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martes, 27 de febrero de 2018

ECOLOGÍA A PISOTONES

 Creo que más de uno recuerda, aunque sea remotamente Harry y los Henderson, esa película sobre un bigfoot y una familia americana...pues bien, ha llegado la hora de los Harrison.
De Bélgica nos llega El hijo de bigfoot (no, no haré  chistes como el que se le está ocurriendo a más de uno), una cinta de animación en torno a Adam Harrison, un adolescente víctima del bullying, que, en un giro propio de la corriente Me case con un ( inserte aquí lo que proceda) adolescente descubre para su sorpresa (no para el espectador que, título mediante, ya se ha enfrentado a un spoiler en toda regla) que su padre, dado por muerto hace años, no es otro que el popular bigfoot.
 Dejando de lado el tema del acoso escolar, tratado aquí de una forma correcta, y otro tan reivindicable como la condena de la experimentacion con animales, su premisa es digna de un chiste malo: el piloso piegrande perseguido por una malvada asociación de...fabricantes de crecepelo ( muy grande el diseño de su sede: una suerte de peluquín estilo Frank Gehry)
Pero esta no es sino una mera excusa para contarnos una historia de aventuras en el bosque, con buenos muy buenos y malos que lindan entre lo ridículo y lo terrorífico, y por supuesto sin renunciar a su alegre caterva de animalitos parlantes, a los que agradecemos (y no saben cuánto) no se pongan a cantar.
 Enfocada a los más pequeños de la casa El hijo de bigfoot es una de esas cintas con un buen acabado visual, de esos que habriamos creído imposible fuera de Hollywood hace no tantos años, y un simpático diseño de personajes ( que sin embargo nos deja una ligera sensación de déjà vu...sin ir más lejos el de la madre recuerda poderosamente al de la dueña del guacamayo protagonista de Río), por supuesto con escenas concebidas de cara al estreno en 3D, y un mensaje moralista que nunca falta en el cine infantil. Una cinta que no se aleja de los puntos clave del último cine familiar y que, aún sin destacar, deja un agradable sabor de boca, aunque se recomienda que los adultos no acudan a verla solos.

El hijo de bigfoot llega a los cines el 2 de marzo.

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