hacer un auténtico microcosmos de un puñado de figuras sobre un tablero gracias al reflejo de todo un clima histórico y psicológico que humaniza terriblemente una historia sobre personajes desarraigados cuyo único nexo, entre ellos mismos y con la realidad es esa tabla de cuadrados blancos y negros y lo hace con elementos casi más propios de un thriller que de una película de este corte, dejándonos un resultado tan perturbador como fascinante.
Curioso drama deportivo de personajes El caso Fischer llega a las pantallas españolas el 12 de agosto

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