A LA GRANDE

"Money money" decía la canción, y la verdad la lucha por el vil metal ha dado para mucho cinematográficamente hablando, tanto cuando se conseigue de manera ilegal (todo ese microcosmos que atraca bancos, furgones o caisnos) como cuando se consegue con todo el esfuerzo del mundo (como en la todavía fresqueita Joy) o ya de pura chiripa (y si no que se lo digan al personaje de James Dean en Gigante cuando al fin brotó petróleo). Pero la legalidad también puede rozar límites digamos...no tan satisfactorios...y si no que se lo digan a los protagonistas de La gran apuesta.

 Las inversiones tienen muchos campos de juego pero un valor seguro siempte han sido las hipoteca, o al meno así era hasta la gran crisis. Sin embargo tras revisar nuemrosos datos el Doctor Burry descubre que en cualquier momento puede estallar la burbuja immobiliaria y con ello podría beneficiarse de cierta claúsula casi desconocida que proporciona grandes beneficios en caso de sufrir pérdidas, algo que parece casi improbable. Tras realizar una gran compra de bonos hipotecarios su arriesgada maniobra será seguida por una heterogénea serie de hombres de negocios que también intentarán sacar beneficios de ello.
Tragicómica crónica de una crisis anunciada la película, basada en hechos reales, nos llevará de la mano de una vaiopinta raza de inversores ( de los primerizos al que ya está de vuelta de todo con profundas cicatrices morales, pasando por el que ya lo abandonado pero no puede resiganrse a ayudar a sus compañeros de oficio)en su afán de ganar absurdas cantidades de monedas gracias a una de las necesidades y deseos vitales del ser humano, el tener un hogar propio.
Partiendo de una catástrofe financiera que dejó a millones de personas sin empleo o casa (o ambos) la cinta retrocede varios años para sumergirnos en toda la vorágine de lo0s negocios, pero sabe hacerlo con un humor a prueba de bomba y gran amenidad, sin perder nunca de vista que el grueso de su público es un lego en dicha materia, por lo que acude en varias ocasiones a la ruptura de la cuarta pared tanto para hacer diversos incisos en la trama (como dejar clara alguna licencia poética como cuando los dos inversores novatos descubren todo el tejemaneje o cunado algo es real por muy fantasioso que pueda parecer en un ptimer momentto como el debate) como para explicarnos conceptos que por básicos no nos resultan menos desconocidos a la mayoría, y lo hace a través de unos sorprendentes cameos (el primero, y que deja el pabellón bien alto el de Margot Robbie en una bañera llena de espuma y con una copa de champán siempte llena) que ayudan a aprendernos la tónica con una sonrisa, casi como si de un tratado de economía se tratase, casi como  una vertiente más lúdica de la muy recomendable Concursante.
La gran apuesta supone una ácida visión del mundo de los negocios, en un nivel menos pícara de la que ya vimos en El lobo de Wall Street (un regreso a este mundo pero ya, como diría cierta comedia sin "barcos y putas"), una película con alguna escena sorprendente (como cueando uno de los personejs indagando en como la gente de a pie vive el pago de su hipoteca le pregunta a una stripper, en permanente y erótico contoneo...para descubrir que esta está pagando la de cinco chalets y un piso) y con un gran sentido del ritmo (a lo que contribuye un gran montaje que elegantemente va desgranando con imágenes de archivo el paso de los años, que redondea una más que bien elegida selección musical ) que en ningún momento pierde el interés de un espectador que, en un primer momento puede sentirse más atraído a ver una película de este tipo por un reparto de auténticas campanillas (y que sabe dar lo mejor de sí incluso cuando más excesivos se vuelven sus personajes, del eternamente cabreado Steve Carrell a un Christian Bale que parece vivir en su propio universo).que por una película con una premisa como ésta.

Fresca y muy divertida La gran apuesta nos enseña más osbre la economía de los últimos años que una docena de periódicos. Candidata a 5 nominaciones a los Óscar, incluyendo Mejor película se estrena el 22 de enero.