Aunque siempre invite a la coda "de animales" el género documental, aún lejos de la popularidad de la ficción, es uno de esos caramelos ácidos que muchos directores clásicos son reacios a saborear. Nada más lejos en el caso de Wim Wenders. Cuando todavía tenemos fresca la nominada al Oscar "Perfect days" regresa con una pieza dedicada a uno de los autores más controvertidos del arte alemán contemporáneo, Anselm Kiefer, cuyo título no puede ser otro que "Anselm". Desde sus primeros minutos esta se defiende como una película de sensaciones. Solo imagen y sonido, con unos esporádicos susurros que en inicio nos resultan inconexos. Al menos hasta que aparece la estrella de la función, el artista en persona, al que una cámara de espíritu voyerístico nos va aproximando poco a poco. Inmerso en su taller nos puede parecer que vaga, casi diríamos que juega, entre las paredes del inabarcable taller donde da pie a un proceso de creación que se antoja entre el azar y lo mecánico, y en el que cualquier elemento, de la pintura a ropa, pasando por plantas, pueden formar parte de una obra de arte.
La vida de Anselm no va a presentarse de modo convencional. Imágenes de archivo, recreaciones, escenas cotidianas y otras oníricas van a configurar la semblanza de una figura no carente de polémica que encuentra las raíces de su obra en la parte más oscura de la historia del siglo XX en Alemania. Es imposible no sentir un mínimo de curiosidad por una trayectoria como la suya, se conozca su figura previamente al visionado o no en un metraje en la que la narración va pasando de lo abstracto a lo concreto.
No es preciso ser un conocedor de la obra de Kiefer ni un entendido en materia de Bellas Artes para dejarse hipnotizar por este juguete audiovisual entre la mitología, la II Guerra Mundial y el verso de Celan, en el que las ascuas del conflicto todavía arden bajo la amenaza fantasma de aviones con nombre de ángeles terribles, pero en el que siempre habrá tierra para que crezcan los girasoles. Wenders se defiende una vez más como poeta de la imagen con un film que sin ser de los más redondos de su filmografia resulta tan ameno como hipnótico. Estoy convencida de que, después de esto, aquellos que desconocían la existencia de Anselm Kiefer van a tardar mucho en olvidarlo.
"Anselm" llega a los cines españoles el 13 de diciembre.
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