Translate

martes, 11 de agosto de 2015

TROMPA CANORA

El empleo de personajes invisibles en el séptimo arte es un asunto que tiene miga. No me refiero a herederos de Wells, fantasmas varios o entes tan pequeños que son casi imperceptibles, me refiero a aquellos personajes que, siendo solamente mencionados por el resto del reparto no asoman su más o menso linda carita hasta bien entrada la película o ni siquiera en la totalidad del metraje. Con la hitchcockiana Rebeca a la cabeza y otros como el Johnny Favorite de El corazón del ángel (de esos que traen sorpresa bajo el brazo), son personajes que dominan la totalidad de la trama y con mucha más fuerza que la que tendrían aumentando su presencia. El último en añadirse a la cinta se llama George y su campo de recreo Amar, beber y cantar.
Cuando los amigos de George descubren que a este apenas le quedan 6 meses de vida piensan que es una buena idea que este se una a ellos en la representación de la obra que ensayan con su grupo de teatro amateur, para que mantenga ocupada su mente. Sin embargo las relaciones entre ellos, especialmente la de las parejas de sus dos mejores amigos, una de ellas antigua novia (hecho que su esposo desconoce), y su exesposa, que le ha abandonado por un agricultor, sufrirán toda una serie de conflictos y equívocos gracias a un George que intenta disfrutar de sus últimas vacaciones y no precisamente solo.
Última película de Alain Resnais, basada en la obra teatral de Alan  Ayckbourn, Amar, beber y cantar es una cinta tragicómica. con tintes melancólicos sobre la que planea la sombra de la muerte, en forma de un cáncer que amenaza en llevarse a uno de sus personajes en menos de seis meses.
Con un fuerte componente teatral desde su inspiración, la película parte de los ensayos de una obra de teatro (hecho que conoceremos a los pocos minutos del comienzo) en un ambiente irreal, en el que el primer personaje que vemos aparece literalemente de la nada en un ambiente que en principio podemos llegar a dudar es un escenario, tanto para él como lo es para nosotros, pero que pronto se revelará como ambientación real, al moverse toda la historia entre decorados propios del teatro (entre su mayor o menor realismo encontramos puertas que en realidad son telones y fondos pintados),  dibujos exquisitos de las vistas generales de las casas de los protagonistas y los únicos elementos "reales" en forma de los diversos travellings del pueblo (un elemento que aun creando continuidad resta mucho ritmo) , con especial relevancia de la carretera, en la que moran los personajes.
Así acercándose peligrosamente al concepto de "teatro filmado", del que el director se permite salir en el empleo de primeros planos para las revelaciones más profundas de los personajes (en los que cambia radicalmente de fondo) o en las transiciones a los interiores (a otros escenarios igualmente teatrales, como vemos en la despedida de Mónica antes del viaje o durante la fiesta de Tilly), así como en el uso de unos carteles para describir el paso del tiempo (y que sustituirían a la voz de un narrador), Resnais se permite crear un original pero nada sutil homenaje al mundo del teatro, un microcosmos poblado por los amigos de un George que nunca veremos pero en torno al cual girarán casi todas las decisiones que estos adoptarán a lo largo de la cinta.
Así con más elementos teatrales (empleo de la cuarta pared...) que cinematográficos Amar, beber y cantar es una película de personajes cotidianos, desde el médico que no sabe guardar un secreto y su cotilla esposa al padre obsesionado con "su princesita", cuyos principios pondrá patas arriba los sentimientos que suscita la tragedia de su amigo (que sin embargo realiza cosas que muy de amigo no son...y que aquí no desvelaremos), con especial relevancia de los parte maternales, parte románticos que genera en las mujeres de esta obra (revelador cuando todas se presentan en su casa dispuestas a cuidarle, con un periódico, un desayuno y deseando librarse de las otras dos) y que llevarán al grueso de los conflictos.
Nos encontramos ante una película de desengaños amorosos, de relaciones que se mueven entre la nostalgia y el miedo al futuro, con diálogos de esos que mueven más a la sonrisa comprensiva y la lágrima furtiva que al llanto y la carcajada, con una dosis de vinagre y azúcar correcta pero no excesiva, con unos conflictos que pasan facilmente de ligero a hiriente, un paseo por el teatro de una vida que apenas atisbamos.
Entre lo original y lo convencional, para amantes de las buenas interpretaciones teatrales...aunque aagradecería sobremanera que alguien me explicara la presencia del topo, un quid realmente inquietante...
La película se estrena en toda España el 21 de agosto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario